𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬｜ 𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧 ／𝐉𝐨𝐬𝐞𝐩𝐡 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐧 🔞

𝒏𝒆𝒆𝒅𝒚 +𝟏𝟖

No tenías ni idea de cómo ibas a sobrevivir a las muchas horas que quedaban de esta campaña olvidada. Vale, normalmente te encantaba formar parte de ella, pero ahora mismo, necesitabas la atención de Eddie en otra parte.

Entonces, tuviste una idea.

Te volviste hacia la puerta, con una sutil sonrisa en los labios antes de llevar la mano al pomo, girar la cerradura y arrastrar la endeble tapa sobre la pequeña ventana.

Te volviste hacia Eddie, que no se había dado cuenta, con la cabeza metida en un libro sobre mundos fantásticos y monstruos. Prácticamente estabas de pie sobre él antes de que se diera cuenta de que habías sacado sus piernas de la mesa y ahora te deslizabas sobre su regazo.

El libro abandonó sus manos en cuanto hiciste contacto con él, y un suave suspiro de alivio te recorrió al sentir el áspero material de sus vaqueros contra la fina tela de tus bragas. Oh, qué contenta estabas de haber llevado hoy una falda. La falda favorita de Eddie. ¿Por eso se burlaba tanto de ti hoy?

Tus pensamientos son interrumpidos por las manos de Eddie en tu cintura de nuevo, la mirada en su cara una mezcla de impresión y confusión.

Parece que va a hablar antes de que le interrumpas.

"Eddie", empiezas, con la voz casi convertida en un gemido, ya que estás luchando con todos los músculos de tu cuerpo para no moverte contra su regazo.

Te mira con los ojos encapuchados para continuar. "Eddie, yo...", te avergüenza lo necesitado que estás. A la mierda, has llegado hasta aquí.

"Te necesito, Eddie", gimoteas sin pudor. "Ahora". Tus caderas tienen mente propia y ruedan preventivamente contra su regazo.

Él gime, agarrando tu nuca y estrellando sus labios contra los tuyos. Lo que aún no has dicho con palabras parece transmitirse a través de la forma en que lo besas, lo mucho que lo deseas, lo necesitas dentro de ti, y cómo lo necesitas en este mismo instante.

Él corresponde con su lengua en tu boca, ganándose un suave jadeo mientras sus dedos se clavan en tus costados. Empiezas a sentirte mareada por la sensación de su boca caliente y sus anillos fríos, y no te has dado cuenta de que tus caderas ya se están moviendo contra él.

Las manos de Eddie se mueven desde tu cintura hasta tus caderas, deslizándose por debajo de tu falda para agarrarte el culo. Cada movimiento de tus caderas es guiado por sus manos, sus ásperos vaqueros crean una deliciosa fricción contra tu parte inferior.

Te esfuerzas por no gemir, por no hacer ruido para que nadie en los pasillos se dé cuenta de lo que está pasando, pero te sientes tan bien que no puedes evitar gemir contra su boca a cada movimiento.

Eddie gime suavemente en respuesta, rompiendo el beso para presionar sus labios contra la piel bajo tu oreja.

"¿Qué necesitas, cariño?" Te pregunta suavemente, besando desde tu oreja hasta tu cuello. Tus ojos se cierran ante la sensación y parece que has perdido el habla.

"¿Hm?" pregunta él. No sabes qué decir, cómo decirle lo desesperada que estás por él, y cómo lo necesitas dentro de ti ahora mismo, y antes de que puedas hablar él está usando su lengua en un punto justo debajo de tu mandíbula, antes de pasar sus dientes a lo largo de ella, y ahora tu cabeza está dando aún más vueltas.

"Yo..." te interrumpe la cadera de Eddie levantándose ligeramente del asiento de su silla para seguir el ritmo de la tuya, y un gemido sale de ti. "Te necesito... te necesito dentro de mí, ahora", gimes. "Por favor".

Sus movimientos parecen vacilar ante tu petición, y deja de trabajar en tu cuello para mirarte con ojos desorbitados por la lujuria, antes de volver a apretar sus labios contra los tuyos, esta vez con una desesperación similar, más firme.