YOKOHAMA DIVISION | ONE SHOTS

¡HBD CONEJITO! 🎉💙

—Voy al baño— susurró, antes de darme un beso y alejarse de nosotros.

En cuanto la puerta del baño se cerró, hice que ambos chicos presentes me miraran.

—¿Qué?— preguntó Samatoki con fastidio.

—Ya va a ser el cumpleaños de Jyuto.

—Si, ¿y?— dijo aún comiendo.

—¿Qué le van a regalar?— pregunté mirándolos curiosa.

—Pensaba invitarlo por unos tragos. Que pida lo que quiera.

—Yo pensaba preparar algo que fuera bien con queso y vino... quizá un salteado de salamandra con hierbas.

—¿Eh?

—Oh, pero tranquila, no del tipo de especie protegida, así que podran comerlo sin preocupaciones.

—Claro, eso me hace sentir mejor...

—¿Y tu que le regalaras?

—Algo muy... especial.

—¿Un niño? Por favor, no. No creo que le guste ese regalo.

—¡No! ¡Claro que no!— me quejé —Bueno... la verdad es...

—No sabes que regalarle, ¿cierto?

—No— dije cubriendo mi rostro, y agachando mi cabeza. Samatoki se rió. —No te burles.

—¿Puedes recordarme que le regalaste el año anterior, ______-San?

—Un quesito.— lo miré —Un quesito para fundir con un moño... por lo menos sabía bien...

—¿¡Qué?! ¿¡Es en serio?!

—Si... creo que fue el peor regalo de la historia.

—Pero... Jyuto ha dicho muchas veces que siempre logras sorprenderlo... ¿Como es que...?

—Improvisado me sale mejor... pero para algo especifico... creo que apesto. Pero, este año planeo que sea diferente. Algo tan fenomenal que deje en ridículo a sus tragos y su estofado de... lagartija no protegida.

—Dije salamandra.

—Si, si, como sea...

—¿De qué hablan?— preguntó regresando a mi lado.

—Oh, nada... ¿queso?— pregunté acercandole un cubito, que no dudó en comerse.

Bien... ahora necesito pensar en un buen regalo...

      

(...)

     

Hasta para pensar apesto.

Y para las manualidades, más.

Quise hacerle una tarjeta bonita, con fotos, como las que salen en Internet... pero no me quedaban. Todo iba a la basura.

Incluso... trate de preparar algo nuevo, que quizá le interesaría probar... pero no me gustó como sabía... en fin.

Mañana es su cumpleaños y yo no sé que hacer, ni mucho menos darle... pensé en dinero, pero no... eso me haría ver como alguien a quien no le intereso pensar en un regalo... además, el siempre trae dinero... ¿querría en serio recibir más?

Su llamada me sacó de mis pensamientos, conteste mientras tiraba el intento número 77 de manualidad fallida.

—¿Si?

—Hola, preciosa. Oye, voy a llegar tarde, ¿esta bien? Samatoki me invitó a beber y luego iremos con Rio.

—Ah, claro. Diviértete.— dije un poco desganada.