UN POSIBLE AMOR © [EN PROCESO] (libro 1 Fisk)

49. Me parece que no es mi día

       

       

                         CAPÍTULO  4 9

Debes tener cautela.

Si.

Cautela.

Apreté mis manos.

El problema es, sí, exacto. No la tengo.

— ¡Se pueden callar! —exclamé irritada.

— No —me dijeron en coro, Valery y Josué.

— ¡¿NO?! —pregunté.

—No. —replicaron.

—Okey, iré y los azotaré tan fuerte que querrán que papá y mamá vuelvan.—les avisé levantándome del sofá. Claro, mi paciencia al borde.

—No, hermanita, como crees, yo a ti te quiero mucho. —comentó Josué.

—Te crees dueña de la casa. —combatió Valery.

—Recuerda que estoy a tú cuidado, eres una mocosa aún.—le hablé.

—¡Arg!, tengo dieciséis —confesó.

—Vez, eres una mocosa —afirmé.

— Ahora te crees abuela —siguió ella.

—Es verdad —le ayudó Josué.

—Tú. Mantente en silencio. —le advertí. —Mejor vete a tu habitación y tu Valery también —les ordené.

— ¿Que me quede contigo, dices?, ok —dijo ella, como siempre llevando lo contrario en mente.

—No, vete a tu habitación.—le avisé.

—¿Crees que iba a quedarme contigo?, ja —cuestionó la adolescente y pasó por mi lado.

Me volteé a mirar a la ventana, necesitaba que Tatiana ya estuviese en casa, aunque sabía que su hora de trabajo aún no acaba, tenía que asistir a tres entrevistas y un concierto esta noche, y sí. No estaba. Preparada. No tenía un vestuario listo, no le había llamado al estilista, además de que tenía una clase en la facultad que de seguro la perdería, porque tiempo no tenía. Y sin duda no quería eso. Porque necesito graduarme.

Por Dios.

Cerré las cortinas ventanales, caminé hasta mi habitación y entré en la misma. Valery estaba en su ordenador. Me dió un vistazo, pero luego prefirió ignorarme.

—Me parece que no es mi día —confesé caminando de un lado a otro. Y es que había prometido cumplir con mi contrato aún cuando el médico me había dictado que debía mantener reposo.

— Nunca es tu día —escuché decir a la adolescente de cabello largo.

— Lo sé, gracias por el ánimo que me das, en serio —conversé y me rasque la frente.