𝟓𝟒

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Narra Tae;

Minie y yo caminábamos hacia el salón principal en donde estaban todos aún apreciando el sexy baile de Winter quien estaba en medio de la pista de baile. Este nuevo plan era muy bueno pero era demasiado riesgoso. Al parecer a nadie le dio importancia que saliera con una niña de siete años, todos estaban concentrados en Winter. Miré a Felix quien también me miró, tragando en seco.

—Estarás bien Felix...—le dije tomándolo de la mano.

—suspiró—Espero que esto en verdad funcione.

—Funcionará, ¿de acuerdo?, saldremos de aquí y los cinco viviremos en Japón, ¿si?.

—Por si esto falla...—tomó con fuerza mi mano— quiero que sepas que te quiero, ¿si?, y lamento mucho todo lo que pasó en el pasado, Changbin era un idiota y yo lo era aún más. Lamento mucho si alguna vez te lastime, no era mi intención y...mejor me iré antes de que esto se vuelva más cursi.

Soltó mi mano y se fue pasando entre las personas, de pronto, las luces se apagaron y la música se detuvo, Minie se aferró a mí sosteniéndome con fuerza, luego, una luz se prendió misma luz que alumbraba a un chico alto y musculoso, Bang Chan.

—Buenas noches mis estimados huéspedes —dijo sonriente parado en un barandal—. ¿Están disfrutando la música?.

Todos hicieron gritos de felicidad invadiendo el espacio que Winter había hecho al bailar. Para no ser vista corrí para ocultarme detrás de un poste de concreto el cual era algo grueso y llegaba hasta el techo, el escondite perfecto para que no nos vean mientras Felix corría hacia su posición y Ryujin hacía lo suyo.

—Me alegra que así sea, que sean felices y se estén divirtiendo como debe de ser, sin la molestia de esos ineptos de los verdes. Aquí en este imperio estamos seguros de ellos con la libertad de divertirnos y de torturar a aquellos que nos lastiman...—suspiró, quedándose en silencio unos segundos—. Esta tarde hemos capturado a un verde el cual llevaba consigo a una de nosotras, y a su hija, ¿saben lo gracioso de esta historia?...dice que es su esposa.

Todos comenzaron a reír a carcajadas, yo mientras sentía mi sangre hervir y aquel cosquilleo en mi brazo. Ese idiota, como le ponga un dedo encima estará muerto.

—Lo sé, gracioso. Intenté interrogarlo para saber de dónde vienen esas bestias pero no logré averiguar nada, así que...lo he traído aquí, tal vez viendo a quien se enfrenta intente hablar así que...

Tronó los dedos y la puerta que estaba al final del pasillo se abrió, momento en que mi corazón se detuvo por un momento recargando mi espalda en el poste mientras abrazaba a Minie para que no viera el estado en el que Jeongin estaba. Su rostro estaba rojo, su labio sangrando y uno de sus pómulos estaba hinchado. Esto es el mismo infierno.

—Este idiota, es parte de estos monstros.

El hombre que lo cargaba lo dejó caer al suelo y no logró sostenerse golpeando su rostro con el suelo. Quien lo cargaba se fue, todos comenzaron a decirle cosas horribles mientras Chan lo veía con odio, yo mientras contenía mis ganas de ir corriendo y salvarlo, tenía que soportarlo, tenía que esperar a la señal.

—Ahora que ves a quienes te enfrentas —se puso de cuclillas junto a él—, ¿nos dirás dónde está tu maldito jefe?.

—Ya te dije...que no trabajo para nadie, iba hacia la frontera de Japón, ella nos iba a dejar antes, ella se iba a quedar...—lo miró—, ¿cuantas veces tengo que decírtelo?.

—Descuida, no te creo —dijo mientras sonreía—, no hace falta que lo digas una vez más porque vas a morir —se puso en pie—. ¡Se dan cuenta de la mentira de estos bastardos!.

—Vamos Felix apresúrate.

—¿Quienes quieren ser los afortunados que lo morderán?.

Comenzaron a alzar la mano, menos Winter quien se salió de la gran bola de personas para irse de ahí hacia el bar, al parecer no le gusta este tipo de eventos. Miré de nuevo a Jeongin quien intentaba ponerse de pie pero sus brazos temblaban, le era imposible incluso el sentarse.

