39. Remix

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Buenaaaas antes de nada quería informaros de que a partir de este capítulo va a haber saltitos de tiempo más grandes que los que ha habido hasta ahora porque considero que estar narrandoos concierto por concierto es muy aburrido y repetitivo. Dicho esto, os dejo con el capítulo 💛

🎸🎸🎸

Los gritos de los fans que esperan el inicio del concierto se agigantan en cuanto ven unos rizos azabache asomarse por la cortina. El canario se plantea la brillantez de su idea una vez vuelve a esconderse en el backstage. Pero es que cuando está nervioso, actúa sin pensar. Sin pensar también, su cuerpo inicia un baile por inercia, en el que su peso corporal cambia de un pie al otro de forma inconsciente.

Sólo un par de manos blanquecinas entrelazandose en su estómago son capaces de detenerlo. Si no reconociese ese olor hasta con los ojos cerrados, Agoney se asustaría. Como lo hace, simplemente espera a sentir los labios del contrario posarse en su nuca para a continuación verle encajar la mandíbula en el hueco de su hombro.

—Estás muy nervioso, ¿eh? —Afirma más que pregunta Raoul.

—Ya te conté lo que me dijo Miriam —suspira el major tomando la mano del guitarrista para entretenerse jugando con sus dedos.

—O la gente se vuelve loca en este concierto, o nos relajamos con tu idea —suelta de carrerilla el rubio, habiéndose aprendido la frase de tantas veces que la ha oído ya con acento canario—. No le des más vueltas, amor, el público va a chillar lo que no está escrito.

—Me da miedo que no sea así y que rechacen mi propuesta —comenta con fastidio el insular, dándose la vuelta para quedar de cara a su novio—. De verdad pienso que podríamos petarlo.

—¿Sabes por qué estoy tan tranquilo yo? —Raoul acerca su rostro muy lentamente hasta dejarlo a escasos centímetros del contrario.

—¿Por qué? —Susurra prácticamente el batería.

—Porque yo también confío plenamente en tu idea y no tengo ninguna duda de que va a salir más que bien —sentencia Raoul poniéndose ligeramente de puntillas para acabar con la poca distancia que quedaba entre sus labios y los de Agoney.

El tinerfeño, con un poco más de fe en su propia ocurrencia, opta por darle una pequeña tregua a su mente y preocuparse únicamente por sujetar bien la cadera de su chico a la par que le mima los labios.

Y es que si Raoul confía plenamente en él, sólo queda seguir hacia adelante con el plan.

🎸🎸🎸

El eco de los platillos al ser golpeados con más fuerza para finalizar el tema va muriendo lentamente, opacado también por los aplausos y vítores de los fans de Aitana, que poco a poco también han ido convirtiéndose en los suyos.

Una vez encima del escenario, Agoney ha olvidado cualquier ápice de inquietud para centrarse en la correcta e impecable realización del concierto. No obstante, el corazón vuelve a subírsele hasta la garganta en cuanto lee el título de la siguiente canción situada en el setlist.

Ha llegado el momento.

—Antes de seguir, quería daros las gracias por toda la fuerza que nos estáis dando —empieza hablando Roi—. Tocar y cantar para un público tan entregado es todo un lujo, no sabéis lo importante que es esto para nosotros.

Ante las declaraciones del gallego, la gente empieza una nueva oleada de gritos y aplausos. El cantante de Laguna Azul se ve obligado a hablar por encima de sus seguidores para poder continuar con la presentación.

LAGUNA AZUL (Ragoney)Место, где живут истории. Откройте их для себя