Jyuto ⁵

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Casi era la hora que ella había dicho, el enemigo estaba por llegar.

No sabía realmente cómo sentirme.

¿Enojado?

¿Aliviado de que me avisara que saldría?

Feliz, definitivamente no.

El timbre sonó y me apresuré a abrir.

Ahora si, tenia al enemigo frente a frente, venia a quitármela, si no es que ya lo hizo.

—Que onda— dijo extendiendo su mano, esperando que yo la chocara. Alcé una ceja y acomodé mis lentes.

—¿Es así como saludas a un sargento de la policia, chico?

—Uy, perdón.— dijo en forma de burla.

¿En serio ______ pudo fijarse en alguien como él?

—Vengo por ______, iremos al cine.

—Eso ya lo sé. No sé cuánto se vaya a tardar pero...— El sujeto se pasó como si fuera su casa, ¿que se creía?

Y no bastandole, caminó hacia el comedor y se sentó.

¡No podré con esto!

—¡______! ¡Ya llegó el chico este!— grité hacia el segundo piso.

—¡Ya voy!— gritó de vuelta.

Me dirigí al comedor, donde se encontraba el sujeto, y sin dejar de examinarlo, me senté frente a él.

vaya que es feo.

—Si, pero no quiero herir sus sentimientos.

Ese soy yo hablando con mi subconsciente.

Había dejado mi taza de café que me había dado la madre de _____ hace unos momentos, pues ella subió a ayudarle a arreglarse para irse con ese fulano. 

Muchas veces pensé que estaba de mi lado, pero veo que no es así. 

—Tú eres el machó alfa de la manada, no puedes dejarla ir así como así. Él es un intruso del que no sabemos nada y viene aquí, a robarnos nuestro tesoro mas preciado. ¡Su amor!— decía mi conciencia, dándome cuenta que lo tenia otra vez frente a frente.

Nuestras miradas se encontraron, dando pie a que un duelo de miradas comenzara.

No deberías tomarle tanta importancia, no lo hagas sentirse especial— aconsejó mi conciencia y desvié mi mirada de él dándole un tragó a mi café.

—Mujeres. Como se tardan, ¿no?— dijo con un tono burlón... como sea que se llame. Quería hacerme la platica, pero lo único que logró fue ganarse una mirada de desaprobación. —A uno le dicen "ya voy", pero pareciera que dicen "no voy"— siguió. Yo sólo rodé los ojos.

¿A caso se cree comediante como el líder de Osaka?

—Y, sargento, ¿tiene la clave del internet? Es que, se me acabaron los megas.— dijo soltando una risita.

¿En serio dijo eso?

—Si, lo hizo— respondí a mi conciencia y al sujeto le rodee los ojos nuevamente. —Por lo menos no me tuteo.

—______ es muy bonita.

—Amigo, enserio, ponle un alto.

—Es la mejor de la clase, a todos nos cae bien, bueno, a mi mejor.

Claro aviso de deseo carnal.

—¿Que? ¿De que estas hablando?

—Jyuto, somos hombres, tiene los mismos deseos carnales que todos a esta edad.

—¡Cállate! ¡No me hagas imaginar cosas que... ¡Agh! ¡Que asco!

—Okay, cambiaré de tema... Ja, piensa el tipo que es único— no pude evitar dejar salir una risa de mis labios, mi conciencia tiene razón.

¿Que numero de pretendiente es? ¿El cuarto? ¿El quinto?

Tranquilo, en menos de seis meses ya no sabremos de él y volveremos a tenerla para nosotros solos— el comentario realmente me animó y la escuché bajar la escaleras.

El fulano de inmediato se levantó de su silla en cuanto la vio, su madre venia tras ella.

______ se veía, realmente hermosa.

—Iremos al cine, y si se cruza otra cosa, pues... te aviso, mamá.

—No estoy pintado, ¿sabes?— ella rió y se acercó a darme un abrazo. —No olvides que tú, eres el hombre de mi vida.— besó mi mejilla y se separó de mi —Vuelvo al rato— dijo con esa sonrisa que me motivaba a seguir día con día, para después salir por la puerta.

Sentí unos brazos rodear mi cintura, era _____, mi amada y hermosa esposa.

¿Creían que hablaba de la chica que me gustaba en un principio? ¡NO! Hablo de mi hija, por eso mi actitud.

Respondí su gesto pasando mi brazo por sus hombros y atrayendola a mi, besando su cabello.

—¡Es un patán total!— me quejé.

—Patán para ti, no para ella.

—No me agrada.

—¿Piensas seguirla como a mi?

Ah... que recuerdos.

Si, la primer cita que tuvo después de conocerme, yo la arruiné. Le reproché que no podía salir con un idiota como el tipo ese con el que estaba y, no queriendo, terminé confesandome.

Afortunadamente, yo también le gustaba y, desde ese día, hemos estado juntos.

—______, no es lo mismo. Ahora eres mi esposa. ¡Ella es mi hija!

—Tiene que crecer, Jyuto. No siempre será esa pequeña que corre a tus brazos para que le lances al techo— solté una pequeña risa recordando todos esos momentos con mi pequeña _____.

—Lo sé ______, sólo quiero asegurarme que la quiera igual... o mas que yo...— mi voz se apagó un poco. Ella me soltó y besó mis labios.

—Él es el indicado, estoy segura.

—¿Tu instinto materno te lo dice?

—No, pero me recuerda mucho a ti cuando tenías su edad.

—¡Hey! ¡No me insultes de esa forma!

—¿Y que harás? ¿Castigarme?— me pregunto con una mirada coqueta. Acerque mi rostro al suyo y dejé rozando nuestros labios.

—¿A qué hora dijo que volverá?

—Ah, ya no te importa Nao-kun— me alejé un poco de ella.

—¿Y te sabes su nombre también?— me quejé otra vez.

—Olvida a los chicos por ahora— dijo y me besó.

Eso me recuerda...

"Claro aviso de deseo carnal"

—¿Y si van a hacer lo que nosotros haremos?— dije asustado y separándome de ella. Soltó una risa y se separó de mi.

—Entonces, tengamos una noche de Karaoke— tomó mi mano y me llevó a la cocina.

Eso está mejor... por lo menos por hoy.











































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Jyuto Mi amor 😍

Aquí, podemos ver que, el Yokohama Playboy mayor sería un padre sumamente celoso y sobreprotector, y pensar en eso... ay, amo completamente 🥰

No sé que me traje últimamente con los hijos, escribí como 4 😅 claro que los otros, los leerán después, para que no lean sólo hijos xd

Hoy me siento muy motivada para escribir, así que espero que al rato puedan seguir leyendo. 😊

Lxs quiero 💕

-Choki.♡

YOKOHAMA DIVISION | ONE SHOTSWo Geschichten leben. Entdecke jetzt