—Lucy...

—Ah. También quería decirte que si prefieres dejarlo, está bien, lo entenderé —se adelantó.

—Lu, no quiero dejarlo —pronunció con firmeza.

—¿No? —Ella alzó las cejas, todavía ensimismada en lo qué acababa de contar. Siempre había sido tan hermética con respecto a ese tema, como si algo en ella estuviera mal, como si una parte de su cuerpo estuviera <<mal configurada>> tras compararse con el resto del mundo. La sociedad en general colocaba al sexo como lo más importante en una relación de pareja. ¿Por qué a ella no le importaba? Ni siquiera un poco. Casi nada. ¿Por qué para la mayoría parecía ser una necesidad básica? Como si de tener sexo dependiera respirar.

—No —reafirmó—. Mucho menos por algo así. Tranquila —Theo se acercó, se sentó detrás de ella y la abrazó por la espalda, asegurando la manta a su alrededor. Lucy, todavía inquieta, bebió unos cuantos sorbos de té, esperando calmarse—. Lo he intentado tantas veces. ¿Sabes? Lo intenté con esas chicas con las que salí durante la universidad. Lo intenté con mi ex-novia, de hecho, estuve a punto de casarme. Incluso lo hubiera intentando con Jessica pero ella no quería nada serio —ella frunció un poco el entrecejo, aún no comprendía hacia donde iba—. No te imaginas lo frustrante que puede ser forzar relaciones. Intentarlo solo porque crees que en algún punto todo mejorará y que de pronto tendrás una relación de película. Contigo no es así, Lucy. Contigo todo se siente más... Sencillo, pero al mismo tiempo, emocionante. Nunca sentí que tenía que forzar la relación que tenemos. Todo fluyó. No puedo explicar lo que siento por ti, pero sé que nunca dejará de crecer. No cambiaría esto por nada.

Entre sus brazos, Lucy percibió sus ojos aguarse. No había nada más lindo que escuchar aquellas palabras en la voz de Theo. En su manera de pronunciarlas, en cómo la abrazaba con cariño mientras lo hacía, en la forma en que su barbilla rozaba su cabello mientras su voz llegaba hasta sus oídos, haciéndole cosquillas. Sintió que estaban equilibrados. Eran como dos adolescentes viviendo su primer amor, pero al mismo tiempo, lo suficiente maduros para hacerlo durar en el tiempo.

Tiró levemente la cabeza hacia atrás, apoyándola en su hombro. Lo contempló, como quien contempla a la persona más importante de su vida. <<Vaya. ¿Qué fue lo que hice bien para que el universo haya decidido que tenemos que estar juntos?>> pensó para sí misma, cambiando la tensión por una sonrisa natural.

—Tampoco cambiaría esto por nada, Theo —coincidió, luego se relamió el labio inferior y él no resistió. Acunó su rostro en una mano, se aproximó lo suficiente hasta besarla con la intensidad de mil huracanes. La lluvia seguía golpeando el vidrio y entonces, Lucy supo que amaría aún más las tormentas. Siempre se asociaban a los momentos más especiales—. ¿Puedo hacerte una pregunta? —él asintió—. ¿Qué prefieres? ¿Vivir para siempre sin lluvia o que llueva a diario?

Theo observó hacia el exterior, notando el detalle. Los días lluviosos estaban ligados a recuerdos que lo hacían vibrar. Recuerdos de los dos, juntos. Riendo. Felices.

—Que llueva a diario, para siempre.

Entonces, Lucy sonrió y volvió a besarlo. 


━━━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━━━

NOTA DE AUTORA: Hola. ¿Cómo están? Espero que les haya gustado el capítulo. Es uno de los más importantes para mí <3. Además estoy un poquito triste, así que realmente me haría bien saber que al menos les saqué una sonrisa a mis lectoras. 

Les mando un abrazo fuerte a todas y sepan que son muy importantes para mí. 

¡Gracias por leer!

No olvides dejar una estrellita y algún comentario. También sígueme en mi perfil, para no perderte ninguna novedad.

 También sígueme en mi perfil, para no perderte ninguna novedad

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Frágil e infinitoWhere stories live. Discover now