Capítulo 21

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yo puedo arreglar tu vida, cómo puedo acabar con ella

Lara Seiler García

Abrí la puerta y me encontré con Naomi yendo de un lado al otro del salón. Cuando se detuvo y los tacones dejaron de sonar, me miró en silencio.

Algo andaba mal. No tenía pruebas, pero tampoco dudas.

El mono rosado que llevaba puesto le hacía parecer un salmón crudo, yo odiaba el salmón crudo tanto como charlar con mi madre.

Papá también estaba en el salón, pero sentado en el sofá.

—¿Qué mierda creen que hice ahora?

Entré, puse la mochila en el suelo, me senté en el sofá de piernas cruzadas y los miré con una sonrisa.

—Lo de siempre —Naomi se puso delante de mí—. Arruinaste nuestros planes ¡Arruinaste nuestra familia!

—¡Qué mal! ¿Puedo subir a mi cuarto?

—Eres una inutil, Lara ¡Inutil!—gritó, sus ojos verdosos estaban inyectados en sangre.

—¡Naomi! —dijo mi padre que a pesar de no estar loco, tampoco se veía contento— ¡Contrólate!

Me dolía escucharlo, esperas que tus colegas, vecinos y hasta tus amigos te digan, inutil; pero ¿Qué tu madre lo arroje en tu cara? ¿La mujer que te cargó por nueve meses, que decidió darte la vida? Dolía, como si me cortaran el corazón con una sierra eléctrica y sin anestesia.

Y me dolía admitir que ya estaba acostumbrada a oírlo, que era capaz de sonreír ante esas palabras.

—Ya sé que soy una inutil que arruiné la familia, que soy gorda ya me lo dijiste muchas veces, así que ¿Podemos ir al grano?

Mi madre suspiró y bajó el tono de voz sin abandonar la agresividad.

—Te dimos una única tarea ¡Una tarea! Debías seducir a Alan, debías ser su novia y lo estabas haciendo, incluso él comentó con tu padre que le hacía bien salir contigo— "Qué mentiroso de mierda" pensé— pero hoy por la mañana, Alan nos llama y nos dice que ya no le interesaba invertir en el proyecto, que ya no se sentía cómodo manteniendo relaciones con nosotros porque lo engañaste.

Mi sonrisa dio lugar a una expresión seria, miré a mi padre y quien bajó la cabeza. Al parecer Alan llevó a cabo su amenaza.

—¡Lo engañaste con el licenciado! —exclamó, Naomi, con indignación.

—¡Es mentira! —refuté, traté de sonar firme, pese el nudo en mi garganta— Alan debió de inventarlo ¿Por qué lo engañaría? ¿Y con Guillermo?

No sabía si la respuesta era un intento de, por una sola vez, no sentirme humillada por mi madre o era para no dar la victoria al estúpido de mi profesor.

—Es lo que quiero saber ¿Por qué te lo follaste? sabía que eres idiota, pero no a ese punto. —ella subió el tono y su voz hizo eco— ¿¡Por qué lo hiciste!? ¿¡Por qué no me obedeces!? Te dimos una tarea simple y la estropeaste...

Me levanté y lo dije con firmeza, aunque quisiera llorar.

—Yo no hice nada de lo que les dijo Alan . Él es un loco, él no es quien piensas y además...

Se me ocurrió mencionarle lo de las drogas, sería mi carta secreta, pero Naomi sacó el celular del bolsillo y lo puso delante de mi cara. 

Tragué saliva a la vez que dejaba de parpadear.

Yo, mi profesor y el asesino [+18] ✔️BORRADORWhere stories live. Discover now