•13• Raros acontecimientos, mañana incómoda.

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Jungkook.

Que la chica de la que llevas gustando años te haga una pregunta de esa estirpe no era de lo más normal. Como quiera que sea, era HaeMi, a la que nunca le he dicho mis extraños sentimientos, y de alguna manera me halaga que me desee sexualmente, pero no quería que pasara nada todavía. Podía contestarle sin pensarlo tanto o subirla encima de la mesa que teníamos idealmente cerca y penetrarla hasta el cansancio pero al parecer no era tan factible. Probablemente mis motivos sean sinsentido e insignificantes para ella, por eso no iba a sacarlos a la luz.

Sus mejillas se pintaban suavemente de un color carmesí, el único síntoma de vergüenza visible, de no ser por eso se puede decir que haberme hecho semejante pregunta era algo ordinario y sin importancia. Si es algo que Jung HaeMi tiene es que muy rara vez se calla las cosas, suele ser directa. Y lo que me gusta eso de ella...

A juzgar por como soy somos algo así como el agua y el aceite. Yo a pesar de ser algo corpulento y atractivo tengo cosas que me desacreditan, como sentimientos no correspondidos desde los doce, por ejemplo.

-HaeMi...

Empiezo diciendo su nombre, sin saber cómo alargar mi respuesta. Ella se aleja de mi hasta chocar su espalda baja con el borde de la mesa, yo no opongo resistencia a pesar de que había sido un privilegio tenerla así de cerca.

-¿Soy yo?- preguntó sin dejar de mirarme, percibo su decepción por mi silencio- ¿Hay algo de mi cuerpo que no te gusta acaso?

-No es... - suspiré frustrado- claro que no es eso, nena. Tu cuerpo...- vagué mi vista por su anatomía, efímeramente, cuidado no materializar mis instintos masculinos en dos segundos. Claro que me gusta lo que veo - tu cuerpo no tiene nada de malo.

-No me digas nena - pidió evitando mirarme, directamente. La he visto muy pocas veces así, le es fácil encararme todo el tiempo. A la HaeMi que conozco no le apena mirarme a los ojos mientras me habla - y tampoco me mires así, parece que todavía no entiendes lo mucho que me atraes.

Escuchar esto tampoco es normal. Significó mucho aunque preferí mostrarme enigmático, como casi siempre.

-Sexualmente, claro, tampoco es que esté enamorada de ti o algo parecido.

Me hubiese gustado oírla decir algo menos hiriente pero me conformaba con el inicio de su oración. Me gustaba que sobreprotegiera su orgullo en cualquier situación, aún si esta nerviosa o incómoda siempre sale esa parte de ella que me llama la atención.

-Eres bastante honesta- mencioné, consiguiendo que me mirara.

-¿Honesta?.

-Supongo que no para todo el mundo es fácil confesarle a otra persona que le atrae sexualmente, tú acabas de decírmelo.- no le quito mi atención en ningún momento, quizá no me guste perderme alguno de sus gestos.

-No sirve de nada callármelo.- se sinceró -. Es una pena que no haya conseguido nada diciéndotelo abiertamente.

Me quedo callado y eso le propicia el lugar a unos segundos de puro silencio. Me pone intranquilo como empieza a morderse el labio, la manera en la que me mira no me ayuda a saber si se trata de un impulso nervioso o lo hace a posta. Imagino como se vería atada a mi cama pidiéndome que la folle. Tampoco es que no haya desarrollado deseos sexuales con ella. En realidad puedo ofrecerle mucho más de lo que me pide, pero corro el riesgo de que se lleve un mal concepto mío.

-Jungkook...

-¿Sí?

-¿Puedes... - se le dificulta hablar, y en ese pequeño lapso de tiempo me intrigo y me impaciento mentalmente.- no te importaría besarme otra vez ¿verdad?

Casada Con Jeon.Where stories live. Discover now