Jyuto ¹²

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-¡Buenos días a todos!- dije caminando por el pasillo saludando a todos los que me habían dado los buenos días.

No sé si les doy miedo, o realmente es admiración y respeto, pero empezaron a ser así luego de mi nombramiento.

Supongo que el haber alcanzado uno de los puestos más importantes en esta estación si tuvo impacto.

-¿Qué hay para hoy, sargento?- pregunté llegando a lado de Iruma, tomándolo del brazo.

¡Ah~! Este hombre es maravilloso~ y por suerte, no se opone a que lo agarre... y agradezco infinitamente el no demostrar mi emoción de poder tocarlo.

-Buenos días, Teniente.

-_______, solo dime _______.- dije con una gran sonrisa -¿Entonces?

-Bueno, fuera de la junta de esta tarde...

-¡Teniente!- gritaron interrumpiendolo.

Volteé en busca de la voz que me llamaba; era un oficial cerca de la entrada, acompañado de un chico que traía un arreglo de flores.

Me acerqué a ellos, siendo seguida por mi acompañante.

Ah~ sargento, gracias por venir conmigo.

-Hoy se le hizo tarde, ¿no es así?- pregunté tomando la pequeña tabla que traía entre manos para poder firmar de recibido.

Originalmente, yo llego a mi oficina y las flores ya están aquí. Iruma es quien se encarga de recibirlas, pero hoy... algo falló en las entregas.

-Lo siento mucho, Teniente.- dijo dedicándome una reverencia -La circulación de hoy no nos favoreció.

-Está bien, muchas gracias.- tomé las flores. Él volvió a hacer una reverencia y se dio la vuelta, aunque al instante fue detenido por mi. -¿Podrías esperar un momento? Tengo una solitud.

-Claro, Teniente.- le hice una señal para que esperara, y me dirigí a mi oficina, siendo seguida una vez más por el sargento Iruma.

-¿Si, Iruma?- pregunté, acomodando las flores en mi escritorio y tomando un Block de notas del mismo.

-¿Qué es esa solicitud exactamente?- reí.

-Sólo... una solicitud.- contesté unos segundos después. Arranqué la nota que escribí en el Block y me acerqué a él. Muy cerca, diría yo. -"Oye, persona misteriosa, ¿no crees que es momento de que me digas quien eres?"- leí la nota, y levanté la mirada para poder observar sus lindos ojos verdes.

Dios, esto sí que es cerca, pero no me molesta. Después de todo, es demasiado atractivo, sin contar claro, que su loción huele delicioso.

-¿Quiere conocer a la persona que le manda flores?

-No sólo a la persona a que me manda flores, sino a la que cada semana, sin falta, manda un gran arreglo de flores a mi oficina. ¿No crees que es algo cobarde sólo mandar un presente de forma anónima?

-Eso piensa también de los chocolates, supongo.

-Pues, también han de ser de la persona de las flores.

-¿Y no cree que podrían ser personas diferentes?- entrecerre los ojos y me acerqué un poquito más.

-¿Sabes algo que yo no sepa, Iruma?- él soltó una risa, mirando al piso. Luego de un segundo, regresó su vista a mi.

-Claro que no, Teniente. Pero, siempre existe la posibilidad.

-Bueno, lo sabremos luego recibir respuesta.- dije mostrandole la hojita y yéndome de la oficina.

YOKOHAMA DIVISION | ONE SHOTSWhere stories live. Discover now