UN POSIBLE AMOR © [EN PROCESO] (libro 1 Fisk)

51. ¿A dónde quieren ir?

           

                   C A P I T U L O   5 1

Fortalezas...

Debilidades...

Es todo lo que rodea la vida.

Quizá el pensar de un ser humano, contabiliza probabilidades de crear fortalezas que luego se convierten en debilidades.

En la vida, la gente cuenta cada debilidad como algo en lo que siempre tendrás fracaso, sin embargo ¿cómo no ser débiles ante una fortaleza?, difícil de pensar, pero conviene entender que para tener fortalezas, primero debe haber debilidades. Somos seres con sentimientos.

Existen sentimientos que nos seguirán como viento a donde sea.

Pongo mi cabeza en el hombro de Mark, quien me acompaña en la sala de estar, no estamos solos, Risher y Patty nos acompañan al igual que Gisele y mi par de hermanas y por supuesto mi travieso hermano Josué.

El juego de mesa está encima de la repisa, todos mirando fijamente quién está a punto de perder. Probablemente sea yo la que pierda, siempre pierdo ¿Razón?, mi suerte jamás ha sido tan buena.

Lancé el dado y empecé a contar espacios. Por Dios, efectivamente he perdido.

Todos ríen y yo solo puedo rascarme la cabeza en disgusto.

— Tendrás que beber una botella con agua nuevamente —me avisa Risher, está es la tercera vez que mi castigo ha sido beber botellas con agua, en menos de una hora. Y si, estoy por explotar.

—Yo beberé, Andreina ha bebido suficiente. —avisó Mark.

La voz de todos gritando se oyó en protesta.

— Ese no es tu castigo —le dijo Tatiana —¡Qué trampa! —concluyó y se cruzó de brazos.

Por Dios, se supone que es mi hermana. ¿Desde cuando las hermanas se traicionan de esa manera?

— Dale, te apoyo —dijo Patty y Gisele asintió un par de veces en positivismo, solo les quedaba aceptarlo.

— Solo por esta vez saltaremos reglas —respondió Risher y Patty le golpeo en la espalda.

— ¡Auch! —se quejó.

— De todas maneras, Andreina seguirá perdiendo, no existe nadie con peor suerte que ella, excepto por que está con Mark.—charló Valery.

—Hey —discutí.

—Beberé —habló Mark. Y empezaron a animarle con cháchara.

Mark apretó la botella con fuerza introduciendo todo el líquido a su boca, descansó para luego seguir.

Le dí un beso corto cuando acabó la botella de agua.

Hoy Mark se veía como cualquier persona en el mundo, excepto porque es demasiado guapo y no hay comparación con él. Su cabello luce desordenado y su camiseta color lila, que la combina bastante bien con su pantalón corto color negro, mencionando sus tenis blancos. ¿Podría haber hombre tan guapo aún cuando no se peina? Por supuesto, solo Mark.