18.- Poema

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Code: Lyoko y sus personajes son propiedad de MoonScoop y France3.

Personaje: Emilie Leduc, William Dunbar.

Poema

La profesora de literatura les estaba dando una clase que parecía infinita sobre poesía. A todos les parecía de lo más aburrido asociando siempre la poesía al amor cursi y pegajoso.

Emilie se había desconectado irremediablemente, le gustaba leer, pero no los poemas. Era más que evidente el desinterés de todos por el tema, aunque no fue hasta que un ruidoso bostezo hizo eco que la profesora se dio cuenta del panorama.

La profesora se esforzó por remontar el tema intentando hacerles entender que la poesía no se limitaba al amor, que existían poemas de todo tipo y sobre todas las temáticas incluso que, las letras de las canciones eran pequeños poemas, pero nada funcionó. Los deberes para la próxima clase establecieron que debían de leer un par de poemas épicos y escribir uno sobre el tema que prefiriesen. Emilie habría preferido que la empujaran por la ventana.

Después de comer se encerró en la habitación que compartía con Azra con una libreta frente a ella y un bolígrafo en la mano.

Un poema.

La profesora no había especificado de cuántos versos, así que podría escribir algo corto y simple, hasta ahí todo correcto. El problema era ¿sobre qué escribir?

Pensó en algún recuerdo de su infancia, pero lo descartó porque no dio con nada bucólico o especial. Trató de dar con algún sentimiento profundo y complejo, que no fuese el amor, sin éxito.

Le echó un vistazo al reloj que anunciaba que la hora de la cena se aproximaba peligrosamente y, comprobó, que la hoja seguía completamente en blanco.

—Qué desastre —se quejó.

Sabía que tenía tiempo, pero no quería arrastrar deberes para el fin de semana, prefería quitárselos de encima el mismo día que se los encargaban.

Tras media hora más de estar en blanco se resignó a dejarlo para el día siguiente. Tomó sus cosas, se metió en las duchas antes de bajar a cenar.

Sus amigas estaban en la mesa detrás de la pandilla de Ulrich, llenó su bandeja y se sentó con ellas dispuesta a evadirse, aunque sin abandonar la esperanza de que una idea, la que fuera, la golpease de repente para completar la tediosa tarea.

Oía al grupito cuchichear entre las voces de sus amigas, no podía entender de lo que hablaban, tampoco pretendía descubrirlo, suponía que sería sobre el dichoso poema que tenía que escribir. Se olvidó de todo, se centró en sus amigas y en desconectar, pero no se apuntó al plan de ir a la biblioteca a estudiar un rato antes de dormir.

Se despidió de ellas, se levantó y caminó hacia la salida tras dejar su bandeja en el carro.

—¡Emilie! —Giró la cabeza para mirar a Azra que levantaba los pulgares—. Esta es la tuya.

El suave choque la hizo tambalearse, se recolocó las gafas mientras una suave risa le calentaba el pecho. Oh, por Dios, de toda la gente de Kadic contra la que podía chocar tenía que hacerlo contra William Dunbar.

—Perdona, ¿estás bien?

—Sí, iba distraída.

Él volvió a reír con suavidad. Aquella risa cálida y los ojos azules, podría escribir un libro enterito sobre ellos. Se le encendió la cara.

—¿Seguro que estás bien?

—¡Sí! Lo siento, tengo que irme.

Salió disparada, la inspiración la había golpeado como un rayo.

Fin

Notas de la autora:
¡Hola! Admito que los poemas no son lo mío, así que no se me ocurría nada decente, incluso había pensado en no escribir nada para el prompt, pero al final salió algo.
Espero que os haya gustado.


Lyoko LandWhere stories live. Discover now