CAPITULO 50

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Katherine Kendrick

Ethan me tenía abrazada y se negaba a soltarme – Ethan

– No me pides que te suelte porque no lo haré – dijo abrazándome aún más fuerte

En eso escuché la puerta abrirse y Arimi entro cabizbaja con algunas toallas en las manos

– Regente, tiene que retirarse, pronto vendrán a checar a la princesa – hizo reverencia y cuando alzo la cabeza se quedó en shock dejando caer las toallas y cubriendo su boca con ambas manos

– Arimi, ¿Qué pasa? – me solté de Ethan y estire los brazos – al menos dame un abrazo

Sus ojos se cristalizaron y me abrazo acurrucándose en su pecho – Princesa… – dijo con una voz quebrada y la aleje un poco para mirarla

– Tranquila… estoy bien, lamento haberlos asustado así – me disculpé con una sonrisa mirando al piso, suspiré – me da miedo preguntar pero, ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

Ellos se miraron entre sí y Arimi no me dejó de abrazar – Hoy… hoy es navidad, estuvo en cama 27 días

¿27 días? No creí… no creí que fuera tanto

Me quedé en silencio – No… bueno, pensé que llevaba no más de una semana – los miré – lamento haberlos asustado así

Arimi me abrazo más fuerte – No tiene que disculparse, esperamos su despertar con mucha esperanza y ahora se cumplió

Ethan nos miro e hizo un puchero – Bueno, suficiente Arimi, me toca – la toma del brazo intentando alejarla para abrazarme nuevamente pero ella se zafa de su agarre

– No regente, usted siempre estaba aquí, no la soltaré – rezongo mientras me abrazo más fuerte

– Arimi soy tu regente y me tienes que obedecer

– No – respondió a secas

– ¡Arimi Holt! – exclamó Ethan pero al ver que Arimi se negaba a moverse, la tomo por el brazo y forcejearon mientras yo los veía riendo

– ¿Por qué debo retroceder yo? Usted no me dejaba ni un segundo a su lado – empezaron a pelear como niños y yo los veía mientras reía

Amo regresar

En eso escuchamos pasos cerca de la puerta y miramos – ¡Alteza! – grito alguien desde afuera y al mirar me di cuenta que era André que pasaba por ahí con algunos papeles en mano

– ¡Ricitos! – respondí de vuelta

El no dudo y entro corriendo dejando caer los papeles al piso, paso por a medias de Arimi y Ethan y me abrazo terminando con la pelea de ellos – Rara… no sabes cuánto te extrañe – dijo en mi oído

– Yo también te extrañé, ricitos – respondí y después de alejo para hacer reverencia que había olvidado desde el inicio

Ethan se giro hacia mí y tomo mis manos – Iré a la cocina y me encargaré del desayuno de navidad… baja en unos minutos, para que vean que su alteza a regresado – dijo radiante de felicidad para después salir casi corriendo de la habitación

Lo mire con una sonrisa – Arimi… prepara un vestido para mí

– Claro, Princesa… tengo uno preparado para este momento – se alejo

– Bueno alteza, supongo que debo salir – dijo André

– Si, así es – conteste pero cuando el dio la vuelta lo detuve – No espera… quédate, tengo que hablar contigo

El elemento ImperiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora