-Traje el desayuno -dice y puedo ver una bandeja con un plato y una botella.

-¿Qué le pusiste? -pregunta Finn.

-Sal y pimienta -dice y yo hago una mueca- ¿Qué, creen que los tengo aquí para juntarlos? Separense ahora, esto no es una cita.

-Al menos nosotros podríamos decir que si tenemos una, idiota -digo y rápidamente me doy un golpe mental.

¿Por qué carajos dije eso?

-No me importa -deja la bandeja en el suelo- si comen esto o no... de todos modos ya están aquí abajo ¿Por qué los dejaría?

-Por que eres un enfermo de mierda, tal vez por eso -digo con sarcasmo.

-Siempre tan encantada pequeña Anna -dice- disfruta tu comida, con mucha pimienta -dice, y sé que se está burlando de mi el muy maldito... da la vuelta y se va cerrando la puerta.

Espera... no la cerró.

Miro a Finn y él a mi, al parecer a ambos se nos pasó lo mismo por la cabeza... me suelta y nos empezamos a acercar a la puerta, duda un poco pero al final la abre.

-¿En serio es tan tonto? -me ve.

-No lo creo... -digo algo dudosa, en eso el teléfono vuelve a sonar, me acerco y Finn me sigue, él toma esta vez el teléfono.

-No vayan a subir -dice una voz, se me hace conocida.

Esa es la voz que dijo mi nombre la noche anterior.

-¿Qué hay arriba? -pregunta Finn.

-Es una trampa -dice.

-Lo sabía... -digo- lo está haciendo fácil para que creamos que podemos ganar... maldición.

-¿Eres Bruce? -pregunta el chico junto a mi.

-¿Quién es Bruce?

-Nosotros estábamos hablando con Bruce -digo.

-No conozco a ningún Bruce -dice.

-Él juega béisbol.

-Jugaba... -corrijo.

-No jugamos... béisbol... aquí

-¿Quién eres? -pregunto.

-Linda, ya no me acuerdo -dice con una voz apagada que trata de ser cálida, algo confundida y asustada miro a Finn quién también tiene una mirada llena de confusión.

-¿Tú Jugadas Fútbol soccer? -pregunta Finn.

-Yo repartía periódicos -dice.

-Alto, eres... -trato de recordar el nombre.

-Billy, eres Billy Showalter.

-Tal vez -dice.

-Si, eres Billy.

-No, subas, las, escaleras -dice- mucho menos dejes que ella lo haga...

-¿Qué está haciendo? -pregunto.

-Lo espera a él... allá arriba con ese cinturón -dice- y a ti... a ti te obligará a verlo -dice Billy- no dijo que se fueran, y si lo intentan -siento una especie de aire frío detrás de mi- los castigará, te golpeará tanto hasta que te desmayes, y duele... duele muchísimo -me llevo la mano a la boca- van a llorar, ambos van a rogarle que pare, todos lo hicimos.

-¿No se va detener... verdad? -pregunto con la voz quebrada.

-No linda, no va hacerlo -en eso todo se vuelve silencio.

-¿Bueno? -dice Finn -¿hola? Contesta.

-Se fue -digo, esa sensación fría en mi espalda ya no está.

Finn deja el teléfono en su lugar, se da la vuelta y me ve... por alguna razón creo que sé lo que va hacer así que me adelanto y voy a la puerta.

-¿Qué crees que haces? -me toma del brazo.

-Solo voy a hechar un vistazo, a ver si lo que dijo el Repartidor es en serio -digo.

-¿Crees que voy a dejar que subas? -dice- si crees eso, déjame decirte que estás loca.

-Tal vez lo estoy -digo- sé que también planeabas subir, yo he pasado meses tratando de esconderme de él a diferencia de ti... no va notarme.

-Pero...

-Prometo que es solo un vistazo -digo.

-¿No puedo detenerte, cierto?

-No.

-Bien -me suelta y suspira- pero a la mínima cosa sospechosa... voy a subir.

Asiento y doy vuelta, abro la puerta y empiezo a subir de forma lenta, al llegar casi al final me escondo... apenas veo poco y nada, pero lo que logro ver me perturba.

Esta imagen va a perseguirme por años...

Abro bien los ojos, está ahí sentado con un cinturón en la mano y con esa estúpida máscara puesta y... sin... camisa...

Maldito pedófilo de mierda.

Bajo lo más despacio que puedo, suspiro unas cuantas veces, llego donde Finn y cierro la puerta.

-¿Qué pasó? -Finn me toma de los hombros.

-Yo... no permitas que se te acerque -digo.

-No lo haré, y tú tampoco -dice.

-Si... -me alejo y me suelta- deberías comer.

-Deberíamos -corrije- tú también.

-No.

-¿Por qué no?

-Pimienta -digo- soy alérgica a la pimienta...

₊˚⊹⋆.   𝐿𝑎 𝐶ℎ𝑖𝑐𝑎 𝐷𝑒 𝐿𝑎 𝑃𝑎𝑡𝑖𝑛𝑒𝑡𝑎   𓂃 ࣪˖   ᵀʰᵉ ᴮˡᵃᶜᵏ ᴾʰᵒⁿᵉWhere stories live. Discover now