No vayas Tae. No vayas Tae. No vayas Tae.

Miré de nuevo a Chan y su sonrisa había desaparecido, volteó hacia la puerta por donde había salido luego de su cuello comenzó a consumirlo lo rojo, al parecer ahí estaba la marca. Justo por el pasillo por donde Felix había ido comenzó a escucharse muchas pisadas, todos se quedaron en silencio volteando hacia las puertas que conectaban con ese largo pasillo, era él. Las puertas se abrieron de golpe dejando ver a un Felix con la piel verde, sacó su arma apuntando hacia la esfera de disco tirando del gatillo provocando que explotara y que los rociadores se prendieran.

—¡Todos por él!.

Dijo Chan molesto saltando hacia donde estaban todos para correr hacia Felix solo que este ya se había ido corriendo. Iniciaba la parte dos, donde Ryujin apagaba todas las cámaras y abría todas las puertas. Me oculté con Minie mientras los demás iban junto a Chan tras Felix quedando pocas personas en la pista de baile pero luego se fueron bajo techo para no ser mojados. Voltee hacia una de las cámaras y la pequeña luz roja que debía tener, se apagó.

—Listo Minie, fase tres.

Me apache y esta se subió a mi espalda aferrándose como un pequeño mono, suspiré para salir de mi escondite y correr hacia Jeongin ya con lo rojo consumiéndome, brinque subiendo hacia aquel pasillo, Minie se bajó y fue hacia él para abrazarlo y cuando lo hizo, la puerta detrás de ellos se abrió dejando ver a aquel hombre que lo había traído. Saque la pequeña jeringa que me había dado Ryujin corriendo hacia él quien corrió hacia mí también logrando esquivarlo, me subí a su espalda para inyectársela en el cuello, lo abrace con mis piernas mientras dejaba caer mi cuerpo hacia atrás para que se alejara de ellos, solo que mientras lo hacía este cayó por el barandal hacia el suelo, sobre mi.

—Ah!!.

Me torció el tobillo, genial. Lo empuje con fuerza para quitármelo de encima, me puse en pie intentando brincar de nuevo pero incluso pararme recta me dolía, esto era malo. Miré a Minie y a Jeongin, Minie lo ayudaba a curar sus cortes en su rostro mientras Jeongin estaba recostado en la pared. Están bien, solo tengo que llegar a ellos.

—Tae! —Felix se detuvo junto a mi—, los perdí, ¿estás bien?.

—Me torcí el tobillo...

—¿Qué?!...¿ahora como piensas cargar a tu esposo?.

—No lo sé solo...—lo abrace— llévame con ellos.

Este brincó llegando hacia el pasillo, me soltó, arrastraba hacia ellos mientras me sostenía del barandal, me agache recargando mis rodillas en el suelo junto a Jeongin quien se lanzó hacia mí para abrazarme e inmediatamente correspondí a su abrazo. Está vivo, está bien, estamos bien. Tenemos que salir de aquí antes de que regresen.

—Creí que no volvería a verte...—dijo sollozo.

—Y yo te prometí protegerte de los demás —besé su mejilla—. Te amo...

—Y yo a ti...

—No se pongan cursis que tenemos que salir de aquí! —dijo Minie.

—Oh cierto —nos separamos. Lo ayudé a ponerse en pie—. Bueno am...Jeongin, él es Felix, un viejo compañero.

—Hola —dijo el nombrado—, un placer conocerte aunque no sea una buena situación. Gracias por cuidar de Tae y amarla.

—Claro...¿cuál es el plan?.

—Era cargarte y llevarte hasta la salida, pero...me lastimé —dije.

—Aún así puedes caminar rápido, yo lo llevaré a él y tú llevarás a Minie —dijo Felix.

—Estoy bien, puedo caminar —dijo Jeongin.

—Entonces...

—Yo llevaré a Minie —dijo Felix.

—Está bien andando.

Pero cuando íbamos a bajar los rápidos pasos de los demás se escucharon por el pasillo con las puertas abiertas, rápidamente nosotros nos escondimos por la puerta donde habían traído a Jeongin la cual daba a otro pasillo largo.

