12. El Efecto Mariposa

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Se sentía humillado y asqueado. ¿De dónde había salido ese idiota para empezar? Se suponía que él iba a ayudar a Lily. ¿Porqué él se daba la libertad de tocarla? Mucho ya tenía con la presencia de Remus en la vida de Lily para que otro imbécil venga a meterse en ella. ¿A quién más necesitaba ella si lo tenía a él?

Severus se tambaleó por las calles en plena lluvia emergente, amenazante de ser un diluvio que podría si el universo se lo concedía, ahogar toda la rabia creciendo de la boca de su estómago hacia su garganta.

La bebida no ayudó en nada, solo lo hizo sentirse más inútil, frágil y desorientado.

Ahora estaba haciendo un intento de caminar sobre el lodo y si eso no ayudaba, el sonido de los relámpagos en el cielo empeoraba aún más la situación.

En el absurdo intento de correr y entrar a la fábrica de su padre para refugiarse aunque ya no había nadie, su cuerpo chocó fuertemente con alguien.

—Imbécil. — dijo la voz que había permanecido de pie, mientras Severus había caído al piso.

Sonó podía oír el sonido de una risa muy escandalosa que le removía las tripas y a la persona con la que se había chocado limpiado su ropa como si Severus tuviera algo que fuera contagioso.

La risa seguía al punto en el que su dueño empezó a jadear y Snape con los ojos entrecerrados logró ver cómo se agachaba mientras presionaba su estómago.

Eran dos.

—Maldita sea, cállate. — el otro chico de cabello largo le tiró un golpe brutal en la espalda haciendo que el otro se ponga erguido al instante tratando de mantener la compostura mientras unas carcajadas traviesas salían inevitablemente de sus labios.

Severus finalmente miró hacia arriba ignorando las gotas de lluvia que caían sobre su rostro interrumpiendo la correcta visión.

Un rayo de luz iluminó la silueta de ambos hombres marcando su presencia con el sonido fuerte en el cielo.

Ambos llevaban trajes y guantes de cuero impermeables y grandes sombreros que cubrían su cabeza. Uno de ellos tenía el pelo rubio platinado hasta los hombros y el otro el cabello muy corto casi al raz permitiendo que solo se vea un poco por debajo del sombrero.

—¿Y este imbécil? — dijo el rubio mirando a Snape.

Severus miró hacia ambos lados de la calle y se percató que como si se tratara de una ciudad fantasma, las calles estaban desiertas.

—No lo sé, un maldito ebrio. — dijo el chico de pelo corto con un toque de diversión espeluznante en su voz. —¡¿Cómo carajos lo voy a saber?¡

Dirigió la dirección de su cuerpo hacia el otro chico que no dudó en darle una bofetada haciéndolo girar de golpe.

El chico de pelo corto soltó aire y río por lo bajo mientras se sostenía la mejilla golpeaba. —Los golpes se acumulan, Lucius... Y siguen y siguen... —decía mientras gesticulaba con las manos imitando una escalera con los dedos. —Te mataré mientras duermes.

—El día en el que siquiera pienses en ponerme un dedo encima, ya estarás muerto. — dijo el chico rubio sin siquiera mirarlo. —Maldita escoria social... — murmuró mirando a Severus.

Se puso en cunclillas mientras lo observaba acercándose. —Si la gente como tú desapareciera de este mundo, la vida para los que si aportamos algo sería mil veces más fácil.

Esas palabras removieron el estómago de Severus. Tragó saliva fuertemente.

¿Qué ha estado haciendo durante toda su vida?

•CARPENTER•//Wolfstar UA FanficWhere stories live. Discover now