CAPÍTULO 4

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Los ojos azules de Charlotte me miraron detenidamente.

—¿Qué? — me preguntó confundida

—¿Qué de qué?

—¿Esa es la chica que dijo Bella que estabas bailando?

Asentí sin mucha emoción y empezamos a andar dirección al restaurante

—Charlotte, ¿sabes si alguien necesita algun canguro, camarero..?

Se paró y me puso las manos encima de mis hombros

—Natzaret, ya sabes que si necesitas dinero y cualquier cosa me lo puedes decir,¿ no?

—Sí, sí, lo sé pero...

—¿Pero qué?

—El tratamiento de mi madre. — dije un poco insegura

—Oh, es verdad. ¿Ha mejorado? Casi nunca me hablas de ella

—No me gusta mucho hablar de ella, ya lo sabes

—Soy consciente, siempre que te sacó el tema me lo desvías

—Ya...

—Puedo preguntar a mi padre si conoce a alguien, ya sabes el conoce a mucha gente — sugirió sonriendo

—No hace falta Char, pero muchas gracias.

—No es nada ya lo sabes, cualquier cosa pídemelo Nat, de verdad — y acto seguido me estrechó entre sus brazos

Le seguí el abrazo porque lo necesitaba

—Wow, no te has apartado que raro de ti — dijo

Nos míranos fijamente y yo sonreí, luego empezamos a andar otra vez hacía el restaurante. Era un mexicano ya que Charlotte adoraba los tacos, así que entramos y nos sentamos a una mesa.

—Sabes, creo que hoy iré a visitar a mi madre — dije

—¿No está un poco lejos?

—Dos horas y media en tren, creó que sobreviviré y creo que me quedaré a dormir en el piso de mi hermana, luego ya volveré sábado por la tarde.

Los tacos llegaron y ella empezó a devorarlos.

—¿Cómo está Amelia? —dijo Charlotte con la boca llena

—Muy bien, ella es muy feliz en ese trabajo, se cree que vive en una peli o algo porque me dice que hacen cosas muy de pelicula pero me alegro por ella.

—¿Tiene novio?

—Si, supongo, no lo sé. Creo que estaba con un chico pero pasó algo y ya no me acuerdo, no solemos hablar mucho sobre esto.

—¿Ella lo sabe? —me preguntó mirando fijamente los ojos. Solo por su mirada sabía lo que significaba

—Creo que lo sospecha, pero ya está— acto seguido me llené la boca con un taco de carne picada

—¿No se enteraba de cuándo traías chicas a tu casa? —preguntó mientras bebía una cerveza

Reí y la miré

—Que dices, yo casi nunca traía a chicas.

—¿Y.. a ella?

Sí, lo había mas o menos superado pero quizás la echaba un poco de menos. Júlia, la hermana de Aria y yo habíamos estando enrollándonos cuándo nos veíamos, nunca fuimos nada, pero me dolió. Ella era muy manipuladora, y tardé mucho en darme cuenta, siempre se hacía la víctima y obviamente yo era su secretito.

—Sólo una vez — contesté apartando la mirada

—¿La echas de menos?

—No —dije segura

—Las personas son etapas Nat, siempre te lo digo, menos nosotras —sonrió

—Te quiero Charlotte —dije sonriendo

—Espera, espera, espera. ¡PARAD TODOS DE HACER LO QUE ESTAIS HACIENDO Y ESCUCHAD!! ¿QUÉ? ¿NATZARET DICIENDO QUE ME QUIERE? ¡LO NUNCA ANTES OÍDO! —dijo elevando un poco más la voz de lo debido.

—¡Calla! —sonreí

Las dos nos reímos y seguimos comiendo, al final ella me invitó, supongo que le hizo pena lo de mi madre.

Fuimos hacia la parada de metro y nos despedimos.

Llegué al piso y Jasmine no estaba, así que decidí ir a terminar algun trabajo de la universidad. También decidí comer unas palomitas mientras miraba alguna película de Netflix.

Jasmine llegó pero no entraba sola.

—¿No habías quedado con Charlotte? —exigió

Giré la cabeza en dirección a la puerta

—Luego tu te quejas si no te saludó cuando entró—le dije

Jasmine tenía los labios rosados y las mejillas sonrojadas, su pelo corto negro estaba enredado. Mi mirada se centró en el chico alto, rubio y también con los labios rosados.

Jasmine sonrió falsamente, agarró al chico de la mano, fueron hacia su habitación y cuando cerraron la puerta, supé que era el momento para irme.

Empecé a preparar mi mochila para ir a visitar a mi madre y a mi hermana, elegí lo justo y esencial.

Le envié un mensaje a mi compañera de piso para avisarla de que marchaba un día.

Fui a la estación de tren y por suerte, no lo perdí.

Abrí el reproductor de música y decidí escuchar a Avril Lavinge, solo por curiosidad. Sonó Complicated y me gustó. Quizá demasiado. La puse en bucle durante una hora. Miré a través de la ventana como el sol iba desapareciendo poco a poco.

Dormí durante otra hora mientras escuchaba a Adele y finalmente llegué a la ciudad donde mi hermana y mi madre vivían.

Fui en metro hacia el hospital. No me costó mucho ir ya que solía ir aqui antes de empezar la universidad con mi padre y mis tres hermanos más. Sí, éramos cuatro. Era una locura tener que convivir con ellos.

Me encaminé hacia el hospital mientras llamaba a Aria.

—Hola —contestó bostezando

—¿Has ido a clases?

—Ehmmm..

—¿Y tus padres? —pregunté confundida

—Nat, no me hacen ni caso, osea si pero no, básicamente no se han enterado ni de que estoy en mi propia habitación

—Niña malcriada —susurré

—Ya me gustaría a mi, si sólo le dan toooodo a Julia.

Que pronunciase su nombre hizo que un escalofrío se produjera en mi cuerpo. Entré en el edificio.

—Ah ya-. contesté con indiferencia— te dejo, vamos hablando y que sea la última vez que faltas a clase

—¿No serás tú... Charlotte?

—Me has pillado, venga adios

Colgué 

El Contraste que SomosWhere stories live. Discover now