Veintitrés

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Cuando Jungkook despertó un suspiro afligido salió de sus labios, Taehyung ya no estaba con él y apenas los primeros rayos del sol lamian el cielo, cuando estaba con  el otro alfa su sueño se hacía realmente profundo, se incorporó, tomó una ducha y fue a buscar al lobo de agua para averiguar cómo había progresado la salud de Jimin ya que no tenía forma de acceder donde estaba recluido por él mismo.

Gruñó un poco al salir del edificio, todavía no se acostumbra al clima relativamente frío de Daegu pero no regresó a abrigarse más, tenía que saber que ocurrió con Jimin. Taehyung no se encontraba en ninguno de los sitios en los que los lobos de fuego tenían permitido pasearse, gruñó una vez más porque no cargó su celular, era mejor dejarlo olvidado en su habitación y no soportar el constante acoso por parte de su padre para que le notificara de cualquier cosa que ocurriera en el clan de Daegu, por lo que se alejó bordeando los límites de lo prohibido en donde le extrañó la falta de presencia de los guardias y divisó nuevamente un cuadro que no le gustaba para nada a la distancia Taehyung parecía hablar o ¿Discutir? Con el omega del día anterior, ese que parecía ser el dueño del aroma a fresas congeladas.

Jungkook tomó aire y se concentró en no permitir que su lobo tomara el control, estaba siendo seducido con pensamientos sobre lo fácil que sería hacer trizas a ese molesto omega y sí, era patético pero no podía controlar lo que le hacía sentir, empujó su mejilla con su lengua antes de tensar la mandíbula y se acercó a pasos lentos pero firmes casi que haciendo ruido a propósito con sus suelas sobre la hierba para que los dos que hablaban lo notarán antes de que llegara a su encuentro, eso y calmarse lo suficiente... Aunque eso último no lo logro.

—Pero, ¿Es necesario que deje salir su aroma de esa manera?—gruñó el que vendría a ser SeokJin al notar el penetrante aroma de Jungkook ingresarle por sus fosas nasales cuando este estuvo lo suficientemente cerca, sus ojos grises destilando molestia se posaron sobre Jungkook.

—Jungkook—susurró Taehyung comprendiendo inmediatamente el por que estaba el más joven allí.

—¿Lo conoces?—preguntó Jin agitando su mano para disuadir con un gesto de molestia el olor del alfa de fuego aunque esto no sirviera para nada.

—Él es el representante del clan de Busan—respondió Taehyung y a continuación se dirigió al recién llegado—me necesitas ¿Verdad?

Jungkook se limitó a asentir como si tuviera una contractura en el cuello, tenía la impresión de que si abría la boca se le escaparía un gruñido, se limitó a mirar a Taehyung con ojos penetrantes y pasar un poquito de saliva.

—Ven después, estamos ocupados—espetó Jin con desdén, quien estaba bastante mal humorado y la presencia del extraño lo ponía peor.

La mirada de Jungkook se volvió más oscura y un aura amenazante surco sus ojos, sintió ganas de acariciar al omega con sus garras, se limitó a empujar el interior de su mejilla con la lengua una vez más y darle una fija mirada.

—Estamos ocu-

—Esperame un momento por favor—Taehyung interrumpió al omega.

—Esto no se arregla en un momento Taehyung, ¡No me vas a hacer a un lado! ¿Crees que voy a permitir que así sea nuestra relación?—Un bufido hizo que Jin dejara de ignorar al alfa de fuego—¡¿Q-

—Esto no se trata de nuestra amistad, se trata de las regulaciones que tomó el consejo para protegerlos, no porque seas tú vas a pasar por encima de ellas, no vas a vigilar la frontera y punto—reiteró Taehyung sin despegar los ojos del omega.

—¿Y este porqué no se va?—ladró Jin sintiéndose humillado porque Taehyung le hablaba de esa forma en frente de un extraño que para colmo pertenecía a otro clan.

Nocturno [Kookv] Omegaverse.COMPLETAWhere stories live. Discover now