Capítulo 15

13 1 0
                                    

Noche del Jueves 27– Mañana del Viernes 28

    Desde el cuarto Joeman observaba cautelosamente todos los movimientos de la mujer que se hacía llamar su "tía" y de los demás policías.

– Miura, conecta el audio.

– Necesitaré un momento señor... las cámaras no tienen micrófonos, estoy buscando una fuente de audio.

– Bien – dice Joeman abriendo la ventana. Luego tomó uno de los drones más pequeños, le aplica la capa invisible y le agrega siete proyectiles guiados junto con una bengala de humo

– Controla el dron y dirígelo lo más rápido posible hacía la casa de Kevin. Hay cinco objetivos, la señora de negro y los cuatro policías que estén más cerca de Kevin... no los mates, solo debilítalos. No dispares en puntos mortales – insiste Joeman.

– Los proyectiles serán disparados a una distancia de seis metros de distancia.

– Y quítale las esposas a Kevin antes de disparar, el dron tiene un laser, úsalo de cerca.

– Como ordene. Los proyectiles ya están por llegar – informa Miura.

– Desconecta el alumbrado eléctrico de toda esa zona – ordena Joeman. – Será mejor que Kevin desparezca en lo oscuro – pensó rascándose la barbilla.

– Listo señor. El dron ya está en posición, procederé a disparar los proyectiles – informa Miura desde la computadora.

– Espera...dejáme escuchar – la detiene el joven quien sentado frente a la pantalla le sube el volumen al reproductor.

"– Voy a preguntar por última vez. ¿Dónde está Joeman? – insiste la mujer de negro apuntando hacía la cabeza de Kevin, su agarre del arma es firme y seguro mostrando su temperamento frío e insensible.

No sé – contesta Kevin tajante, sin pensar dos veces y mirando fijamente el cañón del arma que sostiene la tía de Joeman.

No me dejas opción, niño – suspira la señora girando levemente la cabeza hacia un lado."

– Apaga todas las luminarias – ordena Joeman logrando que justo en ese momento las luces se apagaron súbitamente y todo quedó en oscuridad – Dispara ya.

Súbitamente se escucharon siete disparos provenientes de diferentes posiciones logrando confundir a los agentes y a la señora quien inconscientemente bajo el arma tratando de identificar de donde provenían los disparos, pero ya era demasiado tarde. Una bala penetró en su pierna izquierda y otra perforo su clavícula derecha desatando una hemorragia instantánea. Al instante los policías tirados en el piso comenzaron a quejarse del dolor apretándose sus piernas o brazos para tratar de retener el dolor y el sangrado.

– Dispara el laser – Kevin aún seguía de pie con una sonrisa de satisfacción en su rostro al observar como los polícias y la señora se revolcaban del dolor tirados en la calle o sobre los carros. De repente sintió que sus manos ya no estaban bajo la presión de las esposas y sin pensar dos veces se giró para golpear en el abdomen al policía que tenía detrás y quitarle su pistola en un santiamén aprovechando que no tenía fuerzas para levantarse por la bala que tenía incrustada en la pierna – Hijo de tu madre – dijo Kevin en tono irónico mirando hacía una de las cámaras de vigilancia.

– Listo – pensó Joeman al ver que Kevin estaba fuera de peligro – Dispara las bengalas ahora – ordeno dirigiéndose a Miura.

En ese momento todo quedo en neblinas y oscuridad, ningún policía podía ver lo que pasaba a su alrededor. Kevin aprovechó para regresar a la casa corriendo y tomar su billetera, su teléfono y las llaves del Mustang. En un abrir y cerrar de ojos Kevin salió de su casa no sin antes activar la alarma de bloqueo que reforzaba el cierre de todas las puertas y ventanas de la casa, de forma que nadie podía entrar ni salir.

Llueve el cielo en agosto ( Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora