19.- Secretos

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Code: Lyoko y sus personajes son propiedad de MoonScoop y France3.

Personaje: Jim Morales, Suzanne Hertz.
Capítulo relacionado: Verdad/Mentira.

Secretos

Sinceridad.

Jim sabía que la base de una relación sana era esa: la sinceridad. Si bien era cierto que nunca le había mentido a Suzanne los secretos de su vida antes de Kadic estaban allí, tan presentes como sus «prefiero no hablar del tema».

Tal vez era porque Suzanne creía que exageraba un poco, pero se mostraba comprensiva con su no querer hablar del tema. Sin embargo, Jim, sabía que era cuestión de tiempo que la comprensión se convirtiera en amargos reproches, porque los secretos siempre acababan arrasándolo todo.

El coche de alquiler enfiló la última curva y avanzó con suavidad hasta la casa frente al lago que había pertenecido a su instructor de combate. Suzanne miró a su alrededor maravillada.

—¿Vamos a quedarnos aquí de verdad?

—Sí, es un buen sitio.

—Pagaré la mitad del alojamiento.

—La casa es mía —replicó con suavidad rascándose la nariz—. Una herencia. —Sin entrar en detalles, con un secreto más agazapándose entre ellos.

Ella no dijo nada, sólo asintió con suavidad.

Jim abrió la puerta liberando el olor a cerrado de la casa mientras Suzanne sacaba las bolsas del maletero. Él las cargó todas, en un sólo viaje, hasta el interior. Airearon la casa, prepararon algo para comer y al acabar se sentaron en el sofá.

Estaba extrañamente silencioso, Jim, era una de aquellas personas de conversación fácil y ligera, por eso era sorprendente. Su mirada estaba perdida en algún lugar indeterminado de los tablones de madera del suelo, como si estuviera en algún muy lejano al que ella no podía llegar.

—¿Te encuentras bien?

—Suzanne, no quiero engañarte, hay muchas cosas que no voy a poder contarte nunca —siseó y la miró a los ojos con seriedad—, pero podemos hablar de las que sí.

—¿Por qué no puedes? ¿Eres alguna especie de espía?

Jim sacudió la cabeza, no era un reproche, pero casi lo rozaba.

—Nací en un pueblo de Irlanda, mis padres fueron asesinados en uno de los múltiples atentados del IRA.

—¡Dios mío, Jim! Lo siento.

—Jim Morales no es mi nombre real —continuó reconfirmando lo dicho durante el juego de verdad/mentira—. El real no puedo dártelo, tampoco es importante porque llevo casi toda la vida siendo Jim Morales.

»Estuve en un orfanato un tiempo, un par de años creo, hasta que me adoptaron.

»Mi padre adoptivo era militar, entré en la academia siendo un niño, y alguien se fijó en mí. Ese alguien me apuntó a un programa especial, como una especie de cuerpo secreto, allí me dieron mi nuevo nombre.

—¿Como la CIA?

—No, digamos que la CIA está en pañales si la comparas con nosotros... ellos —se autocorrigió. Ya no formaba parte de eso, tampoco quería volver, aunque lo echase de menos a veces—. Es alto secreto, una sombra.

»He hecho muchas cosas, algunas buenas, otras cuestionables, otras terribles —continuó con tono afligido—. Algunas puedo contarlas, aunque no quiera hablar de ellas. Otras no puedo, aunque me encantaría hacerlo.

Suzanne no podía imaginarse a Jim haciendo nada cuestionable ni terrible. Era una persona noble y afectuosa, se lo había demostrado innumerables veces, daba igual lo que hubiera tenido que hacer porque no era así.

—He pensado que aquí me resultaría más fácil romper algunos secretos porque sé que nadie puede oírme a parte de ti.

—Está bien, Jim, te escucho.

Quería escucharle. También le parecía que necesitaba soltarlo, desahogarse, aligerar peso. Pensaba escucharle si eso era lo que necesitaba.

Fin

Notas de la autora:
¡Hola! Me he acordado de un borrador que tengo por ahí sobre Jim y sus múltiples "prefiero no hablar del tema". Igual algún día la escribo.
Espero que os haya gustado.


Lyoko LandWhere stories live. Discover now