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Sus manos recorrieron desde tu pecho hasta tu ombligo, tus ojos vendados no te permitían ver lo que haría después. Sentiste su respiración en la delicada piel de tu abdomen, daba besos tiernos dejando un camino hasta llegar a tu centro.
Quisiste tocarlo pero detuvo tu mano en el aire señal de que no tendrías permiso de tocarlo, llevaste tu mano a tu boca. Acomodó tus piernas sobre sus hombros para tener un mejor acceso a tu lindo coño. Un dedo recorrió tus pliegues antes de introducirlo dentro de ti, sus liquidos estaban empapando y haciendo más fácil la situación, su lenguaje fue directo a dar caricias a tu clítoris, la punta se movía rápido dando descargas en todo tu cuerpo, presionaste tus piernas recibiendo un azote en tu pierna de su parte. Su dedo seguía saliendo lentamente, gritaste al sentir que otro dedo entraba en ti y como ahora sus labios se dedicaban a succionar y darle atención a tu centro.
El placer nublada tus palabras, jadeos incoherentes salían de tu boca, sus dedos realmente sabían donde tocar. Tantas veces habías soñado en tenerlo así, dándote sexo oral sin ver como tomaba cada parte de ti.
Sus dedos se movían más rápido, salían y entraban sin piedad, él solo esperaba el momento en el que te corrieras, era momento de que lo hicieras.
Y así fue, su risa provocó un leve cosquilleo en tu piel.
ー Dios nena, pero mira que húmeda quedate.
Sin aviso giro tu cuerpo dejando tu trasero a su vista, tu cuerpo estaba totalmente acostado. Jalo tu cadera hacia él. Tus mejillas estaban pegadas a las sábanas, las cuales tomaste en un puño.
Al sentir como entraba en ti en una nueva posición hizo que gimieras lo suficientemente alto para que los vecinos te escucharan. La palma de su mano se posicionó en tu espalda y sus embestidas eran profundas y rápidas, ni tiempo tuvo tu mente se procesar dichas sensaciones.
ー Eres preciosa en cuatro, ¿por qué no lo habíamos hecho antes?
Apretabas tus paredes sobre su polla y gemidos de Eddie se escucharon por toda la habitación. La mano que estaba en tu espalda presiona tu piel, y con la otra te sujeta la cadera para poder penetrarte a un ritmo brutal, sentías que tu cuerpo se rompería en cualquier momento.
Su mano regresa a tu trasero, frotándolo antes de que su mano se aleje para volver a golpear, sueltas un gemido por el dolor, pero aquello te gustaba.
Estabas tan cerca, que sin previo aviso te corriste, tan duro y tan intensamente. Eddie seguía cegado por la manera tan exquisita en la que te estaba tomando que no quería correrse, no ahora, pero no todo dura para siempre y se corrió dentro de ti.
Lo que había leído en tu libreta era mucho mas explícito y morboso que quería practicar cada deseo que tenías escrito.
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Por cierto, ¿les llega notificación cuando actualizo?
No se que pasa con Wattpad que no me actualiza las visualizaciones o no se que onda porque ya había subido esta parte pero ningún voto ni comentario me salía :c
