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—¿Se perdió un extranjero?

Era sábado por la mañana y JunMyeon estaba en el departamento de bomberos terminando el presupuesto que estaba preparando para Jimin.

—Un segundo, Leeteuk pasare la llamada a kiseob. —informo JunMyeon—. yo estoy ocupado.

Traspaso la llamada a kiseob y regreso a su labor cuando terminara con el papeleo iba a ir a ver a SeHun. Le había pedido a Jimin algunos días libres y él se los había concedido.

Temía que hubiera dañado tanto las cosas con SeHun que ya no hubiera posibilidad de arreglarlo, pero no podía dejar que pasara otra noche sin hacer nada al respecto. Así que, si eso significaba arriesgarse a que SeHun lo rechazara o, peor aún, que sintiera compasión por su situación, tendría que exponerse a ello.

Fuese como fuese, se encontraba tan mal, que las cosas no podrían ir a peor. Al menos contaba con algunos días de vacaciones para recuperarse del golpe si las cosas no salían bien, pero esperaba que no fuese necesario.

Rezaba para que fuera capaz de explicarle a SeHun lo que había pasado y que él lo entendiera. Esperaba que no lo odiara por haberse asustado tanto y...

—¡JunMyeon ¡

Jimin lo sacó de sus pensamientos.

—¡JunMyeon! —insistió él—. Creo que deberías venir a ver esto.

Jun dejó el bolígrafo sobre la mesa y giró la silla hacia él.

—¿Ver el qué? —cuestiono con impaciencia.

Jimin estaba frente a los ventanales que daban a la calle principal del pueblo.

—La banda de música del instituto está ahí afuera tocando. —menciono emocionado.

JunMyeon se acercó hasta donde estaba él. Así era. La banda llevaba uniformes muy parecidos a los que usaba la banda cuando él estudiaba en el instituto Mangseo calle abajo hacia donde ellos se encontraban.

—Debe de ser por el partido de anoche. Al fin y al cabo, han ganado el campeonato estatal de baloncesto. —dijo JunMyeon.

—No había oído que fueran a organizar ningún desfile. —comentó Jimin—. Habrían necesitado un permiso y nos habrían notificado a nosotros para que estuviéramos cerca.

Otros oficiales se acercaron a ellos para ver a la banda.

—¿No es ése el entrenador SeHun? —dijo uno de ellos señalando hacia el desfile.

JunMyeon asintió. SeHun andaba al lado de la banda, pero, desde donde estaba, sólo podía verle la cabeza

—Sí, es el entrenador. Entonces seguro que es por el partido. —dijo JunMyeon. Hubiera deseado presionar la nariz contra el cristal y quedarse allí mirándolo, pero decidió contenerse y volver a su mesa de trabajo.

Había resuelto ir a ver a SeHun, pero no esperaba verlo antes de que llegara ese momento. Le temblaban las rodillas. Aun así, seguiría adelante con su plan.

No podía quedarse al lado de la ventana. No quería que sus compañeros vieran lo vulnerable que podía llegar a ser.

Al poco rato comenzó a oír el ruido de los timbales y de los grandes tambores y no pudo evitar mirar hacia la ventana.

Después se levantó de la silla y se acercó hacia allí.

Decenas de personas comenzaron a llenar las aceras frente al edificio. Era una mañana de sábado fría pero despejada. Vio a varios policías que habían salido a ver el desfile, incluso la telefonista de la comisaría estaba allí con los auriculares del teléfono aún puestos.

Un amor atrapado en el invierno-SEHOWhere stories live. Discover now