16

142 23 11
                                    

SeHun miró los libros que tenía delante. Si seguía sin concentrarse iba a tener que poner a sus alumnos el mismo examen final del año anterior. Lucas y JunMyeon seguían riendo así que decidió cerrar los libros, ponerse el chaleco y salir a su encuentro.

La bola le dio de lleno en el pecho y estalló en mil pedazos.

—¡He dado en el blanco! —gritó lucas—. Ya te dije que saldría, JunMyeon. A papá le encanta la nieve.

—Menos mal, porque esto no es precisamente el desierto del Sahara. — bromeo JunMyeon.

SeHun se repuso e hizo una bola de nieve. Se la tiró a lucas y le dio en el hombro. El niño rio y se agachó. Demasiado tarde se dio cuenta SeHun de que lucas y JunMyeon tenían ya preparado un arsenal de bolas esperando a que saliera.

Los proyectiles comenzaron a atacarlo sin piedad y con tanta fuerza como las carcajadas de su hijo. Y no podía contar con la ayuda de JunMyeon, que estaba del lado de lucas y tenía muy buena puntería.

—¡ustedes dos se van a arrepentir de esto! —les gritó SeHun parando las bolas con el brazo.

JunMyeon se rió y le dio otra bola a lucas. SeHun se agachó y se abalanzó sobre los dos, haciéndoles un placaje digno de un partido de fútbol americano. Lucas consiguió zafarse del brazo de su padre e intentó meterle nieve bajo el jersey. SeHun gritó y se movió intentando librarse del ataque de su hijo.

Cuando pudo, lo agarró por las piernas y lo tiró al suelo.

—¡JunMyeon, ayúdame! —gritó el niño.

Pero JunMyeon estaba aún tumbado en el suelo y muerto de risa.

SeHun le metió un puñado de nieve a su hijo bajo la ropa y lo dejó libre. Lucas comenzó a chillar y saltar como un chimpancé, intentando deshacerse de la nieve.

—¡Mono! —le gritó su padre mientras se volvía para tenderle una mano a JunMyeon.

JunMyeon aceptó la ayuda, pero en cuanto estuvo en pie, le aplastó un puñado de nieve en plena cara.

—¡Lo ha hecho! ¡JunMyeon lo ha hecho! —aullaba lucas encantado.

—Así que ustedes dos habían planeado todo esto, ¿eh? —les dijo SeHun mientras se limpiaba la cara divertido.

JunMyeon levantó las manos en señal de tregua.

—Sólo era un juego. Limpio e inocente. —se defendió JunMyeon sin apenas aliento.

—Limpio, inocente y muy, muy frío. —corrigió SeHun.

—¡Me bajo! —gritó lucas montándose de nuevo en el trineo.

SeHun lo vio volar sobre la nieve mientras se acercaba a JunMyeon.

—¿Te parece bonito JunMyeon? ¿Unirte a mi hijo para aprovecharos del pobre viejo? —le dijo SeHun.

—¿Viejo? —repitió JunMyeon riendo—. A ver si lo superas ya SeHun debes ser uno o dos años menor que yo. —le dijo mientras se ponía a cubierto bajo el porche para evitarlo—. Además, si fueras un viejo no tendrías a quinceañeros detrás de ti todo el día. —añadió mientras se movía para evitar la bola de nieve que acababa de lanzarle.

—Parece que eres el único que no tiene aún nieve en la espalda. —lo amenazó SeHun al tiempo que lo seguía con más nieve en la mano.

—Eso prueba la superioridad de los mayores ante los menores. —le rebatió JunMyeon mientras se deslizaba con agilidad de un lado a otro.

SeHun rió y una parte de él se sorprendió del sonido de su propia risa, no recordaba la última vez que se había sentido así.

—La edad no quiere decir nada y como dijiste solo eres un año mayor que yo. —susurro SeHun—. pero ahorita te va a llegar tu hora.

Un amor atrapado en el invierno-SEHOWhere stories live. Discover now