026

35.8K 2.4K 2.5K
                                    


Emily.                         𝔞𝔡 𝔳𝔦𝔠𝔱𝔬𝔯𝔦𝔞𝔪.    𝐿&𝒟.

¿Cuatro, cinco veces? No recordaba el número de veces que había tomado una ducha desde el momento que piso su recamara

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



¿Cuatro, cinco veces? No recordaba el número de veces que había tomado una ducha desde el momento que piso su recamara.

Aunque el placer proporcionado fue increíble, y aunque no estaba arrepentida, no lo volvería a repetir nunca. Se sentía sucia, aunque Pansy Parkinson se había tomado las molestias de repetirle que no estaba mal lo que hizo, que era completamente normal: «No eres una sucia, estás disfrutando y descubriendo tu sexualidad. No tiene nada de malo».

Sin embargo, era inevitable. Estaba allí, en la sala de reuniones, repasando los últimos detalles para ir por Lily, y no se atrevía a levantar la cabeza para mirar ni a Draco ni a Elliot. —aunque ninguno de los dos se había tomado las molestias de hablarle—.

Cuando Emily entró al lugar, ninguno de los dos giró a verla. No se inmutó por ello, pues no tenía planeado interactuar con ninguno de los dos.

Lo gracioso eran las marcas que tenían los tres visibles sobre la piel de sus cuellos, mostrando lo obvio; lo que habían estado haciendo días atrás. Además, por sus actitudes, cualquier persona que los viera se daría cuenta.

El ambiente se sentía denso, fácilmente se podría cortar con un cuchillo.

Ophelia acarició el hombro de Emily, trayéndola de vuelta a la realidad.

— Al parecer Potter no vive en la casa —informó Elliot—. Solo algunos de la Orden.

— Debemos fingir —prosiguió Draco, acariciando su barbilla inconscientemente—. Hacerlos creer que no nos importa la Srta. Goldstein, y que no tenemos planeado ir por ella.

— ¿Y arriesgarnos a que la maten?

— ¿Entonces qué propones, Avery?

— ¡Actuar ya! —resopló—. Conocemos sus horarios y ya lo tenemos todo planeado. Si nos tomamos el tiempo de regresar a la mansión, fingir y todo eso, entonces necesitaremos hacer otro plan y seguir mandando mortifagos a esa casa cada semana para que los vigilen.

— Odio admitirlo —habló Theo antes de darle un tragó a su vaso—, pero Avery tiene razón.

— ¿Qué opinas tú, Blaise?

El hombre moreno que siempre mantenía un semblante serio, alzó la mirada hacia su señor oscuro mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

— Estoy de acuerdo con Elliot —dijo—. Hay que actuar lo antes posible.

— ¡No me jodan! —gruñó el rubio.

«Yo te quiero joder», quiso decir Emily.

¿Por qué mejor no negociamos? —era la primera vez que Emily escuchaba al moreno proponer algo.

Love and Darkness | Draco MalfoyWhere stories live. Discover now