Memoria 7

19 2 0
                                    

La doctora Kaede me miraba intrigada y con destellos en sus ojos mientras abrazaba una almohada.

- Oye, no te detengas, ¿qué sucedió después? ¿A donde te llevó Draken? - lloriqueó Kaede

- Era un love hotel, pero descuida no me pasó nada... aunque pensaba continuar después la historia porque ya casi es media noche -

- Vamooooos, solo termina de contarme como te fue y te dejo dormir, pero si lo dejas en suspenso te juro que mañana te acompañaré yo a tu casa -

- Bien, entonces tendremos fiestas de pijama siempre que no termine de contarte la historia, pero bien, por ahora solo te contaré de mi noche y tal vez de cómo me fue con Baji ese día...

Después de la fiesta de la ToMan, tenía que enfrentarme al problema que causó mi descuido, creí que tendría que pasar la noche en la calle pero Emma tenía razón, ahora tenía más gente que estaría detrás de mi en caso de necesitar algo, y esa noche, Draken fue el que me salvó.

Después de ver a Baji y a Chifuyu irse, Draken me guió al interior del edificio, había muchos hombres y algunos hacían comentarios desagradables pero mi madre siempre me decía que solo los ignorara, pelear no sirve de nada y que tampoco debía reaccionar porque lo que ellos querían era algo que les indicara que habían logrado algún efecto en mi, aunque Draken se veía molesto, en vez de golpearlos solo les gritó que se callaran y se quedó detrás de mi. Pasamos por muchos cuartos y me llevó hasta uno que estaba algo apartado, y una vez ahí, sentí que podía relajarme un poco otra vez, pero preferí quedarme de pie, mientras que Draken había tomado asiento en el piso junto a la cama.

- ¿No vas a sentarte? Creí que estarías cansada - dijo Draken con una expresión relajada. Pasé a tomar asiento frente a él en el suelo y ahora me miraba como si viera a un alíen - Pensé que te sentarías en la cama pero está bien -

- Pero es tu cama, ¿no? - comenzaba a sentirme un poco ansiosa, no lo conocía y tenía miedo de arruinar la primera impresión que tenía él de mi

- Sí pero dije que te daría mi habitación por hoy, como te habrás dado cuenta por el olor a perfume, lubricantes, y el color rosa de las habitaciones, este no es un hotel común -

- Tranquilo, me di cuenta caminando por los cuartos... aún puedo escuchar algunos ruidos pero no importa, solo que perdona si la pregunta es demasiado tonta pero... ¿en serio vives aquí? -

Él suspiró con pesadez - No pensé que le terminaría contando de mi vida a una extraña pero bien, sí, crecí aquí, las mujeres que trabajan aquí me criaron, pero créeme, no está tan mal como piensas -

- Ah, ¿ese es Baji? - lo escuché pero viendo alrededor vi fotos pegadas en la pared

- ¿No te han dicho que es de mala educación fisgonear en... no importa, sí, es él... ahora que lo dices, ¿como se conocieron? Él no es del tipo de hacer amigas -

- Sí, digamos que él no hizo una amiga, yo lo hice mi amigo... - sonreí tontamente al recordar cómo fue que empecé a hablarle, y le conté brevemente cómo comenzó todo

- Le impusiste tu voluntad, lo admito, estoy sorprendido -

- Siento que todos conocen algo que yo no, ¿por qué se sorprenden? En la fiesta también habían reaccionado sorprendidos -

- Lo que pasa es que parece que es demasiado blando contigo, por eso todos estamos sorprendidos de verlo actuar así, aunque siempre ha sido difícil saber qué es lo que piensa o por qué hace muchas cosas -

- Es difícil pero no imposible, también intento descifrarlo lo mejor que puedo... Chifuyu me ha ayudado en ese aspecto un poco, para él es como un libro abierto -

Broken promisesWhere stories live. Discover now