Nocturno [Kookv] Omegaverse.COMPLETA

Veintiuno

Taehyung corría a toda velocidad por en medio de los árboles una emoción algo indefinida recorría su sistema al saber que Jungkook estaba a sus espaldas siguendolo, en el momento en el que lo desafió salió a correr, no sabía porque pero le encantaba jugar con el menor, en el mejor sentido de la palabra. Por su parte Jungkook estaba determinado a atrapar al lobo de agua de eso dependía su orgullo, aunque este tenía la ventaja de conocer perfectamente en donde se encontraba cada árbol y se escabullia con bastante precisión, Jungkook casi colisionó con un par de árboles en medio de la persecución que se dio a toda velocidad, el iba serio, Taehyung corría con una sonrisa.

Después de alrededor de 20 minutos el menor por fin logró acorralar a Taehyung contra un árbol o este se dejó atrapar, por la forma en que sucedió esto era difícil de determinar, el mayor siseo cuando su hombro y brazo hicieron crujir la madera ante el impacto.

—Siempre eres tan bruto—lloriqueó el mayor aunque no podía disimular la alegría que lo llenaba al sentir al menor cerca, lo había extrañado cada jodido día desde que se fue.

Estiró su cuello apenas al sentir al menor cerca y Jungkook lo olfateo sin decir nada únicamente guiado por el instinto que le rugía por estar cerca de esa alfa, gruñó cuando un olor como a fresas congeladas se sumó al de Taehyung, era claramente el olor de un omega, de ese omega.

No le gustaba.

Es más, lo odiaba.

Le hacía perder la razón.

—No es lo que piensas...ah—Taehyung jadeó ante la lamida que recibió en el cuello, la lengua de Jungkook se sintió tan cálida sobre su piel podía sentir el ansia en su olor, otro jadeo profundo tronó en su garganta cuando el menor chupó la zona donde se encontraba su glándula de olor a la misma vez que suavemente soltaba algo de su propio aroma, no de una forma intrusiva para que el lobo de Taehyung no se colocara alerta solo en pequeñas dosis que hicieran desaparecer el aroma a fresas congeladas y fuera reemplazado por su aroma a sol.

Tenía que asegurarle a su alfa que ese lobo de agua era suyo.

Tan suyo.

En un rápido movimiento y abandonando toda razonamiento Jungkook hizo que una de las piernas de Taehyung rodeara su cadera y le besó el cuello y la mandíbula apretándolo contra su pecho y el árbol, el alfa de ojos grises lo enloquecía, quería tenerlo, tocarlo, besarlo, fundirse en él. En el momento se dedicó a besarlo, a atragantarse con él, una pequeña lucha de sus lenguas los hizo jadear a ambos de placer.

Jungkook se separó detallando el rostro del contrario mientras buscaba aire para respirar, las mejillas del mayor estaban rojas, sus labios brillantes y los ojos dilatados no encontró ningún tipo de oposición, aspiró el olor a ozono, se embriagó con el y sin aviso bajó de un tirón el pantalón y la ropa interior del alfa de agua que se maravilló al notar como el contrario lo miraba con esos ojos ambar llenos de deseo, por su parte hizo que el menor se deshiciera del camibuzo negro que vestía antes de ser girado con brusquedad de cara al árbol.

—Jungkook—advirtió con la mejilla presionando la corteza del árbol y el cuerpo temblando de excitación.

El mencionado trató de refrenar su emoción los dedos le temblaban por volver a tocarlo, por saberlo entre sus brazos, por lo que hizo que el aroma de su lobo fuera algo más suave para que el mayor se relajara en lo que él le acariciaba las piernas con la punta de los dedos, con cuidado, tentando a su cordura y su deseo.

Cuando Tae se relajó con los toques del Jungkook, este bajó despacio dejando húmedos besos por toda la espalda del mayor, con cuidado separó las nalgas del contrario y Taehyung arqueo la espalda ante la sensación y la anticipación, se mordió los labios en lo que esperaba que el otro hiciera algo, no podía creer lo adicto que se había vuelto a que le comieran el culo, era una sensación demasiado excitante y él y su lobo se habían convencido de que era tan extraordinario que podía sentarse en la cara de un alfa como Jungkook ¡Sentarse!