Capítulo 5

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POV: Maite

Estábamos los tres reunidos en la sala; Marta, Mateo y yo. William había ido a ducharse y vestirse, tuvimos que enseñarle como funcionaba un baño del siglo XXI, fue bastante cómico la verdad.

-- No puede quedarse aquí toda la vida, lo busca la policía y no sé que pasaría si descubren que lo estamos acogiendo.-- Dice Marta.

-- Nos ponen antecedentes seguro, y si eso pasa ni Mateo va a poder ser profesor ni yo abogada. Y él tampoco va bonito si lo encuentran.-- Respondo la pregunta indirecta de mi amiga.

-- Tampoco lo podemos tirar a la calle así como así, de hecho tenemos que encontrar la forma de que vuelva a su tiempo. No sabemos como su desaparición podría afectar la historia.-- Contradice Mateo.

Nos quedamos todos pensando en silencio. Lo que dice Marta es cierto, nos traería problemas (y bastante gordos) tenerlo aquí. Sin embargo, creo que es peor cambiar la historia que discutir con la policía. Vaya a saber que pasaría y sinceramente prefiero prevenir que Inglaterra se vuelva comunista en 1956 o yo que sé.

-- No creo que la Guardia Civil lo siga buscando. Sería un okupa de tantos, una raya más al tigre. Además, no publicaron nada en twitter, si lo conciderasen peligroso lo hubiesen avisado.-- Digo.

-- Es verdad, solo con que no lo vean muy de cerca no pasa nada.-- Me apoya Mateo.

-- Vale. -- Dice no muy convencida Marta.

-- Pero que haga algo en la casa, que sea un noble me la sopla, si no va a pagar alquiler que limpie como mínimo.-- Vuelve a decir.

Mateo y yo asentimos en respuesta.

-- Me parece justo.-- Dice una cuarta voz. Todos nos volteamos.

-- Supongo que no tienen una buena percepción de la nobleza antigua, cosa que comprendo y comparto, pero les aseguro que no soy así. -- Dice William mientras sonríe como siempre y sale del baño con ropa de Mateo y el pelo húmedo.

-- Deberíamos ir a comprar cosas, nos estamos sin comida y ahora somos cuatro.-- Avisa Mateo.

-- Sí, es verdad.-- Dice Marta.

-- Yo voy, tengo que imprimir unas cosas para clases, así que ya de paso compro.--Digo.

-- ¿Podría ir contigo? Me gustaría conocer este nuevo mundo.-- Pregunta el inglés.

-- Por mí sí.--

-- No creo que sea muy buena idea.-- Dice insegura mi compañera.

-- Su sistema inmune es distinto al nuestro, capaz pilla alguna tontería y estira la pata.--Agrega.

-- Bueno, puede llevar mascarilla. No llamaría tanto la atención y así no lo reconocen los vecinos.-- Propongo.

Marta asiente y saca una mascarilla para dársela a William.

-- Bueno ¿Vamos?--

-- Vamos. -- Dice achinando los ojos y supongo que sonriendo porque ya tenía puesta la mascarilla.

   Las compras no tuvieron nada fuera de lo normal además de Will preguntándome cosas que no sabía responder como "¿Cómo funcionan las cajas registradoras?" O "¿De que están hechos los coches?". También debo admitir que era bastante adorable ver como le brillaban los ojos viendo la luz eléctrica o la cara de susto que puso cuando escuchó por primera vez canciones que claramente no hablaban de la biblia.
   Al final del día terminamos cenando juntos, hablando de temas triviales o explicándole cosas a William, hasta que nos fuimos cada uno a su cuarto a dormir y el Moriarty al sofá.      
Sinceramente, dudo que duerma así que le dije donde estaban los libros por si le interesaba leer los que teníamos de clases,  porque ninguno de nosotros era fan de la lectura y leíamos lo justo y necesario. Al final me fui a dormir como cualquier día normal (aunque este día de normal tenía entre poco y nada) para mañana poder ir a mis clases como de costumbre.

