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No sabía cómo lo hacía, pero unos simples vaqueros y un jersey blanco le sentaban de maravilla. JunMyeon sabía que no era el único que lo pensaba. Había unas cuantas mujeres en el hospital siguiendo con la mirada los movimientos de SeHun.

Era la hora de la comida y la cafetería estaba llena. Mucha gente habló con SeHun, la mayoría le preguntaba por lucas o por el partido de ese viernes. SeHun contestaba todas las preguntas, pero era bastante parco en palabras, tanto con los hombres como con las mujeres.

Cuando obtuvo su comida la pagó y se fue con la bandeja. JunMyeon se preguntó qué tipo de profesor sería SeHun. Quizás autoritario y serio o a lo mejor impersonal y objetivo. No se lo imaginaba relajado tras la mesa, sonriendo a los adolescentes. SeHun era demasiado serio.

JunMyeon salió de la cafetería tras SeHun. Había comprobado que era un hombre fuerte y que, además, a pesar de haber vivido uno de los peores momentos de su existencia, podía ser muy cariñoso y tierno con su hijo.

JunMyeon se dio cuenta de que estaba mirándolo demasiado. Esperaba que nadie se hubiera dado cuenta. El caso era que sabía algo de él y se moría de ganas de conocerlo mejor. Y no sólo porque había conseguido descongelar sus hormonas después de mucho tiempo de inactividad. Pero Oh SeHun era un padre de familia. Ésa era la verdad pura y dura y JunMyeon no iba a adentrarse en ese mundo de nuevo. Nunca más 

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—¡Has venido! —exclamó lucas emocionado cuando JunMyeon asomó la cabeza por la puerta de su habitación al día siguiente.

—Bueno, me has llamado tres veces esta mañana. —dijo JunMyeon riéndose—. ¿Cómo iba a olvidarme?

Lucas lo había llamado por primera vez a las ocho de la mañana y después se había mostrado cada vez más creativo con sus insistentes súplicas para que lo visitara.

JunMyeon dejó de reír en seco al ver que SeHun estaba también en la habitación. Sentado en un sillón, sostenía un montón de papeles en el regazo. Había pensado que estaría en el colegio.

—Hola. —lo saludó JunMyeon con una sonrisa tímida.

—joven Kim. —dijo SeHun parando un segundo para después seguir corrigiendo sus papeles.

JunMyeon se sintió mal por el pobre estudiante cuyo examen estaba siendo analizado implacablemente por el profesor SeHun. JunMyeon también se sentía rechazado. Aunque tuvo que recordarse que estaba allí para ver a Lucas, no a SeHun.

—¿Cómo te encuentras hoy pequeñín? —le pregunto JunMyeon al niño.

—No me dejan hacer nada JunMyeon. —se quejó Lucas—. No sé por qué tengo que quedarme aquí hasta mañana. Me quiero ir a casa ahora.

—Pero quieren estar muy seguros de que estás bien del todo antes de irte. —le dijo JunMyeon acariciándole la cabeza—. Antes de que te pongas a escalar por las cañerías y...

—¿Cañerías? —repitió el niño con curiosidad.

—No le des ideas. —murmuró SeHun desde su asiento.

—Ya hablaremos luego. —le susurró JunMyeon a Lucas con una seña de silencio. El niño sonrió, pero a SeHun no le hizo nada de gracia.

JunMyeon miró los videojuegos que estaban en la mesita.

—Por lo menos tienes estos juegos, ¿no? —animo JunMyeon.

—Sí, pero es muy aburrido. —respondió lucas.

—Si quieres puedo traerte un libro. —oferto JunMyeon.

El niño hizo una mueca de desagrado y JunMyeon no pudo evitar reírse.

Un amor atrapado en el invierno-SEHOWhere stories live. Discover now