Un amor atrapado en el invierno-SEHO

19

—Mis padres viven en Daegu. —le dijo JunMyeon.

—¿Creciste bastante unido a ellos?

—Sí y aún lo estoy. Mis padres todavía pasean de la mano. Es genial verlos así, después de tantos años.—comento JunMyeon con emoción y recordó que cuando se casó con YunHo pensó que su matrimonio sería para toda la vida, como el de sus padres. Pero nada más lejos de la realidad, se explico JunMyeon.

—¿Tienes más hermanos o sólo el médico? —pregunto SeHun.

—Tengo dos hermanos donceles más jóvenes que yo. —dijo mientras tomaba una de las galletas y comenzaba a mordisquearla.

Era de avena. Odiaba las galletas de avena. Eso le pasaba por dejar que un hombre lo distrajera.

—¿Cuánto tiempo estuviste casado?—cuestionó SeHun

—Seis años. —contestó JunMyeon sorprendido—. ¿Y tú?

—Cinco. ¿Aún lo quieres? —cuestiono SeHun mirando a JunMyeon.

A JunMyeon se le cayó la galleta de las manos.

—Ésa es una pregunta muy personal. —alcanzo a decir JunMyeon con una sonrisa apenada.

—Sí. —asintió SeHun mientras se agachaba a recoger la galleta.

La dejó sobre la mesa y lo miró de nuevo.

—¿Lo quieres? —volvió a preguntar SeHun.

—No. —confesó JunMyeon al borde de un ataque de nervios—. ¿Y tú?

—¿Qué? ¿Que si quiero a tu ex? Pues no. —bromeo SeHun.

—Ja, ja. —rio JunMyeon de mala ganas y lo miro inquisitivamente.

—Sí. —dijo SeHun apartando la mirada.

—Lo siento. —dijo JunMyeon por la pregunta tan personal. lo sentía de verdad. Más de lo que quería admitir. Pero lo había preguntado y tenía que aceptar la respuesta así le doliese saber que quería a un hombre equivocado.

—¿Por qué? —le preguntó SeHun mirándolo fijamente.

—No lo sé. —mintió JunMyeon fingiendo un aire despreocupado.

SeHun tomó otra galleta y se la llevó a la boca.

—Esto es lo que Luhan siempre quiso. —confeso SeHun con tristeza.

—¿Una galleta de chocolate? —bromeo JunMyeon en un mal chiste.

—Una vida normal como ésta. —dijo SeHun con media sonrisa mientras miraba a las familias a su alrededor—. Se moría de ganas de mudarse aquí. Se había imaginado cómo sería aquí la infancia de lucas y qué tipo de casa tendríamos. Le encantaba la idea de formar parte de la vida de un pequeño pueblo como éste.

Estaba tan cerca de él que JunMyeon podía distinguir cada una de sus pestañas y las finas líneas de expresión que rodeaban sus ojos.

—Entonces estaría encantado de que tengan lo que quería él para ustedes. —le dijo JunMyeon con suavidad.

—Sí. —repuso SeHun con amargura—, pero demasiado tarde.

A tiempo se dio cuenta JunMyeon de que había estado a punto de acariciarle el pelo y se contuvo. Sabía que eso habría sido una locura.

—Demasiado tarde porque murió... —añadió JunMyeon con empatía.

—No, demasiado tarde porque no empecé a vivir la vida que Luhan quería hasta después de que muriera. —dijo SeHun levantándose—. Supongo que lucas no nos va a traer refrescos. Ahora vuelvo.