Capítulo 38: Estancia en el Velo

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Harry cerró sus ojos y finalmente su mundo se volvió negro.

Unos segundos pasaron y Harry sintió que caía a una superficie sólida.

Confundido abrió sus ojos y vió que estaba en un extraño espacio blanco.

Rápidamente se puso de pie, pero vió que no tenía ni su varita o siquiera ropa.

"Ojalá tuviera ropa... " Murmuró avergonzado y deseando que no hubiera nadie alrededor.

Al momento siguiente, para su sorpresa, una túnica blanca apareció flotando a su lado.

Rápidamente se la puso, aliviado de tener algo con que cubrirse, y miró a su alrededor.

El sitio era extraño.

Su entorno era familiar, extraño pero familiar, al mirar más de cerca vió que el sitio en el que estaba era el estudio principal de Lord Peverell en Peverell Manor.

"Eso es raro... " Dijo para si mismo.

Caminó por el estudio, viendo que todo era blanco, incluso los muebles y libros.

No había nada que rompiese la monotonía de colores más que el mismo.

"Veo que has llegado, Harrison." Dijo una voz a sus espaldas.

El chico se giró rápidamente y se puso en guardia, si no tenía varita se defendería con sus puños.

Detrás suyo estaba un extraño hombre de cabello blanco y piel pálida, casi del mismo color que su cabello, también vestía una túnica blanca, pero sus ojos eran rojos.

"¿Quién eres?" Preguntó Harry con una mirada amenazante.

"Tranquilo, chico, no te haré daño, además, ya estás muerto." Dijo el hombre con una sonrisa algo inquietante.

"No respondiste mi pregunta."

"Bien, si tanto quieres saber, soy Azrael, o la muerte si te gusta más ese nombre."

Harry se quedó boquiabierto, sorprendido por estar en presencia de la muerte.

"La leyenda de los tres hermanos... ¿Es real?"

"Más real de lo que crees, chico, aunque te diré que no serías mi maestro incluso si reúnes las reliquias, simplemente te comparten poder de mi propio poder."

"Oh, eso es más lógico que ser el maestro de un dios."

"Bien dicho, chico. Ahora ven, te llevaré a ver a alguien."

Harry, confundido pero interesado, siguió a la muerte, que hizo aparecer frente a ambos una puerta marrón.

"Después de tí." Dijo Azrael, señalando a la puerta.

El pelinegro tomó la manija de la puerta y la abrió.

Al hacerlo, fue rápidamente atrapado en un apretado abrazo.

El chico se desconcertó, no sabía quien era, hasta que la mujer levantó la mirada.

Unos ojos grises le devolvieron la mirada, su cabello era negro y su rostro era conocido para Harry.

Era un rostro que vió en un retrato en Potter Manor cuando era niño, aunque se veía más joven que en el retrato.

"¿A-Abuela?" Preguntó con voz quebrada.

"Si Harry, soy yo, tu abuela." Respondió la mujer con una expresión radiante.

"¡Abuela!" Exclamó el chico, abrazándola.

Ambos sollozaron mientras se abrazaban, ambos tenían mucho tiempo sin verse y tenían mucho que decirse.

Hablaron durante un largo rato, en el que Harry le contó a Dorea sobre todo en su vida, mientras la mujer escuchaba atentamente a su nieto.

Abandoned RavenWhere stories live. Discover now