El Contraste que Somos

CAPÍTULO 6

Pasé toda la mañana con mi madre, mi padre y mi hermana en el hospital. Hablamos mucho e incluso jugamos a juegos de mesa. Amelia y papá decidieron ir a buscar una bebida en la máquina expendedora, así que mi madre y yo nos quedamos a solas.

—¿Y... bien? —preguntó mi madre

—¿Y bien de qué mamá? —me reí

Me senté en el sillón dónde mi padre siempre se sentaba, y mi madre estaba tumbada con esas máquinas.

—Hace tiempo que ya no hablamos, apenas te puedo llamar y no me preocupo lo suficiente por ti, ¿estás bien? —preguntó con un tono de tristeza

—Ay mamá, sí, sí estoy bien. Y no te disculpes por no llamarme, yo también debería llamarte más seguido

Mi madre sonrió

—Buenoo, te quería preguntar.. ehem.. si has conocido a alguien..

Que discreta

—Emm, no..

—Ya buenoo... mm, sé que nunca te he sacado el tema, pero.. ¿A quién trajiste a casa hace unos dos.. mmm.. años?

—A nadie, no entiendo que dices —fingí indiferencia

—Sencillamente tu querida hermana me ha contado que trajiste a la hermana de Aria a casa

Me cago en sus muertos

—Ehh.. no entiendo a qué te refieres mamá..

—Tu y tu padre mentís igual eh..

No dije nada y miré al suelo fijamente mientras mi corazón me bombeaba a mil, sólo deseaba que mi padre y Amelia entrasen.

Yo nunca oculté que me gustasen un poco más las chicas que los chicos, es decir, a mis amigos no, siempre he sido bastante abierta, quiero decir, no lo iba diciendo pero si me preguntaban tampoco lo negaba. Con mi familia era un poco diferente. Mi hermana mayor, Amelia, fue la primera que lo supo y luego Ethan. Creo que Elijah y Elena no lo saben, a no ser que Amelia les haya contado, después de habérselo contado a mi madre, ahora pienso que quizá sí.

Creo que me empezaron a gustar más las chicas cuando ví Victorious, todas mis amigas babeaban por Beck mientras yo babeaba por Jade.

Tampoco he estado con muchas chicas en mi vida.

—Sabes que no pasa absolutamente nada si te gustan las chicas ¿no?

—Lo sé —susurré

—Me lo podías haber contado antes —sonrió

—No estaba cien por cien segura

—Anda ven aqui

Mi madre me abrazó y me hizo sentir tan bien..

Ya era la una del mediodía y yo tenía que irme, así que me despedí de mi familia y volví en tren. Mamá y yo habíamos dicho que volveríamos a hablar más e igual con Amelia.

Llegué por la tarde, abrí la puerta de mi piso y un olor a tarta inundó mis fosas nasales. Fui hacia la cocina y ví a jasmine súper concentrada haciendo una tarta de color rosa y con brillantitos.

—¿Qué es esto? —pregunté mientras chupé la masa con un dedo

—Me aburría muuucho y pues he decidido hacer una tarta

—Pues no te está quedando nada mal, ¿me puedo comer la poca masa que queda?

—Claro.. por cierto hoy vienen unos amigos a cenar.

—Unos amigos... ¿quién?

—Unos amigos que conocí hace unas semanas por la uni, seguro que te caén bien—afirmó sonriendo

—¿Pero los conozco al menos?

—Creo que no

Decidí no insistir más. Hoy no me apetecía salir, así que le mandé un mensaje a mis amigas por si se querían quedar conmigo a cenar en mi habitación. No tenía muchas ganas de estar con los amigos de Jasmine, sí, los estoy prejuzgando pero me da un poco de pereza socializar hoy con gente desconocida.

Aria dijo que no podía venir porque estaba con exámenes, en cambio Isabella y Charlotte sí.

Pasé la tarde haciendo trabajos (cómo no) y jugando a los Sims 4. Sí. Lo admito, me encantan los sims ¿Y a quién no? Siempre me dicen que hay mejores videojuegos que los Sims pero yo discrepo. En los Sims puedes crear un montón de vidas y me encanta. Me da un poco de pena decirlo pero.. casi siempre mató a dueños de casas expensivas para quedarmelas, je. Luego recuerdo que es un videojuego y se me pasa.

Me dí una ducha, me puse una sudadera, unos pantalones de algodón y dejé mi pelo secar al natural.

Ya eran las nueve, y el timbré de casa sonó, así que fui a abrir la puerta. Unos ojos azules que yo conocía muy bien se centraron en mí.