Capítulo 33

533 65 17
                                    

Las cosas empezaron a calmarse desde aquella noche, Kaito se había quedado viviendo en mi casa hasta que mi pierna se recuperó por completo. Aunque después de que me hubiera curado eso no impedía que viniera a visitarme bastante seguido a mi casa.

Nuestra relación ahora seguía, sin mentiras de por medio, sin identidades ocultas, todo estaba dicho. Empecé a vivir una vida más tranquila, y cuando me refiero más tranquila me refiero a que había dejado de ser Black Moon. Kaito me había mostrado que podría vivir feliz sin tener que estar haciendo lo que hacía, al parecer él quería que dejara de ponerme en peligro, ser Black Moon solo hacía que me pusiera en peligro.

Lo acepté con una condición, que él nunca dejara de ser Kaito Kid. Al principio él decidió convertirse en Kid por saber que ocurrió con su padre, el motivo de que se convirtiera, el qué le pasó, todo sobre su padre... Pero ahora tenía un motivo más para ser Kid.

Sus fans, si dejara de ser Kid muchas personas estarían bastante tristes, entre ellos el inspector Nakamori y el señor Suzuki. Kaito no entendió el por qué había dado esa condición pero entendió lo que quería decir, no quería que lastimara los sentimientos de sus fans.

(...)

Pasaron los meses y aunque parece imposible, Kyo y Misa empezaron a salir. A mi no me sorprendía mucho el hecho es más celebraba por ello, el tener que estar allí en medio de sus miraditas me ponían nerviosa. Cuando nos graduamos Kaito decidió terminar sus estudios y convertirse en un mago bastante famoso, yo en cambio abriría mi propio edificio donde muchas tiendas podrían abrir sus tiendas en él, cafeterías, y cualquier otra cosa, me estaba convirtiendo en una empresaria.

¿De donde saqué el dinero? De lo que había robado, lo vendí todo y adquirí el edificio, hablé con los directores de muchas marcas para que pusieran tiendas en mi edificio, les diría que el primer mes era gratis, así los atraería rápidamente.

Con ello también tuve relación con la incorporación Suzuki, querrían abrir alguna de sus tiendas en mi edificio por lo que yo accedí, en poco tiempo había podido llevar bien el negocio a pesar de mi corta edad.

¿Qué pasó con mis grandes enemigos? Se lo dejé todo en manos del detective, tenía que aprender a confiar más en las personas, y la verdad, en la única persona que confiaba para que pudieran arrestarlos es a él. 

Por lo que podía escuchar de Kaito, él había estado luchando duramente contra los de la organización negra con ayuda de muchas organizaciones policiales, que al parecer le iba bastante bien, también se ocupaba de mi caso cuando podía, hubo varios atentados a mano de aquellos hombres por lo que Kudo se encargaba de ello, yo ya no tendría que preocuparme por nada, solo debía de descansar, olvidar y mirar mi futuro.

Un futuro en el que con la edad de 19 años me quedé embarazada de Kaito, los dos empezamos a vivir juntos en mi casa, él había creado en la sala donde tenía yo todo su zona, osea la guarida de Kaito Kid. Su madre empezó a volver a vivir en su casa, aunque seguía de vez en cuando yendo de aquí para allá.

Kaito: ¿Cómo está mi bebé? - dijo mientras se acercaba a mi, acercó su oído a mi abultada barriga, le gustaba poder oír los movimientos que hacía la bebé dentro de mi.

Tn: Ya ni hola, vienes y lo primero que haces es saludar a la bebé que aún no a nacido.

Kaito: Se dice que los bebés pueden escucharlo todo mientras están dentro de las barrigas de sus madres, por lo que quiero asegurarme que la primera palabra que diga sea papá. - dijo mientras sonreía. - Y por supuesto que no me he olvidado de ti. - Se acercó a mis labios para poder besarme, seguido una vez que cumplió su prometido me sonrió mientras hacia aparecer una rosa de su mano derecha.

Tn: ¿Algo nuevo que contar? - dije mientras tomaba la rosa entre mis manos.

Kaito: No mucho, por cierto traje comida. Supuse que querrías hoy comida china. - Puso ante mi fideos fritos, ternera con pimientos, rollitos de primavera, arroz tres delicias...

Tn: Se suponía que debía de comer normal, o eso me dijo el médico. No comer por dos o tres personas... Como siga así me va a regañar el médico por engordar más de la cuenta. - dije mientras miraba el rollito de primavera.

Kaito: No pasa nada si de vez en cuando te das unos caprichos. - dijo mientras reía.

Tn: ... - Me quedé mirándole mientras sostenía el rollito en la mano.

Kaito: Hoy el show ha salido bien, como siempre. - dijo sonriente. - Y ahora debo irme, sino no llegaré para mi próximo show, el inspector no me lo perdonará si llego tarde. - En un segundo su ropa cambió, incluso llevaba una gorra para evitar que vieran su cara.

Tn: Suerte, y no llegues tarde. - dije mientras le daba un beso en los labios.

Kid: No pienso hacer tardar a mis chicas, lo prometo. - dije mientras me guiñaba el ojo.

Tn: Más te vale, ladronzuelo. 

Él se fue con una sonrisa en su rostro, una vez que se fue me quedé mirando mi barriga, solo esperaba que ella no saliera tan traviesa como su padre, se suele decir que las hijas salían a sus padres y los hijos a sus madres.

(...)

En la televisión se retransmitía el robo de Kid, el seguía viéndose tan sorprendente como siempre, esquivaba al inspector con gracia y ese toque mágico que solo él podría darle, ese toque de niño travieso.

Después de que el robo hubiera sido todo un éxito él volvió a casa, se quedó mirando como dormía en nuestra cama, él se quitó la ropa y se metió dentro de la cama. Pude sentir sus manos envolviéndome, acariciando mi barriga y mi pecho, este chico le gustaba demasiado tocar, mientras que solo me tocara a mi que era su mujer estaría bien.

Por ahora solo querría disfrutar, de su toque, de la delicadeza con la que me tocaba, ya en el futuro tocaría dolor por el parto pero por ahora, solo quería mimos por parte de él. Podría estar así toda mi vida y no me importaría, mientras que él estuviese a mi lado nada me preocuparía, todo estaría bien.


FIN


Alcánzame si puedesWhere stories live. Discover now