El Apocalipsis nos Unió - JeonGin

𝟒𝟎

Narra Tae;

Quién diría que jugar ajedrez se volvería realmente aburrido. Llevaba más de media hora jugando con Minie quien tardaba demasiado en mover una pieza, era demasiado pensativa tratando de calcular bien la jugaba pero claro, eso lo hacía tardar más. Cruzada de piernas, recostándome sobre una de mis manos, comenzaba a perder la paciencia.

—Podría ser...—puso su mano sobre una pieza— no mejor no —la alejó.

—Minie...—suspiré— podrías...mover la pieza, por favor.

—Eso intento, pero trato de moverla bien o podré perderla.

—¡Solo es un juego!, no importa si pierdes solo...—suspiré por segunda vez— mueve una pieza.

—Bien pero...—me miró— tengo que hacer algo primero.

—¿Qué cosa?.

—Necesito...ir al baño.

—suspiré por tercera vez—¿Hay algún lugar con baño cerca? —pregunté.

—Amm —miró el celular— si, cerca hay un pequeño supermercado, podríamos parar ahí.

—De acuerdo —la miré de nuevo—. En unos minutos más, por mientras, mueve la pieza.

—Me doy —dijo para quitar las piezas y guardarlas dentro del tablero—. Es muy aburrido.

—P-pero...

—De tal palo tal astilla —dijo Jeongin sonriente.

—¿Entonces a qué quieres jugar? —le pregunté ayudándole a guardar las piezas dentro del tablero.

—Al UNO, es más divertido.

—Es igual, eres igual en todos los juegos.

—Preguntaste cual quería jugar —dijo molesta cruzándose de brazos.

—No recuerdo haber empacado las cartas.

—Yo si lo hice.

—Podremos jugar cuando salgamos del supermercado —dijo Hyunjin—. Salgamos a estirar las piernas.

Estaciono el auto cerca de la entrada por si teníamos que salir corriendo. Cada quien tomó un arma y su mochila para salir del auto con cuidado, busque en los alrededores algún zombie pero estaba vacío, todo el estacionamiento estaba vacío a excepción de los autos abandonados. Tomé la mano de Minie para apresurarnos a entrar al supermercado notando que las puertas ya estaban rotas, seguramente alguien ya estuvo aquí.

—Minie, estas consiente que los baños deben estar sucios, ¿cierto? —la miré.

—Lo sé pero no aguanto —decía mientras caminaba a prisa junto a mi.

—miré a Jeongin—Nos adelantaremos.

—De acuerdo, iremos detrás de ustedes.

Minie y yo corrimos hacia los baños, fui la primera en entrar con el arma en alto asegurándome que no hubiera nadie, por suerte no, pateé cada puerta con fuerza para abrirlas encontrándome con los cubículos vacíos, estamos seguras.

—Adelante.

Entró a un baño cerrando la puerta. Solté un leve suspiro guardando el arma, caminé hacia los lavabos abriendo una de las llaves con la esperanza de que saliera agua limpia, y milagrosamente así fue, tomé un poco de esta con ambas manos mojando mi cara sintiéndome un poco más limpia. Maldito infierno, yo siendo tan higiénica y esto hace que no pueda limpiarme, lo odio.

—Listo mamá —dijo saliendo del baño—. ¿Desayunaremos entre los cuatro?.

—Claro que sí. ¿Tienes los cepillos en tu mochila?.

—Si, ¿necesitas uno?.

—Quiero arreglar mi cabello, es un desastre —dije sonriente.

—Quiero tener el cabello corto —dijo con un puchero buscando un cepillo en su mochila—. Sería más fácil.

—Algún día lo cortaré, lo prometo.

—Gracias mami.

Narra Jeongin;

¿Un buen regalo?, ¿que podría encontrar en un infierno como este?. ¿A Tae le gustan las rosas?, ¿dónde podría conseguir rosas?!. Tampoco estoy seguro si le gustan los chocolates, ella a dicho que no le gusta maquillarse entonces no habrá problema con eso. ¿Alguna blusa nueva?, ni siquiera sé su talla. Es difícil tener pareja.

—Hyunjin —lo miré—, ¿qué le puedo regalar a Tae?.

—Mm...no hay muchas opciones la verdad —dijo para luego verme.

—suspiré, derrotado—Quiero regalarle algo especial.

—Entonces ve a buscarlo, estás en un supermercado.

—Pero, ¿qué podría ser?.

—Cualquier cosa que sea bonito, que sepas que le gustará. Podría ser...¿un collar?, o alguna blusa, si es que quedan.

—Bien, vendré en un rato.

