Diecisiete.

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Nocturno

Cuatro.

Y cuando se encienda la llama no temas por favor, esa es la belleza que encierra mi corazón, ¡Luz y calor! los pétalos se volverán lágrimas y las lágrimas esperanza.

Confía en mí y ámame por favor.

—¡Hyung a tu derecha!—gritó Taehyung para que YoonGi esquivara la patada que venía hacia su cabeza.

Cada noche, cada día, cada minuto que podía Taehyung se encontraba pateando traseros escondidos en los límites de la frontera fueran lobos o humanos, cualquier miembro del clan de tierra que se asomara o se dejara ver recibiría su merecido castigo. Su presencia por los alrededores hacia creer que la fuerza de su clan no se había debilitado del todo por la bruma espesa que su espíritu podía convocar para patear algunos traseros que merodeaban al otro lado del cordón de agua de custodiaba Daegu.

En este momento por andar atento a la lucha de YoonGi más que en la propia Taehyung recibió un fuerte golpe en el rostro por parte del lobo con el que se enfrentaba, gruñó y acabó con el lobo de tierra que lo atacaba de un golpe.

—Taehyung deberías considerar descansar, has estado luchando ya por cuatro días y no te he visto descansando uno solo de ellos, consulté con el cocinero y dice que no has pedido para comer—comentó Yoongi en lo que su contrincante corría hacia lo profundo del bosque después de recibir una paliza y se dio la licencia de no correr tras él puesto que estaba agotado.

¿Qué más hacía?

¿Qué más podía hacer por su clan?

Además si estaba concentrado no extrañaba a su madre...

Ni a Jungkook.

No pensaba en nada.

—Estoy bien Hyung...—dijo el menor con la voz cansada y no tanto de luchar sino de pensar ¿Cuándo iban a atacar los lobos de tierra? ¿Los estaban sometiendo a un tipo de tortura psicológica o ya se habían muerto de hambre la mayoría? ¿Por qué le habían hecho ese ofrecimiento a los otros clanes? Era bastante extraño que no hubieran hecho ningún movimiento más que acosarlos en la frontera.

—Que estés de pie no significa que estés bien, Taehyung... Descansa un poco, lo estamos haciendo bien, los lobos de tierra no se han animado a atacar a pesar de todas sus amenazas—resaltó Yoongi en lo que volvían a ingresar al territorio de Daegu.

—Si se animan nos acaban...—afirmó Taehyung con hormigas de temor subiéndole por las piernas, la situación de su clan se complicaba a cada minuto.

—Tenemos a los lobos de fuego—señaló el mayor y Taehyung se perdió en sus pensamientos camino a su casa.

Los lobos de fuego... ¿A caso era esa una señal? ¿O estaba buscando cualquier pretexto estúpido para dejar que Jungkook se metiera en su cabeza?

Taehyung volvió a su casa, a esa que no compartía con su padre, a esa que nunca pisó su madre y tomó su celular, el "niño" le había escrito hace un par de días y él no se dignó en responder... Más bien le daba pánico necesitar más de ese chico, no podía creer la forma en la que lo extrañaba, el corazón se le agitaba ante el solo recuerdo de él, y los vellos se le crispaban al recordar el tacto cálido de este en su piel, casi como si la vida se le burlara en la cara, ese lobo era lo único cálido que tenía en ella, el único "lugar" donde encontraba algo de tranquilidad.

Releyó el mensaje y se permitió saborear el recuerdo del menor.

Era imposible, no podía retener más la ansiedad por verlo.

Nocturno [Kookv] Omegaverse.COMPLETAWhere stories live. Discover now