Capítulo 3

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POV: Maite

-- En el siglo XXI, 2022 para ser más exactos.-- Digo sin rodeos.

-- Vale, eso no es bueno. No quiero abusar de su amabilidad, pero ¿podríais darme agua para beber y algo de comer si es posible? llevo un buen tiempo sin ingerir nada.--

-- Claro, en seguida.-- Digo, levantándome y yendo a la cocina que se encontraba detrás de nosotros, volviendo con un vaso de agua.

-- Toma. --

-- Gracias. --

-- Ahora te traigo comida ¿Tú quieres comer también? -- Pregunto mirando a Mateo.

-- No, ya comí antes gracias.--

Vuelvo a la cocina a preparar pasta para él y para mí, que con todo este lío me había olvidado de mi hambre. Mientras, cocino escucho como mi amigo lo sigue intertogando.

-- ¿Entonces como es que habías dicho que llegaste aquí?--

-- Estaba en mi estudio corrigiendo exámenes de mis estudiantes cuando me quedé dormido. De ahí solo recuerdo despertarme en el suelo de un callejón, mareado y rodeado de arquitectura y gente extraña. Empecé a caminar hasta que una de esas "bicicletas" me golpeó, por la adrenilina no me dolió en ese momento así que seguí caminando y me metí en más hogares antes que este, pero no esperaba que existieses esos aparatos de comunicación para contactar con la policía tan fácilmente. Me empezaron a buscar, luego me metí en este apartamento que estaba vacío para comer y tratar mis heridas. Sin embargo, no esperaba que la señorita Maite llegase. Vuelvo a disculparme por los problemas y heridas que les provoqué.--

-- ¿Y el cuchillo? ¿Qué pensabas hacer con eso, apuñalar a Mai?--

-- Siempre llevó para defenderme encima, pero no tenía intenciones de provocarle una herida considerable, solo intimidarla e inmovilizarla para poder escapar sin más inconvenientes. Me vuelvo a disculpar por eso.--

Luego de eso volví con un plato de macarrones para él y para mí. Se lo di y me senté enfrente, al lado de Mateo.

-- Bueno, supongo que Louis cocina mejor, pero si hay hambre no hay pan duro ¿Tienes alguna idea de como llegaste aquí o cómo volver?-- Digo.

-- Lo siento, pero por más que me gustaría volver a casa no sé cómo.--

Parece darse cuenta de algo porque deja de comer para mirarme fijamente.

-- ¿Cómo sabes de Louis? Más bien ¿Por qué parecían más reacios mi nombre que al hecho de que fuese del siglo XIX?--

Mateo y yo nos miramos, pensando cómo carajo le ibamos a explicar que es un personaje ficticio.

-- A ver, resumidamente John Watson tenía la costumbre de escribir en historias las aventuras de Sherlock Holmes y, como parte de las investigaciones, las historias te incluían. Las publicó bajo el seudónimo de "Arthur Conan Doyle" y se hicieron populares y ahora forman parte de la literatura clásica mundial.--

-- Pero las historias del Dr. Watson giraban al rededor de Sherly, no veo porque saber tanto sobre mí y mi vida personal, como mi hermano.--

Que mono, le dice "Sherly".

-- Apartir de esas historias se hicieron varias adaptaciones, una de esas en lugar de tener como protagonista te tenían a ti/me tenían a mí.-- Decimos al mismo tiempo.

-- Es decir, soy un personaje ficticio y tú pareces ser una aficionada a la cinematografía que mencionas, por lo tanto sabes prácticamente toda mi vida.--

--Sí.-- Dios que incómodo, imagínate que el personaje de tu anime favorito te concidere una acosadora violadora de su privacidad. Y para él tampoco va mejor, terminar en el futuro y que una random de 21 años sepa toda tu vida.

-- No la culpo ni la concidero una acosadora por saber mi vida si es eso lo que está pensando.--

Verga, me olvido que este tío es el puto William Moriarty.
Después de esto nos quedamos comiendo en un silencio dolorosamente incómodo hasta que Mateo habla.

-- Voy a hablar con Marta, creo que el hecho de que una persona ficticia de hace dos siglos está en casa merece sacarla de sus prácticas.-- Dice mientras se aleja al balcón.

Otro silencio. Ostia ¿Y si le pregunto su nombre verdadero? No dios, no le preguntes su deadname que te mete un cuchillazo que quedas como un colador, cuando haya más confi se lo pregunto.

-- Entonces... no tienes ni idea de como volver ¿No?--

-- Lamentablemente no ¿Puedo hacerle una pregunta?--

-- Claro.--

-- ¿Qué tanto sabe de mí? --

Uff, prepárate que te caes de culo te levanta y te volves a caer (o te pone una orden de alejamiento).

-- Sé que eres el señor del crimen y que le robaste la identidad al hermano biológico de Albert, si es eso a lo que te referías.--

Suelta una pequeña risa.

-- Sí, era eso lo quería saber ¿No te da miedo tener a un asesino en tu casa?-- pregunta mientras deja en plato vacío en la mesa ratona.

-- No, no creo que seas mala persona, de hecho todo lo contrario ¿Quieres más?-- Digo refiriéndome a la comida.

-- No, estoy bien gracias. Yo lavo, es lo mínimo que puedo hacer.--

-- no te preocupes, hoy le toca a Marta.-- Le digo mientras le sonrío y le guiño el ojo, recibiendo una risa nasal por su parte.

-- Ah, no hables tan formal, trátanos de "tú". El "usted" ya no es tan común ahora.--

-- Vale, Maite.-- dice sonriendo.

Mateo sale del balcón, apagando un cigarro.

-- Marta viene ahora, ya le expliqué todo, pensó que me había dado un brote psiquiátrico pero me creyó. También me preguntó si necesitas puntos en alguna herida, para pillar las cosas ahí porque aquí no tiene.--

-- No, creo que no. Me duele la cabeza del mareo eso es todo, no te preocupes.--

--¿Quieres un ibuprofeno?-- Ofrezco.

-- ¿Un qué? -- Dice con cara de confución.

-- Vale, ahora te traigo un ibuprofeno.-- Digo con gracia.

Viajero en el TiempoWhere stories live. Discover now