María me recibió con una enorme sonrisa, me pagó y luego marchó apresuradamente, seguramente tenía alguna reunión.
Los gemelos me saludaron y me invitaron a ir a su habitación, no voy a negar que tuve la tentación de entrar en la habitación de Delilah.
—Nat ¿conocias a Delilah? —preguntó Matt
—Sí, me la encontré en donde estudiamos —miré las piezas de mis manos, estabámos haciendo otro circuito, pero esta vez un poco más grande
Cuando terminamos el circuito, que ocupaba toda la habitación, la puerta se abrió inesperadamente, tanto los gemelos y yo giramos la cabeza
—¡Hola! —Delilah saludó
Los gemelos la ignoraron y me sentí un poco mal
—Hola —la saludé medio sonriendo
Ella me sonrió y mostró unos dientes blancos perfectos. Sinceramente era muy guapa. La miré de arriba a abajo sin descaro, últimamente se me daba mal disimular. Llevaba una falda de cuero ajustada y un top negro ajustado también, acompañado por una bomber azul marino
—Creo que he tenido un deja vu —dijo, yo aparté rápidamente la mirada
Cerró la puerta y me morí de la vergüenza, también oí como se dirigía a su supuesta habitación y cerraba la puerta, no sabía si lo que había dicho era broma o algo, no sabía identificar su tono.
Ya eran las cinco, así que bajamos hacia la cocina, les preparé su merienda y encendieron la televisión. No sabía que hacer, Delilah seguía en su habitación así que me senté en cualquier silla y revisé mi teléfono, Amelia me envió un montón de cosas, cosas para hacer en la ciudad y memes. Solo ibamos a estar un dia
Delilah apareció e iba con la ropa de esta mañana. Sus ojos azules me miraron fijamente, aparté la vista incomoda
—¿Vamos al sofá? —preguntó aburrida
—Claro —ese dia no había traído las ecuaciones, así que tenía dos opciones. La primera era mirar la televisión con ella y la segunda era mirar mi móvil, pero no tenía nada que mirar ya que apenas lo utilizaba
Me acomodé y ese día Delilah se juntó un poco más, nos separaba un cojín blanco. Encendió la televisión y decidió poner un canal donde narraban crimenes
Estuvimos las dos mirandolo sin dirigir ningúna palabra
—El pelirrojo la ha matado —concluí. Era bastante obvio, la chica había sido asesinada en su casa estando sola, y el pelirrojo mentía, además su coartada no tenía nada de sentido, aunque también podía ser una chica rubia que estuvo cerca, pero según mi logica, estaba segura que era el pelirrojo
—¿Cómo lo sabes? —le expliqué mi teoría pero ella no estaba de acuero —. ¿Le tienes manía a los pelirrojos? —se rió
—Me has pillado, no me gustan naaaada —contesté siguiéndole la broma
Ella me miró y sonrió, me hizo sentir rara
—¿Quieres que te enseñe algo?
Todo lo que quieras
—Vale —contesté
Nos levantamos y subimos hacia su habitación, tenía mucha curiosidad en saber cómo sería
Cruzamos el pasillo hasta llegar a una puerta blanca, la abrió y solo olía su olor. La habitación era senzilla, estaba muy pero que muy desordenada, había ropa por doquier, el escritorio lleno de ropa, la cama llena de ropa ¡Todo de ropa!
—Uy, perdón el desorden —soló una risa nerviosa
—Porfavor dejáme recoger todo esto, porfa —se giró y me miró
—¿Por qué?
—Por qué no lo soprto
—Si te hace ilusión...
No necesitaba decir nada más, empecé a doblar cuidadosamente su ropa, ella se sentó en su cama mientras recogía objetos al alzar que estaban por su cama
—¿Qué me tenías que mostrar?
—¡Ah sí! —se levantó y hurgó por los cajones del escritorio —. ¡Aqui! —sacó un CD
—¿Es de Chase Atlantic? —sonreí
—Ehh.. ¿Sí? ¿No...? —miró la portada
—Sí tonta—le quité el CD de las manos y lo examiné
—Si quieres te lo puedes quedar..
—¿Es tuyo?
—No, lo encontré en el coche de mi madre, no sabía que le gustaba.
La miré y sonreí
—Tu madre tiene buen gusto –admití
—Deberías de sonreír más, estás más guapa —se giró y continuó recogiendo, seguramente no se dio cuenta de lo que su comentario provocó en mí, me sonrojé un poco pero al darme cuenta, me giré y continúe recogiendo. Ella tarareaba canciones
Tardé 30 minutos en recoger toda la habitación, ella sonrió mucho
—¡Hasta parece mes grande! —exclamó —¡Gracias, gracias!
—Si no ha sido para tanto, solo era ropa, pero deberías ser más orgnizada, ¿cómo puedes tener tanta ropa?
—Es de mi madre, usamos la misma talla así que a veces la compartimos
—Qué bien —comenté
Miramos toda la habitación y sí, parecía más grande, ¿cómo puede la gente ser taan desorganizada?
—¿Bajamos? —me preguntó
Nos sentamos en el sofá y miramos otro documental sobre asesinatos, esta vez se me hizo imposible saber quien secuestró a los tres chicos
—¿Yo no debería de estar cuidando a tus hermanastros? —me estaba dedicando a ver la televisión cuando deberí de estar cuidandolos
—Ya son mayores, además no son tan pequeños, juegan entre ellos y no molestan, la mayoría de veces claro, pero a la próxima puedo dejar que cuides de ellos —sonrió
Le sonreí de vuelta y continuamos mirando la televisión hasta que se hizo tarde
—Una cosa, ¿quieres venir mañana a mirar una pelicula? Ha estado bien
—Mañana no me toca estar aquí —recogí mi mochila y fui hacia la puerta de entrada
—Lo sé, pero es.. una invitación
Me giré para mirarla
—Eh... sí, sí claro —sonreí forzadamente, estaba nerviosa
—Vale, pues ven por la tarde —cerró la puerta
Fui hacia mi piso y puse el CD en el reproductor, Cuando lo abrí, me encontré con un número de telefono, una immensa sonrisa se instalo en mi rostro. Qué manera de dar el número.
Añadí el contacto y le escribí
Nat: No sabía que existia esa nueva manera de dar el número de telefono
Delilah: ¿Has visto? Soy innovadora, espero que todo el mundo siga mi ejemplo.
Sonreí pero cuando me dí cuenta borré la estúpida sonrisa
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El Contraste que Somos
RomanceTan diferentes pero tan iguales a la vez. Así son Natzaret y Delilah, que después de un pequeño incidente, se encuentran varias veces por casualidad. ¿El destino las esta juntando? ¿Qué pasará cuando se conozcan más? ¿Quien desarrollará primero los...