Jyuto ³

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ADVERTENCIA: CONTENIDO +18 🔥

   

—Quien diría que fueras así de sumiso— dije recostandome sobre su pecho.

Desde hace un par de semanas Jyuto y yo habíamos comenzado a tener intimidad.

Siempre lo vi como un hombre imponente y dominante, pero, me sorprendió bastante el hecho de que, en la cama, fuera yo quien tomara el control.

—No es que sea sumiso. Sólo... me gusta verte arriba, eso es todo.

—Si, claro. Lo que tu digas.

—Oh, cállate y mejor bésame.— sonreí por el comentarios tan repentino y me acerqué.

—¿Sabes? Deberías de ser más dominante. Me gustaría ver esa faceta tuya.— dije cuando me separé de sus labios.

—¿Que no lo soy cuando te pido hacerlo?

—Que tú comiences todo, no es sinónimo de que seas dominante.

—Lo seré, la próxima vez.

(...)

Llegaba a casa de trabajar. Esperaba que Jyuto fuera por mi pero, eso no pasó. Me había mandado un mensaje diciendo que me tenía una sorpresa y que por favor, me apresurara a llegar.

Estaba emocionada, mucho.

No sabía si hoy lo vería siendo dominante, o simplemente me daría un pequeño presente porque es un romántico empedernido.

Abrí la puerta y me encontré una caja en la entrada.

Me quité los zapatos y me senté en el suelo a abrirla. Dentro había una nota.

"Ponte esto y te veo en la habitación"

Era lencería. Pero, no cualquiera. Era un disfraz sexy de policía.

Debo de aceptar que al principio me dio risa. ¿Así es como pensaba convertirse en dominante?

Olvidé todo y me dirigí al baño para ponermelo. Vaya que era ajustado, pero, me quedaba de maravilla. Me veía demasiado sexy.

Si fuera hombre, definitivamente ya me habría metido conmigo misma. No puedo esperar a saber que tiene planeado Jyuto.

Sin avisar, entré a la habitación. Estaba a oscuras.

Me adentre un poco y al tercer paso, lo sentí tras de mi.

—A la cama, ahora.

No arruinaría su momento de "dominante" riéndome o preguntado a qué estaba jugando. Simplemente obedecí y me senté en esta.

Encendió la lámpara de la mesa de noche y pude verlo. Su camisa sin abotonar y sus boxers.

En serio, no debo reírme.

—¿Hay algún problema, oficial?— pregunté de manera inocente tratando de seguir su intento de juego de rol.

—Claro que lo hay.—dijo sacando un par de esposas de su espalda.

Puso una en mi muñeca y, hubiera esperado que la otra en mi muñeca restante, pero no. La puso en la cama.

Okay, esto me está preocupando.

—Queda arrestada por vestir de manera tan provocativa.— dijo colocando el otro par de esposa en mi mano, y en el extremo restante de la cama.

Okay. No puedo evitarlo.

—¿Qué? ¿A caso alteré el orden en sus pantalones?— pregunté soltando una risa.

—Vealo como quiera.

Y entonces, tomó su corbata y vendó mis ojos.

Esto me está excitando, pero también me está preocupando.

—Jyuto, ¿qué pretendes...?— mi frase quedó a medias cuando me dio una nalgada, haciéndome soltar un grito.

—¿Jyuto? Nada de eso.— sentí el peso en la cama; había subido en esta.

Su respiración se estaba haciendo presente en mi rostro.

—A partir de este momento, te dirigirás a mi como sargento Iruma, ¿de acuerdo?— preguntó en forma de susurro en mi oído.

Mordí mi labio.

Su voz sonaba mas profunda que de costumbre, dios, me estaba volviendo loca.

Mi silencio, lo incitó a darme una nalgada más, y por ende, a que un quejido saliera de mis labios una vez más.

—Te hice una pregunta.

—S-si, sargento Iruma.

—Eso es, obedece a tu amo.

Se alejó, pude sentirlo.

De repente, logré sentir sus labios en mi abdomen. Luego, ya estaban recorriendo mis muslos.

Esta venda y las sensaciones de sus besos por todo mi cuerpo me excitaban. Necesitaba que me tocara, que me hiciera suya este momento, ya que mis manos estaban inmovilizadas.

—Tocame— susurré y sentí su risa contra la piel de mi panza, ya que aquí se encontraba.

—¿Crees que voy a hacer lo que tú quieras? No, linda. El que manda ahora, soy yo.

Solté un quejido, que claro, él estaba disfrutando. Le gustaba hacerme sufrir, por lo menos ahora.

—¿Lista para comenzar a pagar tu condena?— asentí —Respondeme cuando te hablo.

—Si, sargento.

Las esposas de repente se aflojaron, excepto la venda. Me ayudó a levantarme de la cama y me hincó en el suelo.

—¿Lista?

—Si, sargento.— la venda se aflojó poco a poco.

La habitación seguía iluminada con la tenue luz de la lámpara de la habitación.

Jyuto estaba frente a mi, sentado en la cama y con su amigo al aire libre.

—Bien, tu condena es complacer a tu sargento. Y será mejor que lo hagas bien.

Podría jurar que nunca en la vida le había dado un mejor sexo oral como el de ahora.

Después de robarle más de mil suspiros en un rato, me tomó para llevarme de nueva cuenta a la cama y ser ahora él, quien estuviera arriba y tomando el control de todo.

¡Fue el mejor sexo de la vida!

—Estoy disfrutando esto de ser el dominante, ¿sabes?— dijo con la respiración algo agitada.

—Ese es mi trabajo, querido.

—Ya veremos,— dijo con una sonrisa antes de besarme.

YOKOHAMA DIVISION | ONE SHOTSWhere stories live. Discover now