– Son las 7:23 pm señor

– Ok... quiero que conectes una copia del holograma del objetivo al dispositivo L3 del guante izquierdo, veamos si funciona – ordena Joeman todavía acostado en la cama.

– Ya está listo señor – informa Miura a la vez que el holograma se expande en la pantalla incrustada en el guante.

– Bien...perfecto – una sonrisa de satisfacción se esboza en su rostro al manipular la copia del holograma en su muñeca.

– Ya terminamos por hoy – anuncia Joeman levantándose de la cama.

– Señor... le informó que tiene dos llamadas perdidas de Laura y de Alícia, también tiene tres llamadas perdidas de Ángela y dos mensajes de texto del mismo número, los desea ver?

– No... luego los veo – contesta Joeman sintiendo su corazón acelerarse después de haber escuchado el nombre "Ángela". En ese instante su mente se detuvo y súbitamente volvió a pensar en ella y el tiempo pareció borrarse.

Comenzó a preguntarse por qué ella lo llamaría tres veces e incluso dejarle un mensaje, por qué él se sentía abrumado, con una sensación de placer inefable... esas preguntas y otras más aturdieron su cabeza hasta llegar al punto de no querer pensar en más nada, desaparecer por un momento y alejarse de todos, pero sabía que eso no sería posible.

Aún inmerso en esa burbuja de incomprensión, Joeman inconscientemente miró a su alrededor y al ver todas sus cosas cayó abruptamente en la realidad. La imagen del rostro de Ángela desapareció poco a poco y comenzó a recordar la tortura por la que había pasado su padre y la que pasó su hermano. Su consciencia lo obligó a dejar de lado los sentimientos amorosos y responder al deber de cobrar la muerte de sus seres queridos, de su familia.

Por esa noche no durmió pensando en lo que haría, en su familia, en la jugadora de voleyball y en su "cita" con ella el sábado en la tarde. Recordó las amenazas de su tía si no llegaba a la reunión con el señor Leid el sábado por la tarde pero eso no le importó, ya tenía lo necesario para deshacerse de él para siempre. Esa noche al no poder conciliar el sueño, trató de contactarse con Ámber varias veces, lo que contenía la memoria no era exactamente lo que ella le había dicho , el encriptado que tenía y nombre del propietario era demasiado confuso, casi como un enigma imposible.

Después de sus fallidos intentos por contactarse con Ámber, Joeman marcó el número de Kevin, el cual si le contestó unos segundos después.

– Alo? – pregunta Kevin.

– Kevin, habla Joeman.

– ¿Quien habla? – pregunta Kevin con un tono dudoso.

– No estoy para bromas ahorita, Kev.. – Joeman logra reconocer su tono de voz.

– Disculpe señor, número equivocado – Kevin lo corta antres de que termine su frase, su tono de voz es aun más dudoso, cómo si intentara ocultar algo

– ¿ Qué pas...?

– Vuelva a revisar su número señor...tenga buen día.

– ¿Como que...? – tales respuestas le parecieron confusas, le pareció que Kevin quería ocultar algo y deshacerse de él rápidamente, pero que a la misma vez quería decir más cosas. Joeman conocía a Kevin desde su infancia y sabía que él no era de hacer ese tipo de bromas... sabía que no era una broma... algo no estaba bien.

Joeman volvió a llamarlo pero esa vez no le contestó.

"Vuelva a revisar su número señor" la última frase de Kevin se volvió a repetir en su mente, se preguntó por qué lo había llamado "señor". Sin duda alguna Kevin estaba fingiendo la llamada...algo no estaba bien.

Joeman se levantó de su cama, encendió su laptop y activó nuevamente a Miura, él no se creía detective, pero necesitaba entender que pasaba. Mientras cargaba salió por primera vez del cuarto y caminó por la casa buscándo a Tony . Todo estaba a oscuras, no había ni una sola luz encendida además de la de su cuarto. Pensó que todos se habían ido a dormir, por ende fue al cuarto de Tony pero no lo encontró. Todo estaba bien arreglado cómo si nadie había entrado durante el día. Luego salió a la terraza y vio que solo estaba Wolff acostado en el sofá. Joeman se dirigió al parqueo y vio que solo estaba el Nissan GT-R, entonces entendió que tal vez todos había salido y lo habían dejado encerrado en la casa. Sin embargo le pareció demasiado extraño que nadie le había avisado.

Teniendo en mente lo que estaba sucediendo, Joeman regresó a su cuarto .

– Miura, necesitó que rastrees la última llamada – ordena Joeman activando una micro-cámara.

– La llamada proviene del sector de Las Colinas, el dueño de la propiedad es Kevin Lanster.

– Ok... Kevin está en su casa... – pensó Joeman frunciendo las cejas – Muestrame una foto en vivo de su casa, conectate con alguna cámara de vigilancia...Kevin tiene cámaras en la entrada.

– Está bien señor – dice Miura – Señor la imagen ya está lista – informa la inteligencia artificial mostrándo una foto de el interior de la casa...todo parece normal.

– Ahora muestrame el exterior – exige Joeman sintiendo que el problema es cada vez más desesperante.

– Aquí está señor – Miura muestra las imágenes de las video-cámaras del portón príncipal de Kevin, nada parece normal.

– MIERDA – maldice Joeman golpeando la mesa con sus nudillos al ver las seis patrullas de la policía parqueadas al rededor del portón principal y entre ellos logra identificar a su tía, vestida de negro y sujetando una pistola con la cual apunta hacía la cabeza de un hombre que tiene las manos atadas con unas esposas y sujetadas por otro policía, ese hombre atado y de rodillas era su amigo de infancia, Kevin


Llueve el cielo en agosto ( Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora