– Lo tuyo es una misión suicida – interviene Tony, tomando un trago de agua – pero será como vos digas.

Estuvieron en esa discusión durante varios minutos, cada uno tratando de argumentar el por qué de sus acciones. Pero ninguno convencía al otro hasta llegar a un punto en él que se cansaron y prefirieron comer.

Después que Kevin salió del restaurante al haber terminado el almuerzo y pagado su parte de la factura, Tony regresó con dos cervezas en la mano por lo que Joeman dedujo que ambos tendrían una larga conversación.

– Nos hacía falta el digestivo – comenta Tony entregándole una botella a Joeman mientras toma asiento frente a él.

– Aja – el muchacho de ojos marrón oscuro observa detenidamente las gotas de agua que resbalan de la botella – Entonces ayer por que se fueron?

– Ah sí, nos tuvimos que ir por unos imprevistos... ayer la hermana de mi padre fue ingresada al hospital – contesta Tony con un tono de preocupación.

– Debe ser grave ¿Que le pasó?

– Sí, de hecho desde hace unas dos semanas creo, comenzó a tener crisis respiratorias y exceso de tos... decía que le dolía el pecho al respirar. También le dio fiebre, le dolía todo el cuerpo. Se miraba muy mal, parecía que sufría demasiado.

– ¿Y le dieron algún tratamiento? – inquiere Joeman sintiendo cierta compasión por el sufrimiento de esa mujer, a pesar que no recuerda si se habían conocido o no.

– En casa le estuvieron poniendo analgésicos antiinflamatorios y otras cosas...pero no mejoraba, se mantenía igual, era cómo si la medicina no estaba haciendo nada en su organismo.

– Me imaginó que ayer estaba más grave ¿no? – pregunta Joeman mirando Tony fijamente.

– Sí... los últimos días sentía un cansancio extremo, y lo más grave es que tenía erupciones rojas en el rostro...eran en forma de mariposa y...

– Es lupus – Joeman lo corta antes que su amigo termine su frase. Años atrás él se había encontrado con una mujer que tenía los mismos síntomas, además había estudiado esa enfermedad en inmunología unos cuantos meses atrás.

Tony asiente con la cabeza luego de tomar un largo trago de su cerveza.

– Eso mismo dijeron los doctores – afirma Tony. – Pero esperamos que se recupere y que pueda volver a su casa, ella es una buena persona, le gusta hacer bromas a todo mundo – al terminar la frase suelta unas risas recordando una de las tantas bromas que ella le había hecho.

– Por que tu tía se mejore – dice Joeman alzando la botella para hacer un brindis al cual Tony corresponde.

– Y vos que vas a hacer ahora? – inquiere Tony cambiando de tema – ¿Conseguiste donde quedarte?

– Me voy...quiero estar solo – una de las meseras les lleva unos bocadillos y discretamente trata de llamar la atención de Joeman, sin embargo este le es completamente indiferente.

– Pero adonde? – pregunta Tony examinando a la muchacha rubia de pie a cabeza la cúal se aleja molesta al ver que el chico que le interesaba ni siquiera la volteo a ver.

– No sé... voy a dar una vuelta... y luego veo donde me quedo.

– Hm ya...y ¿Cómo va todo con Ángela? – pregunta Tony revolviendo las sobras de la comida con el tenedor.

– No sé...y no quiero hablar de eso – contesta Joe llevándose uno de los bocadillos de papa y queso a la boca.

– ¿Seguro?

Llueve el cielo en agosto ( Borrador)Where stories live. Discover now