El elemento Imperium

CAPITULO 71

Es momento…

El día llegó… estoy sobre mi caballo, mis piernas tiemblan pero mi semblante se mantiene serio. Justo frente a mi está la tropa 1 los miro nerviosos y ellos saben que han venido a dar su vida, observo a mi alrededor y hacia la parte de arriba de las colinas, los arqueros están listos y Arimi y Galina se mantienen ahí supervisando su lado; por más que intente que se quedarán en el centro de reclutas ellas se negaron. La armadura que llevo es pesada pero aún así logro mantener mi postura; en mi cintura tengo una espada que mantengo a la mano en todo momento, en mi brazo izquierdo mantengo un escudo fuerte color plata y detrás de mí tengo un arco y flechas.

El cielo nublado es lo más notable, no hay rayos de sol y lo único que se escucha en el ambiente es el fuerte sonido del aire resoplando. Mi casco me ayuda a ocultar mi respiración agitada y empuño mi espada al escuchar los cascos de un caballo hacia mí.

– Alteza – Baker se acerco – han localizado las tropas de Roxana y Pearce… se mantienen en el puente pero parece que esperan a que nosotros estemos allá

Es la hora…

Suspiré – Movilicen la tropa 3… lancen las bengalas para que estén al tanto

– Entendido alteza – ella se alejo

Mi pecho se comprime y me giro a mí espalda, miro a los regentes y ellos entienden se inmediato mi mirada y se acercan hasta quedar a mi lado.

– Está todo listo… lanzarán la bengala – los miré – les pido que estén atentos… ustedes deben salir de aquí con vida

– ¿Por qué hablas así? – pregunto Cedric al notar mi desinterés por mi propia vida

– Solo les pido que se cuiden y retrocedan antes que todos de ser necesario – concluí y antes de que pudiera responder algo la bengala fue lanzada

Mi cuerpo se tensa y las tropas comienzan a avanzar a paso lento, la tropa 1 que está frente a mi queda al descubierto al salir de las colonias con las que se cubrían. Nos quedamos en silencio unos segundos hasta el momento en que escuchamos el retumbar de el choque de los cascos de los caballos contra el piso, Pearce se acerca a paso rápido y es cuando decido avanzar dejando mi tropa atrás.

– Alteza – Baker y los regentes me llaman pero los ignoro hasta que la comandante logra acercarse a mi – alteza… ¿Qué está haciendo?, Esto no es parte del plan

No tengo motivos para vivir más allá de ganar esta guerra… no tengo familia... no tengo amigos y Ethan me odiara en el momento que mate a su madre querida

La mire – Encárgate de que los regentes regresen a salvó a Ulmaria y también… encárgate de esta tropa, ve al frente y asegúrate de ganar esta guerra

Ella niega con la cabeza al entender lo que quiero hacer pero no le doy importancia y me adentro en la tropa 1 colocándome al frente de ella, miro a lo lejos a las tropas enemigas y levanto mi brazo dando una señal levantando mi dedo índice. A los segundos una bengala azul ilumina el cielo nublado y no tarda mucho cuando las catapultas de los lados del campo abierto terminan siendo disparadas, miro a mi izquierda y derecha para apreciar mejor el tiro, al menos 4 rocas envueltas en fuego aterrizan sobre el gran puente que atraviesa el río fronterizo y este termina hecho trizas llevándose consigo algunos caballos y personas enemigas.

Avanzo ligeramente y desenvaino mi espada alzándola al aire, los guerreros me siguen preparando sus armas y los arqueros se colocan en posición.

– ¡ULMARIA NO DESCANSARÁ HASTA QUE SUS TRAIDORES SEAN CASTIGADOS! – anuncie a mis tropas – ¡EL DÍA DE HOY ENTREGAREMOS NUESTRAS VIDAS DE SER NECESARIO POR EL BIEN DE NUESTRO REINO!