Capitulo 8

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A las hermosas lectoras del grupo que siguen todas mis historias desde siempre, y en especial a Nois por su gran amor por Giulio y el Rey Kyrios.

AMELIE

Me he quedado quieta en cama como lo ha ordenado el médico, al parecer el problema era más serio de lo que pensaba por que no ha dejado de verme con cara de espanto desde que atravesó esa puerta.

Ay, ¿en que lío te acabas de meter Amelie?

—Bien —suspira mientras me da un último vistazo.

—¿Todo bien doctor? —pregunto.

—Para ser honesto no Amelie —contesta —. Me temo que tienes fiebre y puede empeorar en unas horas si no recibes los cuidados necesarios.

—Pero en verdad me siento muy bien —intento moverme pero había olvidado el terrible dolor de mi pierna.

—Tu cuerpo me dice otra cosa, debo hablar con el rey y darle mi reporte.

Lo detengo antes de que se marche, todo aquello había pasado por mi desobediencia, no quería agregarle un problema más a Kyrios por mi rebeldía, suficiente había tenido con encontrarme en medio del bosque como si fuera un ladrón o un enemigo escondido.

—No le diga nada al rey se lo pido, diga que se me pasara con algunas hierbas, sea ingenioso.

—¿Me pide que le oculte verdades a su majestad?

Oh claro Amelie, el medico que fue contratado por el mismo Kyrios le mentiría en toda su cara como si fuera un idiota.

—Yo..., no quiero problemas.

—Y no los tendrá si sigue al pie de la letra mis indicaciones señorita Granger. Ahora quédese en esa cama hasta que yo regrese.

Me quedo como me ordena en la cama sin moverme, con las gotas de sudor bajando por toda mi frente y con la horrible sensación que me pesa el pecho por la enorme vergüenza que siento al saber que Kyrios se enojara y mucho una vez más por lo que he hecho.

Yo y mis actos de desobediencia me van a llevar a la muerte.

—Intentaré controlar la fiebre con algunos medicamentos, pero es claro que debe guardar reposo por algunos días, su pierna derecha fue la que la peor parte se ha llevado —articula el medico en cuanto vuelve a ingresar esta vez con Kyrios de su lado.

Él solo me mira desde donde se encuentra, se acerca hasta mí y yo tiemblo de miedo por escuchar un grito de su parte.

—Hace un rato que nos vimos parecías verte bien —responde

Noto una cara de asombro o ¿acaso es preocupación? Oh, claro que no sería de ninguna manera preocupación. ¿Por qué habría de preocuparse por mí? Solo soy la chica que toca para él el piano, alguien sin valor como lo dijo.

—No se preocupe su majestad, ella estará bien —le responde el médico.

Pero Kyrios decide que no desea marcharse y permanece todo el tiempo allí sin moverse ni decir nada pero con su mirada puesta siempre en mí, lo cual me causa incomodidad, aquello solo se prestara para rumores dentro del palacio y no quiero que nadie allí malinterprete las cosas entre ambos.

Al parecer este médico en buenos con sus pócimas para aliviar a las personas, porque una vez me he tomado aquella amarga medicina he caído en un profundo sueño del que no deseo despertar.

Mis ojos me pesan producto del agotamiento, mis manos aun me duelen y ni que hablar de mis piernas.

—Buenos días Amelie —responde una Clarice sonriente en cuanto me ve.

Melodías para el ReyWhere stories live. Discover now