- "No lie (a a ay)(Gyal we never miss) feel your eyes, they're all over me. Don't be shy, take control of me. Get the vibe, it's gonna be lit tonight.

No lie (a a ay). Hypnotized, pull another one. It's alright, I know what you want. Get the vibe, it's gonna be lit tonight".

No lie (a a ay) move that body. No lie (a a ay) feel how we do it, no lie (a a ay) feel how we do it...

Después de la canción; Kevin, Tony, Joeman y Raúl tomaron la iniciativa de tirar a las mujeres a la piscina tal y como estaban, en algún momento de la fiesta tenían que hacerlo y a las diez de la noche era el momento adecuado, sus vestidos ya no relucían igual que unos minutos antes, el pelo no fue un problema ya que estaba más que desarreglado después de tan intenso momento. Luego ellos se quitaron los zapatos y las camisas y tirándose al agua hicieron una ola que acabó mojando todo lo que rodeaba la piscina y arruinando por completo el maquillaje de las chicas. El agua estaba helada y la noche fría, pero eso no fue impedimento para saborear el agua en sus cuerpos y jugar como niños en un mar. Unos perseguían a otros, otros atrapaban a unos y así el gato terminaba de rodillas ante los bigotes del ratón.

Entre risas, tragos, música, baile y comida se pasaba la noche, algunos ni siquiera pudieron esperar la medianoche para levitar en un espacio perdido entre la tierra y el cielo. Eran como astronautas que viajaban a Saturno, Plutón o a alguna otra galaxia aún más lejana en la cual sus mentes podrían divagar algunos minutos. Sentían que el tiempo se hacía su mejor amigo y que los acompañaba en tan fantasioso viaje, se sentían asombrosos, ligeros, eternos. No necesitaban nada más que una esnifada o un trago para encontrar un efímero oasis perdido en un punto exacto del desierto entre el cielo y la Tierra.

La madrugada se asomaba por la ventana sin saber si acompañarlos en sus estrepitosos karaokes o arruinarles la diversión y hacer su trabajo como de costumbre. Pero al final el sol decidió levantarse poco a poco. Acabando así con las dichosas horas que los jóvenes tanto planearon y anhelaron. Esta vez no hubo vómitos en la piscina o en la acera, solo quedaban los aventados en los patios de sus casas contemplando la inmensidad del espacio en el que levitaban unas horas antes, algunos incluso inconscientemente acabaron en estado de aletargamiento .

Durante toda la noche, Joeman evitó pensar en el pasado y en el futuro, lo único que le importó fue el presente. Sin embargo, en toda la noche no logró borrar de su mente la imagen de su rostro, sus ojos, su pelo, la buscaba en el fondo de las botellas tratando de encontrarla, pero resultaba que siempre estaban vacías. No quiso acercarse a ninguna otra mujer, o más bien no pudo. La mente le hacía malas jugadas que no le daban más opción que aceptar ser un perdedor. Pero ellas lo buscaban para jugar y bailar un rato, aún así el las evitaba, no quería nadie más que la chica de ojos negros claros a su lado. El problema era que ninguna de las mujeres presentes en la fiesta conocían los laberintos de su mente. Les daba igual, solo les interesaba jugar.

- Joe, ¿Por qué tan solo? Te podemos acompañar? - preguntaron Laura y Ana, acompañadas por Roselle, Luisa y Cassandra.

No, gracias, estoy bien así, ya tengo mucha compañía – les dijo mostrándoles el Red Label y los nachos que tenía a su lado.

-¿Estás seguro? - Está haciendo algo de frío, nuestro calor no te iría mal!

- Prefiero un abrigo, eso calienta más.

- ¿Qué? ¿Nos estás diciendo que nos vayamos? Está bien, amargado de mierda! - intervino Roselle tratando de levantarse mientras sus piernas tambalean de un lado a otro.

- Si eso entendiste, pues que te vaya bien! Aquí mi amiga no me va a dejar solo... - contestó Joeman en un tono de indiferencia, refiriéndose a la botella de whisky.

Llueve el cielo en agosto ( Borrador)Where stories live. Discover now