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Me desperté en medio de la noche y no podía volver a dormirme. Llevaba al menos una hora dando vueltas en la cama así que decidí levantarme para hacer cualquier cosa con la esperanza de que me de sueño y pueda volver a acostarme. Miré la hora y eran las 3:00am. Mierda, agradecida con el de arriba de mañana tener clases solo a la tarde.
Me puse un swetter porque hacía más fresco a la noche y fui a la cocina a tomar agua. Mientras tomaba del vaso que me había servido escucho una voz detrás mío.
-- Deberías volver a la cama, desvelarse no es bueno para tu salud. -- Casi me atraganto del susto. Me había olvidado de que este hombre estaba en mi casa.

-- ¿El burro hablando de orejas? -- Dije levantando una ceja una vez recuperé la compostura. Él soltó una pequeña risa.

-- ¿Qué hacías? -- Me atreví a preguntar, curiosa.

-- Leía uno de tus libros de derecho, la cosa ha cambiado bastante desde mi tiempo. Eso me da un poco de esperanza en la humanidad.-- Dice mientras sale de la cocina y se para frente a la puerta de cristal que da al balcón, observando la vista de la ciudad nocturna. Yo lo seguí y me paré a su lado un poco más atrás, mirando el paisaje también.

-- Las ciudades son bonitas en el futuro.--

-- Y más higiénicas.--Suelta una risa ante mi comentario.

-- También. -- Dice, aún sonriendo.

Se voltea a verme, se queda así un buen rato, mirándome fijamente. Parece romántico, pero era más perturbador que otra cosa, así que lo miré yo también notando su entrecejo fruncido y su cara pensativa.

-- ¿Qué pasa? --

-- ¿Podrías sacar la lengua? --

¿Qué? Lo miré confundida, pero lo hice igualmente dejando ver el piercing que tenía hecho desde hace unos años. La cara le cambia por completo y pasa a estar sorprendido.

-- Eras tú. --

-- ¿De qué estás hablando? -- Puede que no lo parezca, pero el hecho de que sea un asesino serial; por más buena persona que sea, si que intimida un poco y el que esté soltando cosas tan confusas no ayuda.

-- Hay algo que no mencioné porque no creí que fuese importante, pero ahora veo que sí que lo era, y bastante.--

Lo miré, dándole a entender que siguiese.

-- En mi época estaba más cansado de lo normal y tenía sueños confusos. Nunca pude recordar exactamente como eran o que sucedía en ellos, solo luces de colores, una chica guapa con metal en la lengua y alguien con uno en la nariz. Ahora sé que la chica eres tú y las luces eran carteles, pero nada sobre la otra persona.--

-- Mateo. Él tiene una perforación en la nariz, un séptum, no se la viste porque estaba resfriado y cuando es así se lo saca, pero estoy segura de que es él.--

-- Ya veo... -- Dice volviendo la vista a la ciudad.

¿Me acaba de llamar guapa? Lol.

-- ¿Te acuerdas de algo más? -- Digo sin mirarlo después de un rato de silencio.

-- No por ahora, creo. Deberías ir a dormir, ya son casi las 4:00-- Dice mientras me sonríe. ¿Las 4:00? Miró en mi móvil y efectivamente, son las 3:53am.

-- Mierda. -- Escucho una risa nasal por su parte, así que me giro a mirarlo.

-- Me recuerdas a un amigo.-- Levanto una ceja.

-- ¿A quién? --

-- A Sherlock. -- Wow, no sabía que decir, que te comparen con Sherlock Holmes es raro y halagador a la vez.
Solo le sonreí con una leve risa nasal como respuesta. Me di la vuelta para poder volver a mi cuarto.

-- Buenas noches, William.--

-- Buenas noches, Maite.--

Viajero en el TiempoWhere stories live. Discover now