UN POSIBLE AMOR © [EN PROCESO] (libro 1 Fisk)

48.¿Van?

                C A P I T U L O  4 8

—Trata de usar menos espacio —le dijo Patty a Risher.

Ok, la confianza aumento en unas horas de relación formal.

— Vale, pero es que hay muchas personas tía, ¿cómo vamos a entrar todos aquí? —le respondió él.

—Estúpido si entramos, solo debes sentarte bien —le comento Gisele.

— Basta, aún hay espacio —escuché decir a Tatiana, quien llevaba sus auriculares puestos. —Josue, siéntate a mi lado —le ordenó ella y él le obedeció.

—No iremos tan lejos o ¿sí? —Preguntó Gisele.

— La verdad no, la casa de la amiga de Valery está a unos quince minutos de este arrabal —les avisé —Bueno, eso dice el GPS. —continúe al final.

— Ah, vale llegaremos súper rápido —dijo Patty.

— Así es mi caramelito. —le respondió Risher a ella.

Por Dios que empalagosos.

Patty le abrazó y el besó su frente. Sacudi la cabeza y me puse el cinturón de seguridad, como estaba en el asiento copiloto, puse el usb musical de Mark.

Mark me sonrió y le devolví la sonrisa, le puse volumen completo a la música y Mark arrancó sin aviso previo. De pronto todos estábamos cantando. Las canciones de Mark eran mega románticas, literalmente nos convenía cantar a todos y era lo que hacíamos, las ventanas abiertas dejando que el aire fresco y natural nos acompañe.

—I want to be caressed by your delicate hands, I want to see your smile at every sunrise, I like you, I like only you...  (Quiero ser acariciado por tus delicadas manos, quiero ver tu sonrisa en cada amanecer, me gustas, me gustas solo tu...) —Cantamos el coro aún más alto que toda la canción.

Incluso Josue, sí, él. No entendía que tan enamorado podría estar este niño o quizá solo se había aprendido las canciones por que eran parte de mi itinerario, cuando hacía limpieza reproducía el álbum en la sala de casa a todo volumen.

Fue divertido, hasta que los minutos pasaron y llegamos a casa de Scarlett. Valery estaba en la ventana del segundo piso y su amiga le acompañaba.

Ambas desaparecieron de la ventana, para que luego de unos segundos ellas ya estuviesen en frente del carro de Mark, sí, Valery tenía mucha suerte pues tenía como cuñado a Mark Williams, como amigo a Risher y Gisele ¿qué más podría pedir?, claramente su amiga está atónita viendo a un grupo de cantantes.

Scarleth parpadeó un par de veces, sus grandes pestañas la hacían lucir muy linda. —Hola, ¿podrían tomarse una foto con-migo? —casi habló en tartamudeo.

—Desde luego. —pintó Risher.

Mark asintió y Gisele se apresuró a salir del auto, me encantaba su manera de demostrar lo humildes y sencillos que solían ser.

— Andreina tu también.—habló ella, estaba avergonzada, pero mi querido Marky me animó a salir del auto.

Hicimos una foto grupal en donde Scarleth esta en el medio para que resaltase, Valery dio clic a la misma.

— Gracias —Scarleth habló con emoción —Jamás olvidaré este día, lo juro —dijo al final, mirando su móvil con la fotografía.

   
                                   (...)

Árboles, pinos extremadamente altos, rocas en arena y un gran río de verde cristalino. ¿Dónde está este sitio que nunca lo vi en redes?, ni siquiera lo había visto en libros de turismo.

—¡No brinques!, parece que nos caemos. —gritó Gisele a obviamente Risher, parecía un niño pequeño brincando en el puente de madera que atravesaba el río.

Los miré desde el balcón de la cabaña, se suponía que también debería estar con ellos, pero el impulso de querer quedarme solo admirando este lindo lugar me dio por hacerme quedar.

El sonido de los pájaros y el aire era único, tal sonido que relajaba. Mi cabello se movía de un lado a otro dejando desprotegida mi tez de rostro por el movimiento que daba el viento en el mismo, al parecer hacia mucho frío como para meterse al río.

Aunque no me importaría, pues pude resistir cuando Mark declaró que le gustaba bajo la lluvia, ¿cómo olvidar tal día?, si claramente deseaba haber podido grabar en la memoria de mi móvil sus palabras. Porque literalmente pensé que lo había dicho de broma, pero no, imposible que de Mark saliera una broma como esta.

— ¡Andreina! —me llamó Mark desde el puente. —Josue quiere lanzarme —dijo en broma porqué claramente quien quería larzarlo era él a mi hermano.

Dios. ¿Por qué los hombres bromean con cosas como esta?

Me reí, Tatiana estaba a mi lado, ella aún escuchaba música, mientras que Valery tomaba yogurt en una de las rocas.

— Tatiana, yo sé que es difícil. Pero sabes que no mereces a alguien que no vea la hermosura de tu ser, eres bastante guapa, él, no creo que sea alguien tan bueno para ti, se fijó en una niña. —le expliqué en tono bajo.

—No lo conoces, yo se que él no es así. — lo defendió ella.

Respiré hondo —Tatiana, no esperes mucho de alguien que te demuestra lo contrario.—seguí.

Ella negó con la cabeza, quizá iba a ignorar lo que decía. Sabía en el fondo que él no era el indicado para ella.

— No digas más. —dijo ella y con eso se fue de mi lado. Esperaba que al menos se quedara escuchando lo que tenía que decirle, sin embargo no fue así.

Ella bajó las escaleras se puso a la par de Valery, se sentó en una de las rocas y aparento usar su móvil. Negué con la cabeza y dí un suspiro bastante audible.

— ¡Andreina! ¡¿no vienes?! —me llamó Mark al otro lado del río.

Con lo que había pasado con Tatiana no tenía ánimo para ir donde estaban ellos, sin embargo no podría desquitarme con mi Mark por algo que él no sabía.

Bajé las escaleras.

—¿Van? —hablé, Valery le dio una mirada a Tatiana.

—Esta bien, vamos. —anuncio Tatiana. Cruzamos el puente hasta llegar a donde se reunían Mark, Gisele, Risher, Patty y mi travieso hermano Josue.

Me senté en el suelo terroso, el monté provocaba que la ropa no se manchase de tierra.

Mark tenía una rama entre sus manos, escribiendo algo sobre la tierra.

—Ven aquí —me llamó Mark, ya que estaba junto a la coexistencia de Gisele y no a la suya.

— Voy —comenté y me levanté para sentarme a su lado.

Un posible amor, M&A.

Letras escritas con barro, Mark sabía cómo alegrar mi día, el sabía como sacarme una sonrisa. Le miré, el reflejo del sol topaba con su verde mirada, su vista se cruzó con la mía, hasta que el perfecto contacto visual se forme en ambos.

— Una aventura más, esta escrita. —le susurré, su rostro estaba a centímetros del mío, su aliento rozaba mis pómulos. Mi corazón de pronto empezó a latir tanto como si hubiese corrido por toda la facultad.

Esbocé una sonrisa cuando le vi levantar sus cejas y mirar mis labios, sus labios tocaron los míos, dejándome acariciar la comisura de boca lentamente. Literalmente sabía que él era el indicado, porque cuando mi humor cambiaba el seguía soportado este caos. Entonces ¿como hacer de este posible amor un desastre, cuando obviamente ya lo somos?, simplemente se debería tener dos personas dispuestas a formar un amor en complexión mutua.