—Descuida aquí estaremos. Ve con cuidado.

Solté un segundo suspiro para adentrarme en el supermercado. Fui directo al área de ropa tratando de buscar algo para Tae, algo bonito, pero ni siquiera se su talla, ni siquiera se si le gustará, no se que tipo de ropa le gusta. AHH. Pasillo de accesorios, solamente eran aretes pequeños y diademas, no habían collares, perfecto. No había nada qué podía regalarle. Premio para el pésimo novio. Suspiré, tratando de pensar en algo nuevo, algún otro detalle.

Tal vez no habían collares, pero podría crear uno. Fui hacia el pasillo de juguetería el cual seguía lleno, tal vez podría llevarle algo a Minie también. Para mi buena suerte había un juego para hacer pulseras y collares, gracias destino. Lo tomé sentándome en el suelo para abrirlo, tomé un hilo color azul seguido de pequeños corazones de varios colores para introducirlos en el hilo, también le puse pequeñas estrellas de diferentes colores. Parecía algo más de niña pequeña que para alguien como Tae.

Una vez terminada corte el extremo del hilo haciéndole un nudo, espero y le quede, porque no se con exactitud el tamaño de su muñeca. Cerré el juego dejándolo en su lugar, tomé dos Barbies y dos Max Steel para Minie guardándolos en mi mochila, estoy muy seguro de que le encantarán.

—Jeongin —me llamó desde el final del pasillo—, ¿qué haces aquí?.

—E-estaba...buscando algo para Minie.

—Me sorprende que el pasillo de juguetes esté lleno —dijo acercándose a mi.

—Bueno, nadie busca juguetes para sobrevivir en un apocalipsis.

—Supongo —dijo sonriente mirando los estantes llenos.

Era perfecta. Su perfil, su cabello recogido en una coleta la hacía ver realmente hermosa, con el cabello suelto o recogido sigue siendo perfecta, una Diosa griega, la amo. Me miró sin dejar de sonreír notando que no dejaba de verla, me incliné levemente dejando un beso en su mejilla.

—Te amo Tae.

—Y yo a ti Jeongin —tomó de mi mano—. Hay que irnos.

—Espera —la detuve—, quiero darte algo. Tal vez no es mucho pero...—en una de sus manos puse la pulsera— espero te guste.

—Oww es muy linda —dijo sonriendo de oreja a oreja, apreciandola—. Muchas gracias.

—No hay de que.

—Pero...no tengo nada para ti.

—Con que estés a mi lado todo está bien, ¿si? —acaricie levemente su cabello, tratando de no despeinarla.

—Prometo estarlo siempre, hasta el fin de este infierno, incluso después.

—Y yo prometo protegerte de todo mal, en este infierno, incluso después.

Algo demasiado cursi, pero no me importaba serlo con ella, no importaba nada en ese momento tanto que había olvidado que estaba en un apocalipsis, como si fuera un día normal, como si simplemente estuviéramos en un supermercado y yo hubiera abierto sin permiso un juego. Se acercó un poco hacia mí, sabía porqué, así que no la hice esperar y besé sus labios, tan cálidos, tan delicados, tan dulces, tan perfectos. Todo en ese momento era perfecto, así como ella lo es.

—Jeongin —murmuró al separarse—, ¿no tienes...curiosidad sobre el papá de Minie?.

—negué levemente—No necesito saber nada sobre él.

—Pero...¿no quieres saber porque me dejó?.

—No Tae, y si no me quieres decir está bien, no te fuerces a hacerlo, ¿de acuerdo?.

—De acuer...no te muevas.

Miraba horrorizada detrás de mí. Quería voltear pero ella había dicho no te muevas y tenía que obedecer. Pronto escuche un ligero gruñido, era diferente al de los demás. ¿Qué mierda?.

—E-es...v-verde —susurró.

—Tae tenemos que irnos —susurré igual

La tomé de la mano yéndome de ahí junto a ella. Caminábamos lo más despacio que podíamos tratando de no llamar la atención de aquel zombie saliendo del pasillo de juguetes, una vez fuera de este tratamos de caminar un poco más aprisa para salir de aquí e irnos pero uno de los juguetes comenzó a hacer ruido llamando la atención de aquel zombie el cual gruñó con fuerza, casi como un monstruo.

—¡Corre!.

Ambos corríamos hacia la salida en donde nos estaban esperando Hyunjin y Minie escuchando como aquel zombie corría hacia nosotros, no quería voltear hacia atrás, menos cuando a los costados escuchaba como más zombies se acercaban, al parecer no éramos los únicos aquí.

—¡Corran tontos! —decía Hyunjin desde la entrada junto a Minie.