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20.Lluvia.

El carruaje  estaba en completo silencio. Lily, entre James y Remus, se frotaba las manos con nerviosismo mirando por la ventana. Al frente de ellos, los hermanos Black mostraban la diferencia incluso de sus posturas. Regulus se mantenía erguido y con los brazos cruzados elegantemente sobre su pecho, mientras Sirius estaba encorvado hacia adelante y la única vez que levantó la mirada fue cuando pasaron por los barrios de clase media y cuando terminaron volvió a quedarse en sus pensamientos.

Remus se preguntaba si la escena antes de que Lily y James aparecieran era la razón del silencio de Sirius. 

El carruaje se mecía violentamente haciendo que los pasajeros no puedan quedarse quietos. Se veía en la mirada de Regulus que se estaba contendiendo por no perder la paciencia hasta que  un movimiento brusco hizo se golpeara la cabeza. Perdió cualquier tipo de emoción positiva. 

―¡Maldita sea! ―Si bien Regulus era el menor, todos permanecieron en silencio cuando él alzó la voz. Incluso Peter y Kreacher detuvieron el carruaje ―¿Quién tiene las riendas? ―preguntó hacia adelante.

Se escucharon unos murmullos de discusión y luego un pequeño silencio ―Yo, señor ―la voz de Peter se escuchaba débil y muy pequeña. 

―¡Ten cuidado porque si me vuelvo a golpear, te cortaré la cabeza!

―Sí, señor.

Y así, siguieron el camino con muchos menos golpes y saltos de por medio. Si el silencio era incómodo antes, ahora era una tortura. Sirius no podía soportarlo, así que empezó a hablar.

―"Te cortaré la cabeza" ― dijo imitando a su hermano ― Ya sé de donde se inspiró Carrol para escribir a la reina roja ― el silencio siguió y nadie pareció entender a lo que Sirius se refería, así que este, insatisfecho, empezó nuevamente ―Felicitaciones, cada día te pareces más a Walburga. 

Remus notó como la sonrisa en el rostro de Sirius crecía y el disgusto en el de Regulus empezaba a mostrar señales pequeñas. 

―Es tu madre, no puedes decirle "Walburga". Ten algo de respeto.

Sirius bufó y se cruzó de brazos. Aquí iban otra vez. Sirius estaba desesperadamente de mantener la postura y no mostrar su miedo a que la conversación tome el rumbo que parecía y menos frente a Remus y Lily, porque Lily no lo conocía y Remus... Remus no debía ver más partes vulnerables de Sirius. No más. 

―Esa vieja bruja ― murmuró lo suficientemente fuerte como para que Regulus grite su nombre y los demás en el carruaje den un salto. 

Sirius se sonrojó y no porque estuviera arrepentido, sino de la vergüenza ―Peter, detente. 

Peter frenó el carruaje en seco haciendo que los caballos se quejen y que los pasajeros se muevan bruscamente de su asiento. Y así, sin más, Sirius Black estaba bajando ―Voy a caminar lo demás. 

James no lo pensó dos veces y bajó con él mientras los demás dentro no sabían que hacer. James extendió la mano cortésmente para ayudar a Lily a bajar, pero no recibió respuesta. 

―Vine corriendo desde la ciudad hasta tu casa. Estás loco si crees que voy a bajar para caminar ― dijo Lily poniéndose cómoda en el carruaje. 

Regulus sonrió con los labios juntos ― Por fin alguien piensa en este lugar. 

Remus no pensaba al parecer porque también bajó ante la mirada estupefacta de la pelirroja. Había analizado la situación durante unos minutos. Los silencios con Regulus eran insufribles y era muy poco desconsiderado dejar a dos pobres niños ricos entrar a la boca del lobo sin saber siquiera el camino o tener protección. Y por supuesto, Sirius bajó.