CAPITULO 75

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Es hora de la comida y bajo al comedor principal donde mi madre y Dylan me esperan, al llegar sonreí falsamente y me senté en mi lugar de siempre, con la diferencia que frente no está Ereen, está Dylan y que a mi lado derecho no está Katherine, está mi madre.

– Hace mucho no teníamos una comida en familia, me alegra poder tener amis hijos a mi lado – dijo mi madre tomando la mano de ambos

– También me alegra, extrañaba verlos a ambos… es bueno que al fin tengamos tiempo y un lindo lugar para estar juntos – contesto Dylan, parece realmente feliz con lo sucedido

Yo me limito a sonreír ligeramente y asiento llevando una cucharada más de comida a mi boca. – Alteza – entro una criada y aunque pensé que me llamaba a mi, ella se dirigió a mi madre, Dylan y yo nos miramos confundidos pero no dijimos nada

– ¿Qué les parece? – pregunto mi madre – ya todos tienen la obligación de llamarme alteza… y después de mi coronación seré su majestad

Su emoción es notable pero no puedo empatizar con ella. – Los han traído, como usted ordenó – Roxana sonrió y asintió para que dejarán pasar lo que quiera que traían

Genial… debió haber encargado seda china de importación

Me levanté de la mesa y coloque mi servilleta de tela en la mesa – Me retiro madre – dije pero antes de que pudiera caminar ella me detuvo

– En realidad – dijo y la miré – esto te interesa

Ella me ordenó sentarme y confundido lo hice. A los segundos entraron algunos guardias de mi madre, mire a mi plato y esperaba escuchar a mi madre festejar por las telas pero no sucedió.

Levanté la cabeza una vez más y me quedé inmóvil al mirar – Este es mi regalo para ti – dijo mi madre

Mis ojos se encontraron con aquellas 3 personas que me miraban con alto coraje.

Cedric… Ereen… Darwin

Los 3 se encuentran arrodillados en el piso con las manos atadas a la espalda y claramente golpeados, a tal punto de que sus heridas en brazos y cara aún sangraban.

¿Ellos habrán leído la carta?

Me levanté de la mesa y me acerque a ellos – Maldito traidor – murmuro Ereen pero lo suficientemente alto para que pudiera escucharlo

No la leyeron…

Mi madre se levanta y se coloca a mi lado mientras me abraza mirándolos – Los encontramos… fue sencillo después de que alguien abriera la boca – dijo con orgullo

Ellos me miraron pero… yo no había dicho nada del centro de entrenamiento.

Nos quedamos en silencio unos segundos hasta el momento en que veo como Ereen hace un pequeño chiflido y entiendo por completo.

Me atacará…

Me agachó cubriendo mi cabeza con ambas manos, Dylan jala a mi madre lejos y ambos caen al piso, en eso un torbellino de crea frente mi y se traga los cubiertos de la mesa; el torbellino me rodea y los cuchillos y tenedores comienzan a hacer cortes en mi piel pero no dura mucho ya que Ereen tose sin fuerza y cae al piso inconsciente.

Los cubiertos caen al piso y miro a mi alrededor sorprendido – ¡Ethan! – exclamó Dylan que rápidamente corrió a mi lado

Tomo mi brazo y ambos nos levantamos del piso – Maldito ojos pálidos – maldijo mi madre – ¡llévenlos a las mazmorras y no permitan que usen magia!, Se las quitaremos en el momento que recupere la media luna

El elemento ImperiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora