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"¿T/N?", Steve movió su mano frente a mi llamando mi atención.
"¿Vienes a verme o a perderte?" Estaba en Family Video visitando a Steve.
"Solo quería venir a distraerme, aún sigo molesta contigo"
"T/N ya pasaron 3 semanas y no me perdonas", se recargó en la barra. "¿Qué debo de hacer para que aceptes mis disculpas?"
"No lo se. Mmm dejame pensar... Tal vez regresar el tiempo y que no dejaras que Munson me llevará a mi casa, fuiste un idiota", exclamé furiosa.
"Quería que arreglaran las cosas pero ya vi que no funcionó"
"No, no funcionó tu increíble plan"
"Lo siento, de verdad T/N. Te vi bastante mal y creí que era lo correcto. Entonces, ¿ya nunca le hablaras?"
"No"
Steve me vió muy molesto.
"Maldita sea T/N, estabas llorando porque querías que Eddie te dijera que te quería, te explico que fue lo que realmente sucedió con Chrissy. Si, fue un enorme imbécil no haberte dicho desde un inicio pero Eddie no es igual a ti, te dijo que le había dado miedo es totalmente entendible. El pobre quedo como idiota parado frente a tu casa por dos horas gritando tu nombre esa noche. Tu padre tuvo que correrlo porque tú no quisiste hablar con él. Y desde ése día el estúpido sigue yendo a tu casa para ver si con suerte logra hablar contigo pero no, T/N aun sigue molesta y llena de orgullo porque Chrissy Cunningham pudo besar esos labios que tantas ganas a tenido por besar", tomo aire muy exageradamente. "Ahora no vengas aquí a poner tu cara de cachorro porque conmigo no funciona"
Me quedé ahí de pie sorprendida por lo que me había dicho.
"Así que deja de hacer tu berrinche inmaduro y si realmente quieres a Eddie "el estúpido" Munson no se que haces aquí parada como idiota y ve a buscarlo. No siempre vas a tener la oportunidad de tenerlo y él se cansará de buscarte"
"Ok"
Steve sonrió victorioso. "Que gran amigo soy"
Lo deje ahí hablando solo saliendo de la tienda subiendo a mi auto. Me quede ahí dentro un rato apretando el volante.
"Ey ¿Qué haces? El auto no se maneja solo, ¿Qué esperas? Largooooo", Steve golpeo la ventanilla, solté un grito se susto.
"Ya voy", le grite. "Maldita sea"
Conduce hasta la casa rodante de Eddie baje y fui a tocar la puerta. Mis manos sudaban y dar vueltas era una manera de tranquilizar mis nervios.
"¿Qué quieres jovencita?", la voz de un hombre me habló.
