❀ Just Love Me // One Shots // Genya Shinazugawa ❀

♡ 08 ♡

⚠ AVISO ⚠

En este Shot hay obsesión y manipulación/soborno/chantaje emocional, se recomienda discreción. (Aunque no es tan fuerte realmente.) Sí eres alguien muy sensible o has pasado por una situación así, te pido que no leas esta parte.

Les pido que por favor no romanticen ni normalicen este tipo de comportamientos en la vida real. Recuerden que esto es solo ficción y nada de esto es canónico, está de más decir que el Genya canon es una masita dulce.

Sin más que decir disfruten su lectura.

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La peli___ se encontraba en camino a la finca mariposa para que revisen sus heridas, se sentía bastante cansada. Había sido algo complicado, pero al final logró acabar con los dos demonios que habían estado aterrorizando a los habitantes de la ciudad, sin embargo no sentía uno de sus brazos de seguro se lastimó bastante.

Ahora se encontraba recostada descansando, sin duda debía tomar vacaciones. En eso la puerta fue abierta suavemente dejando ver a un chico alto y rapado, se conocieron hacía unos meses ya que tuvieron una misión juntos y se habían hecho buenos amigos rápidamente aunque al inicio el pelinegro no podía hacer nada más que mirarla y oírla hablar para luego asentir a lo que ella decía.

—Hola. -Saludó con la mano tímidamente. —¿Cómo te sientes?

—Como sí me hubiera pasado un tren por encima, pero un poco mejor ahora.

—Lo lamento, pregunta tonta. -Se acercó a su cama y observó su brazo izquierdo vendado.

—No, no, no lo dije para sonar grosera, sí no como una broma, ya sabes. -Se apresuró a mover su mano derecha en forma negativa para evitar un mal entendido con el pelinegro.

—Espero que tus heridas se mejoren, por ahora te traje esto. -Le extendió una paleta de caramelo que compró para ella, púes sabía lo mucho que le gustaban.

—Te lo agradezco mucho. -La tomó y dio una sonrisa en agradecimiento, el contrario sólo se sonrojó.

Estuvieron hablando por varios minutos hasta que Genya se tuvo que ir y se despidió de ___ con un abrazo.

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Ya se había recuperado totalmente y ahora se encontraba en el jardín con Tanjiro, los dos estaban conversando alegremente sin notar que estaban siendo observados desde una distancia considerable.

De repente a la chica le entró hambre, así que le ofreció al pelirrojo ir a buscar algo para comer a lo que él aceptó.

Ambos iban llegando a la cocina para pedir algo de comer, ella se percató que había dejado su brazalete en el jardín, le pidió un momento a Tanjiro y cuando fue a buscarlo ya no estaba. No entendía que había pasado, juraba que lo había dejado allí sobre una roca, seguro se lo había imaginado lo mejor era darlo por perdido.

Lo que no sabía es que cierto pelinegro rapado tomaba las cosas que ella solía olvidar por descuidada, tenía una gran colección de cosas suyas que incluso ni ella recordaba, todas estaban guardadas en un cofre de madera, por que esos eran tesoros, sus tesoros.