𝟓𝟎

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Narra Jeongin;

El camino estaba en silencio, Tae estaba sentada de copiloto con la vista al frente mientras Minie seguía acostada en la parte de atrás, juraba que a veces la escuchaba sollozar por el dolor que le causaba la pérdida de Hyunjin. Descuida pequeña, no eres la única que sufre. Aunque Tae no lo demuestre, estoy segura de que también está sufriendo, al igual que yo. Según mi celular con la pantalla un poco estrellada, faltaban cinco horas para llegar a Busan, estaríamos llegando para la comida siendo apenas las nueve de la mañana.

—¿No deberían desayunar? —pregunté en voz alta, llamando la atención de Tae—. Son las nueve, y aún faltan cinco horas para llegar a Busan.

—Tienes razón, Minie, ¿quedan galletas?.

—No lo sé...—dijo desanimada.

—Minie...—suspiró— debes desayunar algo.

—No tengo hambre —le dio su mochila—, ustedes coman.

—Minie sé que estás triste, nosotros también lo estamos, pero necesito que comas.

—Más tarde comeré.

—Bien —abrió su mochila sacando un paquete—. ¿Creen que haya mucha gente en el puerto?.

—Creo que si, por algo todas las ciudades están vacías —dije.

—¿Crees que tu familia esté viva?...—preguntó para luego verme.

—No lo sé...—suspiré— lo dudo mucho la verdad.

—¿Y si están vivos?, tus padres y tu hermano...

—Pues bien por ellos, no creo que estén felices al verme luego de todo lo que pasó.

—¿Tanto odio solo por jugar videojuegos?, que idiotas —miró hacia enfrente.

—Me la pasaba más tiempo en mi habitación que con ellos. Cada vez que alguien cumplía años me quedaba en casa. Nunca estaba en las comidas porque perdía la noción del tiempo mientras jugaba...Llegó un punto en que le puse seguro a mi cuarto para que no entraran, lo cual la hizo enojar más.

—¿Tu padre qué te decía?.

—Que algún día me iba a correr, y lo hizo cuando fui mayor de edad en mi cumpleaños en lugar de despertarme con un feliz cumpleaños, me dio un sobre con dinero, y dijo, lárgate de nuestra casa.

—Jhm...—miró hacia enfrente— ¿te sentiste mejor?.

—Algo...así ya no me molestaban más, y yo no los molestaba.

—¿Y tu hermano?.

—Se mudó cuando fue mayor de edad. El trabajaba y no estaba en casa mucho tiempo.

—¿Se casó?.

—No lo sé, no supe más de él desde que se fue.

—Bueno si no lo hizo...tú te casaste primero que él —dijo sonriente para luego verme.

—En Japón tendremos nuestra boda —dije tomando de su mano.

—¿Se casaron?! —se sentó de golpe.

—Si —la miró—, ¿que no lo sabías?.

—No, creí que solo sería una cita. ¿Puedo ver el anillo?.

La solté para que pudiera ver su mano. Minie tomó su mano con cuidado apreciando el anillo que le había puesto en su dedo anular el cual era algo delgado con una piedra plateada en forma de corazón. Minie tenía una sonrisa de oreja a oreja la cual pude ver gracias al retrovisor. La adoro tanto.

El Apocalipsis nos Unió  - JeonGinKde žijí příběhy. Začni objevovat