—¿Te sabes el camino hacia la salida? —le pregunté a Jeongin.

—Si. Vamos pequeña —se agacho y Minie subió a su espalda—. Solo o hagan mucho ruido o nos descubrirán.

—De acuerdo.

Felix nos llevaba hacia la salida caminando por los largos pasillos con luces blancas en el techo. Todo estaba en silencio que parecía una película de terror, un verdadero apocalipsis. Al intentar doblar una esquina nos topamos con tres personas, regresando para pegarnos a la pared esperando a que se fueran Felix era quien se asomaba su cabeza viendo. Tomé de la mano de Jeongin la cual ahora era rasposa y algo dura. Que daño te hicieron Innie.

—Listo.

Seguimos caminando por el pasillo logrando llegar hacia unas escaleras las cuales bajamos y daban hacia otro pasillo, solo que al final de este había una puerta con un letrero que decía EXIT, era la salida, éramos libres. Felix se adelanto un poco hasta llegar a la puerta, bajó con cuidado a Minie para tomar de la manija, pero al intentar abrirla, no se abría.

—Se supone que debe estar abierta —dijo Felix.

saqué la radio de la mochila de Minie—Ryujin, ¿que ocurre con la puerta?.

—Está abierta.

—No, está cerrada.

—¿En qué puerta están?.

—Lado oeste, la que está después de unas escaleras —dijo Felix.

—Oh...esa no se abre, les dije que por la puerta del Sur, esa da hacia el bosque!.

—Ryujin no tenemos tiempo, solo rodearemos el lugar —dije.

—¿No escucharon?, esa no se abre, está así desde siempre. Tal vez tenga algo atrás pero nunca nadie la pudo abrir. Ahora regresen y vayan a la puerta del sur.

—¿Cuando te veremos? —le pregunté.

—No lo sé...estaré aquí hasta que salgan, luego iré corriendo con ustedes.

—De acuerdo. Cambio y fuera.

Lo guardé de nuevo soltando un suspiro. Felix cargó de nuevo a Minie en su espada para regresar y subir las escaleras, Jeongin y yo lo seguimos para regresar por el mismo camino solo que esta vez doblamos en otra esquina y gracias a un letrero que decía área Sur supuse que estábamos cerca, el pequeño y tonto problema fue que una de las puertas daba hacia el enorme bar, y seguramente habían personas ahí.

—Hay muy pocas personas, pero si ven a Jeongin nos atraparan —susurró Felix

—¿Entonces qué hacemos? —preguntó Jeongin.

—Solo...hay que ir con cuidado.

Me quité la bata para dársela a Jeongin quien se la puso de inmediato. Felix bajó a Minie y esta se escondió en medio de los tres. Entramos al bar caminando sin llamar la atención pero al parecer todos estaban tan concentrados en lo suyo que no nos vieron llegando así hasta el otro extremo para entrar por la puerta doble encontrándonos con otro pasillo.

—Estamos cerca —susurró Felix cargando de nuevo a Minie.

—¡No me importa la niña y la nueva, me importa el pitufo de pelos azules!.

Nos metimos a una habitación la cual estaba muy oscura. Esa era la voz de Chan pero cambiada, al parecer estaba en su fase de rojo gruñón a la cual no he llegado. Abrí un poco la puerta para poder ver si se acercaban o no.

—Solo encuéntrenlo, y mátenlo...—dijo molesto— y quiero que cuiden bien las salidas, estoy seguro de que querrán escapar ¡así que vayan!.

Hubo un pequeño momento de silencio, luego los pasos pesados de Chan se escucharon y logré verlo. Su piel era totalmente roja, sus ojos blancos y sus venas se resaltaban, era como un demonio. Fue hacia el bar, cerré la puerta recostándome en esta.

—Habrán hombres en cada puerta...—dije.

—Aún así tenemos las jeringas —dijo Felix—, ¿recuerdas?, tengo tres todavía, ¿a ti cuántas te quedan?.

—Dos pero...¿y si son más de cinco? —lo miré.

—Tenemos su pistola —dijo Jeongin—, yo la llevaré.

—Tengo una idea pero...es muy riesgosa —dije.

El Apocalipsis nos Unió  - JeonGinWhere stories live. Discover now