Capítulo 6: La Dolly

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No podía esperar a que la noche pasara más rápido, o que el domingo llegara, y si tenía suerte él me presentaría a su familia también.

El sábado llegaron casi 8:30 en la mañana, Élder Correa fue directo a encender la computadora, que yo había dejado en la mesa de centro del salón, mientras que Élder Green se unió conmigo en la cocina para ayudarme a terminar el desayuno.

Casi todos en casa seguían durmiendo, sólo mi papá estaba despierto pero estaba en su habitación con algún nuevo proyecto en su portátil.

-Ayer dormí con una enorme sonrisa en mi cara -me dijo.

-¿Ah sí?

-Sí, usted es increíble hermana, no sabe cuánto le agradezco lo que está haciendo por nosotros.

-De verdad, Élder si tuviera que cortarme un brazo o una pierna para ayudarle, aceptaría todas las veces que me ha estado agradeciendo -le dije riendo- pero es sólo la computadora, así que no se lo tomé tan personal.

-Para mí es bastante. -dijo con voz profunda, y mi corazón se aceleró.

Escuché que del salón ya provenía la voz de los parlantes de mi computadora, y luego la voz de Élder Correa hablando con emoción.

Élder Green y yo nos sentamos a desayunar después de que él le fuera a dejar jugo y tostadas a su compañero.

-¿Puedo hacerle una pregunta? -dijo mientras se sentaba frente a mí en la mesa.

-Claro -dije mientras le servía el jugo que él mismo había hecho.

-Carla no es su mamá, ¿cierto?

-No -ya sabía a donde quería llegar, y hablar de mi mamá no era un tema sencillo para mí.

-Me di cuenta cuando supe que el apellido de soltera de ella es diferente a su segundo apellido. Pero John y tú sí tienen ambos apellidos iguales, Pero tu hermana no, y... no quiero parecer imprudente, pero tú no tienes parecido a ninguno de ellos.

¿De dónde había sacado toda esta información de nuestros nombres completos? Estaba segura que ninguno de nosotros se la habíamos dado, porque mi papá vivía diciendo que todos eramos una sola familia, y mis hermanos lo aceptaban así que no iban por la vida divulgando que teniamos diferentes apellidos al de mi hermana menor.

Me acomodé en mi silla antes de responder, eso no era algo de lo que yo hablara seguido, pero sus preguntas, a pesar de ser bastante personales, no me ponían incomoda.

-Lo siento si la molesté con mis preguntas. No tiene que responder. -me dijo de inmediato.

-No, no es eso. Carla no es mi mamá, pero es la esposa de mi papá. John y yo tenemos otra mamá. Pero Judith sí es hija de Carla y mi papá.

-Ah, ya veo, y supongo que usted se parece mucho a su mamá.

-Es lo que me han dicho -sonreí- aunque también pudieron haberme encontrado en la calle y pretender que soy su hija.

Él se sonrió ante mi ocurrencia; pero era un poco normal por nuestras diferencias: mi piel era blanca, como la de la familia de mi mamá, mis ojos verdes como el abuelo, y mi cabello de castaño y ondulado como la abuela; a diferencia de mi papá y mis hermanos que tenían la piel bronceada y el cabello rizado y oscuro.

-¿Y puedo preguntarle algo personal?

-Si es muy personal no la responderé. -le dije bromeando un poco.

-¿Qué pasó con su mamá?

Tragué grueso antes de responder.

-Murió durante mi nacimiento.

A Mormon Love StoryWhere stories live. Discover now