Capitulo 23

10.5K 901 195
                                    

Amelie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amelie

Mis dedos trazan círculos en su pecho.

Aun no puedo creer que algo como esto esté sucediendo, siento que todo es parte de un sueño, uno del que no quisiera despertar nunca. Me remuevo entre sus brazos, Kyrios me rodea el cuerpo con los suyos, cálidos y enormes.

—Deberíamos regresar al palacio, o nos verán.

—Quedémonos un poco más así —responde para darme un beso en la cabeza y después en los labios—. Debería empezar a buscar una fecha para anunciar el compromiso.

—¿No crees que es demasiado pronto?

—No tengo ahora un anillo para casarnos mañana mismo, entonces no considero que sea demasiado pronto.

—Kyrios —susurro—. ¿Estás seguro de esto?

—Nunca he estado más seguro de algo en mi vida —sonríe—. He dicho que dejes de preocuparte por asuntos que me pertenecen.

Suspiro.

—Es que también me preocupas —me encojo de hombros.

—¿Qué has dicho?

—Me preocupo por ti, mucho.

Él me regresa una sonrisa, toma mis manos en las suyas y las besa.

—Parece que soy importante para alguien —alardea—. Alguien que empezó insultándome y desobedeciéndome.

—Aun puedo hacerlo, no me pongas a prueba.

—Me encantas Amelie Granger, mucho.

—Y tú a mí.

Permanecemos unos minutos más abrazados allí, para después de eso tomar nuestras ropas y subir al caballo de regreso al palacio. Es la primera vez que me siento completa e inmensamente feliz.

Llegamos al palacio, Kyrios me ayuda a bajar de su caballo, me extiende su mano y juntos ingresamos, los guardias esta vez no fijan su vista en nosotros, no se atreven a levantarle la mirada, le respetan y le tienen miedo.

—Quédate en mi habitación esta noche —susurra mientras enlaza su mano a la mía.

—Me gustaría seguir quedándome en mi alcoba majestad —le respondo.

—Me iré a Agamme por un tiempo, quiero pasar mis días contigo, concédeme el placer.

Le devuelvo una sonrisa.

—De acuerdo, lo haré pero regresaré a mi alcoba al día siguiente.

—Es un trato señorita Granger.

Me apoyo en su hombro mientras avanzamos por el pasillo pero nos tenemos que separar cuando su consejero aparece en medio solicitando su presencia.

—Tendré que irme, pero prometo verte más tarde, ¿De acuerdo?

Melodías para el ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora