02 | casarse con el diablo

12.1K 839 9
                                    

Olivia tuvo sus dudas sobre toda la situación, pensando en lo fácil que sería agarrar uno de los caballos y alejarse de todo, pero cuando su padre la acompañó por el pasillo improvisado, entre filas de sus primos, parientes y los amigos y familia de su futuro esposo, no pudo evitar sentirse un poco emocionada.

Desde que era una niña había querido casarse y tener una boda gitana. Espontánea y simple. Mientras se acercaba a su futuro esposo, de espaldas a ella, de repente sintió un torbellino de emociones viajar a través de ella, provocando que una sensación de náuseas se asentara en su estómago.

El sentimiento no desapareció cuando se arrodilló frente a Johnny Dogs, el oficiante de su matrimonio. Casi sin atreverse a mirar a la derecha hacia su futuro esposo, mantuvo el velo sobre su rostro, tratando de esconderse de él.

—¿Estás bien, Olivia? —susurró Johnny Dogs, y ella asintió bajo el velo.

—Estoy bien —susurró Olivia en respuesta, su voz apenas se escuchaba.

Cuando un silencio se apoderó de la multitud de personas, Olivia pudo escuchar los latidos de su corazón en su pecho. Quería tan desesperadamente quitarse el velo que le cubría la cabeza, ya que sentía que la estaba estrangulando, cortándole el suministro de aire. El silencio era ensordecedor, no podía hacer esto, necesitaba salir.

Y entonces sintió una mano agarrar la suya, apretando de manera tranquilizadora. Miró hacia arriba para ver a John sonriéndole, su sonrisa torcida como la flor en su solapa. Se inclinó ligeramente hacia ella, susurrando—: Está bien. Yo estoy tan nervioso que creo que voy a vomitar.

Olivia sonrió, dejando escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Humor. Tal vez esto no sería tan malo después de todo.

—Estamos reunidos aquí para unir en matrimonio a este hombre y esta mujer —comenzó Johnny Dogs—. Para que puedan vivir una vida de verdad, armonía y unión, que han sido honradas por la presencia y poder de estas dos familias con nosotros.

Olivia soltó la mano de John y alcanzó su velo, levantándolo sobre su cabeza y revelando su rostro a John por primera vez. Ella lo miró, sonriendo levemente mientras lo miraba mirándola. Él salió de su repentino aturdimiento, sonriéndole. Su ojo izquierdo cayó en un guiño cuando ambos se volvieron hacia Johnny Dogs.

—John Michael Shelby, ¿aceptas a Olivia Maria Lee como tu hermosa esposa? ¿Para amar, respetar y acompañar, a través de la enfermedad y la salud, hasta que la muerte los separe?

—Sí —dijo John, su voz baja y ronca por hablar tan bajo.

—Olivia Maria Lee, ¿aceptas a John Michael Shelby como tu esposo? ¿Para amar, respetar y acompañar, a través de la enfermedad y la salud, hasta que la muerte los separe?

Olivia miró a John obteniendo una buena mirada al hombre con el que pronto pasaría su vida. No tenía idea de en qué estaba a punto de meterse, pero los ojos de John Shelby eran las cosas más hermosas que jamás había visto. Tan lleno de vida y entusiasmo infantil, mareado con la perspectiva de comenzar una nueva aventura. No podía ser tan malo.

Sin apartar la mirada, dijo—: Sí.

—Falta una parte de la ceremonia —dijo Johnny Dogs—. Es la mezcla de las dos sangres. En donde las dos familias se vuelven una.

Olivia sabía todo sobre esta parte de la ceremonia, ya que había asistido a muchas bodas gitanas y conocía todas las tradiciones como la palma de su mano. Extendiendo su mano a Johnny Dogs, se estremeció cuando él le cortó la palma con un cuchillo afilado, haciendo lo mismo con John después de ella. Con un charco de sangre formándose lentamente en su palma, Olivia volvió a mirar a John y le tendió la mano.

WILD EYES | John ShelbyWhere stories live. Discover now